domingo, 13 de octubre de 2013

Sé que te fuiste para siempre, sé que aún estás ahí, en alguna parte

Te fuiste, y sé que te fuiste para siempre. Me dejaste sola, y recuerdo que me prometiste que siempre estarías aquí conmigo, cuidándome. ¿Por qué ya no estás? ¿Por qué rompiste esa promesa? Recuerdo la última vez que te vi, allí tumbada, fría, sin alma, sin vida, sin nada. Pero sé que, antes de irte, pensaste en mí, pensaste en todos nosotros. Y seguramente tú estabas más preparada para irte que nosotros para que te fueras. Porque los que se van se van, no pueden hacer nada al respecto. Pero los que se quedan sufren, y no saben qué hacer para ayudar a los que, por más que lo intenten, también lloran y sufren.