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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Contra la mujer objeto


¿Quién habla de mujer objeto?
¡Eso no existe! ¡Que feo!
Es fácil juzgar, pero no hay buenos jueces…
Hace falta comprender a veces…

¿Creen Ustedes que ellas tienen la elección para ese oficio?
¡Ellas son frecuentemente engañadas
Con promesas de un porvenir de oro;
Promesas de una bella familia donde soñar!

¡Qué la mentira es cobarde!
¡Qué la mentira es grande!
¡Y que viles son los que se distraen; malos;
A costa de tantos grandes tormentos…

¡Las mujeres objetos no existen!
¡Están presas de algunos hombres
Ávidos de placeres extraños y feos;
Robando sin vergüenzas, la inocencia de niños!

Jóvenes inocentes marcadas en las calles,
Están privadas de sus familiares,
Para satisfacer hombres sin consciencia,
Queriendo gozar sin escrúpulos, de bellezas frágiles…

¿Cómo aceptar la idea
Que el Ser Humano usa
Su semejante para semejantes perjuicios,
Sin jamás sentir vergüenza enfrente a ese vicio?

La pobreza es el blanco
De estos inescrupulosos venenosos
Que exhiben el dinero de fáciles ganancias
Para encarcelar almas solitarias…

La ignorancia de estos actos odiosos
No nos autorizan de dejar hacer,
Hacen de nosotros cómplices de cristales
Que miren cerrando los ojos…

Françoise Marie BERNARD
El 19 de junio de 2006
Esmeralda
www.geocities.com/poemasesmeralda/Entree


lunes, 1 de septiembre de 2008

La fuerza del corazón

* La fuerza del corazón *
La fuerza del corazón,
es ¡Tan, pero tan poderosa!
Que aún usando de contención,
se desborda y es ambiciosa.
No conoce de abdicación.
Ama de manera asombrosa.
No sabe de abolición,
ley a cumplir beneficiosa.
Es fuerza y lo es en acción.
Cual corriente caudalosa.
Llega a convertirse en adicción.
Cuando lo es amorosa.
Hay fuerza que causa aflicción.
Cuando se torna codiciosa.
Ya que no calma en su convulsión.
Esa fuerza y se siente culposa
Pero la fuerza del corazón...
Que engrandece y es deliciosa.
Contagia por su convicción,
que es la elección más honrosa.
Principios de conversión.
Trabajan de manera minuciosa.
En alas de superación.
Dios; obra de amor ¡Milagrosa!
Libia Beatriz Carciofetti //
Argentina Derechos reservados Nº 452298
libypoesias@arnet.com.ar

miércoles, 27 de agosto de 2008

El ser humano no es humano




EL HOMBRE QUE SE DICE HUMANO!

La vida ha imaginado, en todo el planeta,
Una multitud de especies, muy variadas;
Todas las vidas inventadas
Conjugan el verbo amar, sin cesar…

Ellas actúan todas por instinto de supervivencia,
Aceptándose la mayor parte del tiempo,
Devorándose muchas veces, entre ellas;
¡Pues, queda el genero humano con su desprecio!

Especie dicha con una conciencia…
Especie dicha con gran inteligencia…
¿Pero donde está el sentido de esas palabras cultas?
¿Qué hagamos de nuestras aptitudes de monos sabios?

El Ser Humano ha tenido la suerte de evolucionar;
Pero hoy, en tal medida,
Que su grandeza lo aleja, sin aún pensar,
De lo esencial; de las cosas simples de la vida…

El dinero nos lleva por las narices,
Manda todas nuestras andanzas,
Y por tener siempre más; para siempre poseer más;
El hombre, de todos tiempos, fue bastante vil y indecente…

Sería mucho más precioso y útil
Poner todo en obra por fin de que todos los seres humanos
Tengan que comer, y agua potable, olvidando lo fútil;
Olvidando las ganancias y el egoísmo, haciendo así hombres sanos…

La maldad de algunos pueblos camaristas
Viene frecuentemente del hecho que los ricos
Quieren volverse mucho más ricos,
Olvidando demasiadas veces los que no tienen nada; sin ninguna alma…

¡El Ser Humano no puede decirse humano
Cuando no está capaz de abrir su corazón,
En fin de llevar un poco de felicidad serena
A su semejante, simplemente olvidando su yo interior!!!

