viernes, 6 de marzo de 2009

LA COPA: COMPLEMENTO DE LA BEBIDA

Cuando comenzamos todo este proceso para aprender de vinos, quisimos llegar desde el principio a esta parte: servirlo. Pero era muy importante cuidarlo para que llegara en perfectas condiciones a este punto. Hoy estamos en la etapa en la que nos preguntamos ¿cuál copa es la más adecuada?
Aunque no lo creamos, la copa es un complemento del vino, ésta puede ayudar a resaltar u ocultar su aroma y su sabor, es la encargada de transmitir su mensaje. La manera en que la manejemos y cuidemos, será un punto clave en el momento de degustar el caldo.
Seamos cuidadosos al lavarla y secarla. El más mínimo residuo de detergente alterará su sabor y el exceso de humedad en la copa al servir el vino, diluirá sus mieles.
Al manipularlas, no olvidemos hacerlo por el pie, no por la copa en sí, esto evitará que aumentemos la temperatura del cristal y, por supuesto, del vino, el que al entrar en contacto con el ambiente, aumentará unos 2 grados.
La recomendación general: escoja una copa que sea más angosta en la parte superior, totalmente lisa y transparente y con un pie largo para evitar tocar el vino. Esta copa se encargará de resaltar las cualidades del vino y guiarlas hacia los sentidos.Las copas de color esconden el agradable color del caldo y el invitado puede pensar que tenemos “algo” que ocultar. Las que tienen la parte superior más abierta, son exclusivas para cocteles porque dejan “escapar” fácilmente los aromas.
Si hablamos en específico de cada copa, la copa para vino tinto es un poco alargada, pero tiende a ser sutilmente esférica, de allí su nombre: copa de tulipa, por su forma de tulipán. Posee un tallo largo para no tocar la copa.
La copa para el vino blanco es una tulipa más ancha en la base y achatada que la de los tintos, pero con una boca más ancha para esparcir aromas.
Para el champagne debemos utilizar una copa flauta, alta, estrecha y alargada que aumenta levemente el ancho de su boca, esto para que el gas carbónico ascienda lentamente y forme la corona de burbujas característica de este.
No olvidemos que las copas no se deben llenar. La de vino tinto sólo debe servirse dos tercios de su capacidad y la de blanco hasta la mitad, buscando que no aumente su temperatura