He dejado en algún lugar los recuerdos,
del tiempo de amar,
fugaz, imperceptible sentimiento
tratando de controlar
mis pensamientos…
En el pasado he dejado lo que fui,
un proyectado fracasado.
En el presente voy dejando lo que soy
viejo cansado, extenuado de vivir…
El futuro cada vez es más incierto,
no sé si me miento o me engaño
en el esfuerzo banal,
para hacer que lo que vendrá,
sea una justa verdad.
En silencio enfrento mis miedos,
conversaciones eternas
con el cobarde que llevo dentro,
se atrinchera mi razón
en mil excusas sin valor…
Entre la pluma y el papel
voy jugando a ser Dios,
un ídolo de tinta
que se destiñe con los años…
De mis dedos se desprende
un bosquejo de poesía,
como de mi boca escapa,
un grito de rabia, de ira incontrolada,
versos que son insultos
cúmulo de malas palabras…
Mi atormentada existencia,
es la tortura de la prosa,
poesía herida,
estrofas asesinas,
un accidente lamentable,
poesía de amor, poesía maldecida…
Aspiraba a ser, un poeta de renombre,
aspiraba también, el néctar de la diosa,
aspiraba a escribir mil frases perfectas.
Aspiraba desnudo, sin disfraz sin nombre...
