lunes, 7 de septiembre de 2009

Infancia Feliz





Recientemente como temática dentro del proyecto Colombia: Aula de Agua, en el nivel cuarto tratamos el tema referente a instituciones que protegen los derechos de los niños y las niñas.
Hoy nos visitó un grupo de personas vinculados a Futuro Colombia, que en unión del Cuerpo Técnico de Investigación -CTI- y con el apoyo de la Gobernación de Norte de Santander, promueven la campaña "1000 Historias de Abuso Sexual ya han sido contadas... La de una infancia feliz ahora será contada.
 Se trata de una campaña de sensibilización a la población infantil a partir de la consideración de que "el abuso sexual  es más frecuente de lo que se piensa y sólo si usrted denuncia se puede evitar que las cifras aumenten".
Se explicó a los estudiantes, desde Pre escolar hasta Quinto qué es el abuso sexual, tipos de abuso sexual y se transmitieron algunas recomendaciones muy importantes para esta población.
Fue una forma de enfatizar temáticas que en nuestra escuela se han venido compartiendo con los estudiantes desde años atrás, a través del Proyecto de Educación Sexual, en la Cátedra Salud o en áreas como Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Educación Ética y Valores.
Además que los niños y niñas constaten de primera mano que estas instituciones efectivamente existen y dentro de sus objetivos está el de apoyar a la infancia y estar dispuestos a escuchar sus inquietudes y problemas que se le puedan presentar.  

domingo, 6 de septiembre de 2009

Las Regletas de Cuisenaire.





Las regletas Cuissenaire son un material matemático destinado básicamente a que los niños aprendan la composición y descomposición de los números e iniciarles en las actividades de cálculo, todo ello sobre una base manipulativa. El material consta de un conjunto de regletas de madera de diez tamaños y colores diferentes. La longitud de las mismas va de 1 a 10 cm. Cada regleta equivale a un número determinado:



La regleta blanca, con 1 cm. de longitud, representa al número 1.


La regleta roja, con 2 cm. representa al número 2.


La regleta verde claro, con 3 cm. representa al número 3.


La regleta rosa, con 4 cm. representa al número 4.


La regleta amarilla, con 5 cm. representa al número 5.


La regleta verde oscuro, con 6 cm. representa al número 6.


La regleta negra, con 7 cm. representa al número 7.


La regleta marrón, con 8 cm. representa al número 8.


La regleta azul, con 9 cm. representa al número 9.


La regleta naranja, con 10 cm. representa al número 10.
Luego de buscar este material en varias partes, terminé encontrando una versión realizada por estudiantes de la Normal Superior, en la biblioteca de esta institución.
Nuestra sede, que en su momento fue la Escuela Nueva Rural Cariongo, nunca las tuvo o por lo menos en la actualidad no se conservan.
Lo cierto es que en el acercamiento a este material didáctico estoy empezando a convencerme que inventos de este tipo han sido subvalorados por las comunidades educativas y por la sociedad en general. Podría pensar que semejante situación acontece con el ábaco.
Ahora que he tenido la opotunidad de saber de la existencia de las Regletas de Cuisenaire, me he propuesto consultar su origen y la manera de incorporarlas creativamente y con éxito al aula de clase.
Y he encontrado material que me permite asegurar que este  es un gran invento y el cual quiero tener muy cerca para compartirlo con mis estudiantes para acercarlos lúdicamente a los Números para la vid@.





El error como posibilidad de conocimiento.

Se ha dicho que de los errores también se aprende. Y si nos detenemos un poco a reflexionar sobre este postulado se nos hará difícil creer que este mecanismo opere sin equívocos.
En ocasiones he expresado que estoy adelantando un proyecto y que soy consciente de esta acción por los errores que decubro en el camino, es decir, yerro, por lo tanto estoy haciendo algo.
Ahora, se necesita humildad para aceptar que se cometen errores en un proceso. La altivez que a veces se acuna en nuestro ego no nos deja muchas veces compartir las dificultades o carencias y llegamos a creer que por el simple hecho de estar haciendo algo, ya tenemos la verdad en la mano, una verdad elevada a la categoría de dogma.
Estas reflexiones las traigo a este espacio como producto de escuchar a un estudiante de la Universidad de Pamplona que adelanta su proyecto de Trabajo Social en la Sede, en el área de Educación Física.
Sucedió que por estos días iniciaba el montaje de una danza con los estudiantes de los niveles segundo y tercero.
En algún momento de su práctica, la profesora titular de los mencionados cursos le observa que la música que está utilizando para la cumbia, corresponde a una guabina.
El estudiante, más que sorprendido (como correspondería a la situación), cercano a la irritación,  responde que él sabe lo que está haciendo y que esa acción está respaldada por lo que le enseñaron en la Universidad.
Lejos estuvo de aceptar el error que le señalaba la profesora. Lejos estará de perfilarse como un profesional de la educación si no comprende con humildad que de los errores se aprende. Los errores se hicieron para cometerlos, pero también para corregirlos y de esa experiencia engrandecedora sacar el mejor provecho.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Influencia.

