miércoles, 30 de abril de 2008

Nos tratan como marionetas



Necesito aire, respirar, algo así como una bocanada de aire fresco que entre en todo mi interior y salga hacia fuera totalmente renovado. Un aire que me traiga libertad plena, como con capacidad para moverme en un espacio abierto con cielo infinito. Desde mi interior percibo una invitación a volar, a salir de esta realidad que me aprieta y que a veces no entiendo.

Necesito aire y algo más, como un viento fuerte que se lleve a los que a mi lado intentan manipularme, engañarme y maniobrarme, como si de una marioneta nosotros fuéramos. La sociedad tiene muchos de ellos. ¿Los mass media? ¿Los políticos? Prometieron en mi tierra no sé cuantas cosas de ayudas económicas y de incentivos fiscales, y ahora dicen que no pueden. Sabían que no podían y lo prometieron, más bien. Ahora que para dentro de dos años, mientras los que sufren seguirán sufriendo más las penurias de la crisis, de la desaceleración, de cómo quiera que llamemos a todo este embrollo. Creo que son como una lámpara que se derrite. Igual son ellos los títeres. Pero que no nos arrastren en la misma maniobra.

Toda la vida diciendo que es necesaria una prisión mas grande para no enviar presos canarios a la Península lejos de su familia. Todos la ven necesaria porque la que hay está hacinada. Y cuando al final la Administración central comienza a ejecutarla, digo yo porque tendría las cosas claras, los papeles arreglados, los temas negociados, viene la Administración canaria y dice que nones, que esos terrenos son suyos y manda parar las obras que habían comenzado. ¿Es que fueron tan ingenuos los de la central para comenzar las obras sabiendo que no eran terrenos a los que pudieran tener derecho? Me cuesta creerlos. Pero las peleas entre grupos y partidos políticos se cuecen así.

Por eso necesito respirar hondo y soltar aire. No entiendo nada de lo que pasa a mi lado. Parece que unos a otros se miran con ojos de gato, de felinos que trepan y acechan para saltar en el momento determinado y arañar allí donde duele. Ellos ríen con la felonía hecha, los demás miramos sonrojados, quietos, sin poder hacer nada, mirando hacia la ventana, pero necesitados de tomar aire. ¡Cómo me gustaría que mi casa tuviera una ventana amplia y que diera al mar¡
Sí, nos tratan como marionetas. Se tratan entre ellos como marionetas. Pero estoy seguro, más tarde o más temprano, quedará claro que las marionetas son ellos