jueves, 11 de julio de 2013

Esa sensación que mata...

¿Conocéis esa sensación? La sensación de estar llorando por dentro, pero por fuera no tener lágrimas. Porque ya no te quedan. Porque has llorado tanto últimamente, que no tienes fuerzas ni de derramar una sola lágrima más. Y, ¿por qué lloras? Porque ni tú lo sabes. Sabes que es por muchas cosas, porque te pasa de todo últimamente. Porque se te ha juntado todo. Pero no sabes cual es la guinda del pastel. No entiendes por qué estás así, no entiendes por qué debes llorar tanto. Y estar tan triste. Aunque lo vas disimulando como puedes, para que nadie se preocupe por ti, no puedes fingir mucho tiempo, y lo sabes. No puedes aguantar mucho más. Sabes que debes decírselo a alguien, para que te ayude, te entienda o simplemente te escuche. Por eso, debes decirlo. Y debes decirlo YA.