Hoy faltó a clase por motivo de enfermedad (por lo menos esa razón llegó a través de la abuela de la niña) M*.
Durante los últimos días he observado la promoción de desorden y de indisciplina por parte de esta estudiante del nivel cuarto.
Son muchas las situaciones que comprometen a esta niña, hiperactiva, con la interrupción constante de la acvtividad académica o la desatención y falta de concentración, no sólo de ella sino del resto del grupo.
Sin embargo, durante las tres horas de encuentro de Números para la vid@, la atmósfera de trabajo hoy fue diferente.
Los niños y las niñas estaban atentos y concentrados en los juegos desarrollados con las Regletas de Cuisenaire, y reproducían en gráficos los arreglos  formados, cuyo objetivo es la composición y descomposición de los números, al tiempo que iniciarlos en las actividades de cálculo.
Hubo participación, trabajo ordenado y disciplinado y niños que en otras ocasiones aparecían pasivos y poco participativos, intervinieron con respuestas acertadas.
Para observar con detenimiento: Influencia de M* en el bajo rendimiento del nivel cuarto.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Hábitos.

Definido como "modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas", el hábito es una manera que expresa un conjunto de conocimientos y de maneras de interactuar, bien o mal; de ahí que se hable de buenos o malos hábitos.
He observado en mis estudiantes algunas actuaciones que por lo repetitivo pudiera denominarlas como hábitos, pero que lamentablemente para el caso que me ocupa, no son las mejores.
Así, por ejemplo, la forma de sentarse en el comedor o en el aula de clase, la manera de saludar o responder a un saludo, observación o requerimiento, y cada uno de los aparentemente insignificantes actos cotidianos: la presentación de una solicitud o reclamo, la manifestación de incomodidad ante algo o alguien, la acción posterior al recibir algo, y podría seguir enunciando acciones diarias.
Una de las conclusiones a las que se pudiera llegar es que en los hogares el buen  ejemplo escacea y por el contrario las muestras que contradicen los buenos hábitos se hacen frecuentes y cotidianas. 
Así, no es extremo decir que lo que hace la escuela se desdibuja en los hogares. 
Tarea: Comprometer a los padres y demás familiares con el asumir actitudes que deriven en buenos modales y hábitos de convivencia pacífica.  

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Versos en medio del estío

Cercano el equinoccio de otoño en esta región tropical, de montañas azulecidas, guarecidas en las tardes por las nubes caprichosas y oscuras, la actividad sigue... continúa con sus altibajos, apenas naturales.
Mis estudiantes están escribiendo fábulas, poesías y ensayos. Algunas pruebas mías  como muestras quedaron en el tablero blanco y brillante del aula. Renuncié voluntariamente a quedarme con copia de esos experimentos. Ah, tal vez con la excepción de una estrofa.
Hoy estuve en la emisora 94.9 Radio Universidad de Pamplona. Allí un antiguo discípulo de medios es el encargado de la producción y de alguna manera le ha dado identidad a este espacio tan necesario para la Ciudad de la Neblina.
Llevé los dos temas compuestos hace tres años y grabados el anterior. Es compartir con los oyentes estas obras y sentir que es posible la difusión de ideas necias.
También buscaba algunos temas para montar con mis estudiantes dos o tres canciones del folclor colombiano.
Y de pronto llegó a los estudios una de las jóvenes productoras de la emisora quien requería al amigo para que procedieran a grabar algunos textos para ambientar la programación de este mes de amor y amistad.
Le ofrecí un poema de mi autoría y al buscar en mis textos podría decir que es más desamor que amor el que he encontrado. Entonces, arriesgué este ejercicio:

Me hablas en el lenguaje de la mañana
y en cada sílaba de luz percibo el pálpito
que desde su secreto me anuncia primavera.

…Vendrán las flores con su encendido sentimiento para este refugiado del invierno.

Serás entonces mi estación y la sustancia de mi sueño.

martes, 1 de septiembre de 2009

Es posible.

Faltando apenas un acudiente y con la presencia de los restantes y los estudiantes nos reunimos a primera hora del día, aspirando encontrar alguna respuesta al extravío del cuaderno de Red de Escritores de Claudia.
Hice de manera rápida una presentación del caso, antecediendo ésto con una referencia al comportamiento del niño Johan Esteven Martínez, de once años e hijo de uno de los militares secuestrados hace más de diez años.
En todas las apariciones a través de los medios, el pequeño,  sobreponiéndose al dolor que debe significar la circunstancia traumática que vive desde su nacimiento, ha expresado sentimientos nobles y deseos de superación, al tiempo que le ha dado fortaleza a su padre en el cautiverio a través de mensajes diseñados desde la madurez aprendida en las condiciones difíciles, cercanas a la tragedia, pero ha mostrado su valor ante la opinión nacional e internacional al asumir acciones como la caminata recientemente emprendida para pedir la liberación de su padre.
Johan ha continuado estudiando; percibo que mezcla las actividades propias de la academia con las que debió asumir sin estar preparado ni maduro para buscar en medio de una jungla de inhumanidad a su padre.
¿A qué viene la historia de este niño nariñense? Fácil: mis estudiantes, aunque viven situaciones difíciles, nunca podrían compararlas con las que convive este colombiano, ejemplo de templanza, autoestima y amor.
Entonces, ¿qué está sucediendo al interior de los hogares de Monteadentro? ¿Por qué los niños y niñas, por lo menos los que cursan cuarto o quinto nivel, presentan actuaciones que hablan de deslealtad, deshonestidad, mentira, baja autoestima, falta de compañerismo y bastante agresividad consigo mismo y con los demás?
Desde ese marco se dialogó sobre el tema que convocó. Expresaron sus ideas los estudiantes, los padres de familia y al final del encuentro quedó la vaga sensación que el incidente hubiera formado parte de un sueño.
Repartí cuadernos e invité a niños, niñas y padres de familia a sensibilizarnos frente a asumir verdades por incómodas que llegaran a resultar.
Sólo así, estaremos contribuyendo a formar ciudadanos de bien. Por lo menos es mi creeencia y convicción.