jueves, 10 de octubre de 2013

De gorda a vomitar, de feliz a suicida.


 Hola. ¿Me recuerdas? Sí, soy yo. La "gorda". La "que intenta llamar la atención". La "que busca que todos se preocupen por ella". 
Mírame ahora.
Cada día, intentando vomitar sin conseguirlo, sintiéndome impotente. Cada día cortándome en la muñeca y ocultando las heridas con pulseras. Cada puto día sonriendo, y diciendo "todo está bien", cuando mi autoestima está por los suelos. 
Dime, ¿así me recordabas? Yo creo que no. ¿Así esperabas que acabara? Supongo que tampoco, pero así estoy.
Sintiéndome una mierda. 
Con amigas preguntándome si tengo un gato en casa que me araña, si tengo algún problema. Amigas de verdad preocupándose por mí, y yo escondiendo rápidamente el brazo y diciendo que todo está perfectamente, como siempre.
Amigas que me llaman "suicida". Amigas, que ya no quieren ser mis amigas; amigas falsas. 
Diciéndole a tu madre que te arañaste entrenando, porque una pelota fue a parar en medio de unas zarzas, y tú tuviste que cogerla. 
Y lo peor es, que la única persona que puede ayudarte de verdad, la única persona que te ha ayudado desde que te apuntaste al equipo, esa persona no se da cuenta.