domingo, 15 de diciembre de 2013

Crece, vive, y cambia

Eh, princesa, que las cosas cambian. 
Que ya nada es como antes. 
Que tú has cambiado sin ni siquiera enterarte. 
Que esos dulces ojos verdes ahora van pintados de negro. Esos labios rosados ahora van de rojo intenso. Esa pequeña nariz ahora lleva un aro brillante llamado piercing, igual que el ombligo. Que ese pelo castaño ahora lleva mechas rojas. Esa muñeca va llena de pulseras negras. En el hombro hay un tatuaje; donde antes había esa raspada de haberte caído con la bici, sí. La oreja izquierda ahora tiene tres agujeros en vez de uno, y la derecha lleva una dilatación. Que ya no vistes de rosa chicle ni llevas coletas en el pelo. 
Eh, princesa, que tú has cambiado.