lunes, 26 de mayo de 2008

La inmigración, un delito. ¿Es eso positivo?


Si la inmigración, a partir de ahora, es un delito –dixit en Italia-, consiguientemente los inmigrantes son unos delincuentes. Sí, ya sé que se refiere a la inmigración ilegal. Pero lo de ilegal es un apelativo que ha funcionado siempre, pues será harto difícil que la gente llegue con un papel debajo del brazo más un contrato de trabajo.

¿Es justa esa normativa? Si nos atenemos a todo lo que conlleva alrededor de la inmigración, puede que hasta que sí, que sea positiva. Calificar la inmigración como delito, supondrá también, digo yo, el mismo calificativo para las causas que originan dicho fenómeno. Mira por donde los italianos van a ser una avanzadilla en este terreno: para ellos se supone que también es delito el hambre organizado que hay en el mundo cuando todos sabemos que podría paliarse, para ellos será también delito las guerras que hacen que seres humanos huyan para salvar sus vidas, para ellos será también delito las bombas racimos que contribuyen a dejar inválidos a cientos de miles de personas en continentes devastados, para ellos será también delito las dictaduras que persiguen a los que actúan y se expresan de forma diferente y obligan a que muchos tengan que huir de sus países para defender su integridad física.

Mira por donde los italianos han declarado ilícito, y conducta delictiva, lo que hasta ahora otros gobiernos no se habían atrevido. Sus leyes tendrán que lograr que en el mundo entero se combata el hambre, la miseria, la guerra y cualquier tipo de dictadura. Y tendrá que ser esto aceptado por el parlamento europeo. Si dan el visto bueno a la ilegalidad de la inmigración, también serán ilegales sus causas. Es lo normal.

Lo único que no me casa es como conciliar todo ello con el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que habla de la libertad de las personas para fijar su domicilio en cualquier punto de la tierra. Tendrán que volverse a reunir todos los países del mundo, con el consiguiente gasto de dinero, para declarar ilegal ese artículo y suprimirlo, dejarlo vacío o en su lugar poner alguno que declare delito, delincuencia, ilícito o la fórmula que mejor se ajuste en Derecho a las causas que provocan los desplazamientos forzosos de un lugar a otro, con todas las consecuencias que conllevaría de trabajar y esforzarse por eliminar dichas causas.