martes, 21 de septiembre de 2010

"Inútil Sacrificio"


Cae la tarde sobre el lago,
el manto negro de su dama,
que el llamo noche eterna
ya no trae con ella sueños y hadas.
Solo es un luto fúnebre,
un mudo dolor
una muerte sin honor.


En la ribera del lago
yace un duende sacrificado
Inútil mártir,
de un cuento esclavizado.
Sus ojos miran al vacio,
más allá de las estrellas,
que un día lo acompañaron,
hoy solo contemplan su tristeza.
Su piel ya fría,
como el invierno que avecina,
su cuerpo andrajoso y miserable
suplica una caricia…


La tierra que guio su andar pausado,
que sintió las caricias de sus manos,
en este anochecer luctuoso
se va vistiendo de rojo.
Cubierta por la sangre de
un duende encantado,
su hijo muy amado…


De lejos mira el mago del bosque
silencioso y acongojado,
por tan inútil sacrificio.
Como no saber un hechizo de vida,
que te devuelva la alegría.
Piensa en su más profundo dolor,
pero te has ido y nada puedo hacer.
Duerme en paz mi viejo amigo,
quizás un día,
el creador te traiga a la vida
en una de sus poesías.