martes, 3 de septiembre de 2013

Eh, tú. Sí, tú. Sonríe.

Porque no importa cómo seas. No importa si eres alta, baja o mediana. No importa si eres gorda, delgada, rellenita, normal, demasiado delgada. No importa si tienes el cabello negro, castaño, pelirrojo, rubio. No importa si tienes los ojos turquesas, azules, verdes, grises, marrones, negros. No importa si eres blanca o morena. No importa si llevas aparatos, si tienes los dientes más blancos, si los tienes por arreglar. Si tienes las cejas gruesas o delgadas. Si tienes la nariz chata o más bien grande. No importa si tienes que adelgazar, engordar, arreglarte más, ponerte aparatos. Por eso, SONRÍE.