jueves, 5 de septiembre de 2013

Querida música

-La música siempre ha estado ahí para mí. Cuando algún amigo me fallaba, ella estaba aquí siempre. Creo que... Sin música no podría vivir -dijo la intrépida chica.
Esa dulce chica tenía quince años. Pelo oscuro corto, ojos negros que se ocultaban detrás de su flequillo, labios finitos y mejillas sonrosadas, que se sonrojaban aún más cuando alguien le decía lo que fuera, cualquier cosa. 
Esa dulce chica era muy tímida, pero decía las verdades a la cara. Tenía un carácter, según como se mire, complicado. Pero tenía un gran corazón. Un gran corazón lleno de vida. La vida que la música le proporcionaba.