martes, 14 de octubre de 2008

Como un samurai cualquiera



Hace unos días todos estábamos como samurais con espada en mano. En fracciones de segundos la historia de la realidad cotidiana se nos presentaba cada vez más negra. Este domingo en un segundo aparecieron los salvadores que generaron confianza en el sistema. Los que no entendemos de esto, seguimos sin entenderlo mucho. La economía es un lío mas complicado que llevar las cuentas de casa.

Ahora los que siempre han defendido las finanzas, las bancas, los dineros, los que toda la vida han sido y siguen siendo de derechas dicen que los socialistas son amigos de los banqueros y que ellos son amigos de los ciudadanos. Yo no me los creo. Ellos tampoco se lo creen. Hubieran hecho lo mismo. Es lo que aconsejan los que saben de la crisis y de estas cosas

Pero yo sigo sin entenderlo. ¿Los salvadores del pueblo son los mismos que los salvadores de los bancos y finanzas?. En el fondo le dan ganas a uno de seguir sintiéndose como samurai. Es como si una barca sin rumbo partiese de nuestras casas. Pero prefiero pensar que la barca tiene rumbo. No me gusta la espada junto al lecho. Me basta con la cruz que cuelga de mi cuello.