lunes, 4 de agosto de 2008

Señales de hoy



Puede que sea el cansancio, puede que sea el verano, puede que sea ver cómo casi todo el mundo anda de vacaciones, pero me cuesta escribir algo, me cuesta hasta pensar. Quisiera que mi mente se dedicara a divagar, casi como a soñar, pero sin titiritar, sin silencios vacíos y con muchos silencios llenos que abarquen abrazos, conversaciones, encuentros, etapas felices de amistad, de luchas y de esfuerzos juveniles que rubricaron casi siempre en festivales gozosos donde todos nos alegrábamos y compartíamos. Hoy parecen ser otros tiempos, donde cada uno tira por su rincón y la música sale de instrumentos que parecen mudos. Necesito también la serenidad que brota de los templos, la que un día palpé, y no la modorra que hoy percibo o las llamadas a una guerra contra todo lo que suene a modernidad