jueves, 1 de julio de 2010

"Agonía de un amor"





Dejo en tus manos,

mi armadura impenetrable.

Si en algún momento,

tu amor se aleja y cual naufrago,

queda mi cuerpo.


Desenvaina la espada, que llevo bajo la coraza

y cuando despunte el alba,

dame el deleite suave de tus labios.

Con tu mano gentil, acaricia mi cuello

y con tu mano vil, hunde la espada en mi pecho.


No diré nada, no emitiré sonido alguno,

solo dormiré por fin, en la calidez de tu regazo.

La luna, ya no será buena compañía

y la noche, se volverá un criminal proscrito.

No me digas nada, no pronuncies palabra,

Aun nos queda toda la eternidad,

bajo la ardiente y palpitante sangre.



La sangre, que se escurre entre tus dedos,

será nuestro último compromiso.

Un pacto secreto, tus labios mi boca

tus manos mi sangre, tu mirada

y el postrero suspiro,

de una fantasía que se desangra

con el filo de la espada

y se eterniza con un beso…