Françoise Marie BERNARD
El 02 de Septiembre de 2006

viernes, 8 de agosto de 2008

Solo / Alone

* Alone .-. Solo *
Soledad de mis noches.
Soledad de mis tristes días.
Soledad que me acompañas, desde que amaneció mi vida.
Soledad que a veces se duerme con la mano fría extendida.
Por si alguien alguna vez. me hiciera una tibia caricia.
Pero en la oscuridad de mi túnel.
Ninguna luz se divisa.
La gente que transita de soslayo me mira.
Y yo me siento un paria.
En esta escalera fría.
¿Cómo llegué hasta aquí?
¡Buena pregunta! Que contestar no sabría.
Se que soy un abortivo.
Que le cuestiona a la noche
¿Por qué le precede el día?
Soledad de este mundo.
Que se ensaña con prisa.
En el que padece hambre.
Que ruega y que mendiga.
Que cuando busca trabajo.
De arriba hacia abajo le mira.
Que deambular por las calles, Lo deprime, lo fatiga.
Porque se siente una peste.
Al que nadie se le arrima.
Soledad del alma el flagelo
Que se siente desnuda y vacía.
De sentimientos nobles.
Triste ¡Empobrecida! Pasaré por este mundo.
Como ráfaga sombría.
Y nadie se dará cuenta.
Que yo a el pertenecía.
Soledad de mis noches.
Visita de mis días.
SOLO ME QUEDAS TÚ SEÑOR.

¡HAZME COMPAÑÍA!
Liby Carciofetti // Argentina Derechos reservados Nº 452298

sábado, 2 de agosto de 2008

La altivez


La altivez es mala para las personas pobres; hasta los grandes sufren
si la llevan consigo, y su peso los aplasta cuando se enfrentan con las
catástrofes. Mejor es el camino del que, al pasar al otro mundo,
conduce hacia las cosas justas.

Hesíodo
-Aporte del grupo frases-y-textos de Google-

martes, 15 de julio de 2008

Veo una niña reflejarse en el río

* Veo una niña reflejarse en el río *

Veo a una niña reflejarse en la ribera de un río
La miro, me mira, se ríe, sonrío.
¡Descubrí un espejo! ¡Mágico! ¡Divino!
Su cristal es transparente, y observo
¡Todo el cuerpo mío!
Las gasas de mi vestido
Son hojas envolventes.
Y me siento una flor, besada por el estío.
Me suelto los cabellos al viento.
Y me los besa con delirio.
Entonces entra en escena
Reflejándose en el mismo río.
El unicornio azul.
Y comienza nuestro rito.
Despertamos a las musas
que hace tiempo se han dormido.
Tal vez porque los pájaros no sobrevolaban
Y tomaban por otro camino.
Pero ¿Como?
Si desde que nacieron mis letras.
Regresaban a sus nidos.
Hora del atardecer,
Ensordecían sus trinos.
Pero al no alimentarlos con mis letras.
Eligieron otro destino.
¿Y las mariposas señores?
Se cambiaron de vestidos.
¡Estos brillan! Y me ofrecen.
De sus mágicos colores ¡HILOS!
Y un paso más allá,
oigo cantar los grillos.
El unicornio me mira y se ve
reflejado también en el río.
Lo miro, me mira, me sonríe, le sonrío.
Bailamos toda la noche.
Reclamando los olvidos
De las cosas que nos dañan.
Para volver a ser niños.
Donde la cigüeña y los reyes.
Eran la verdad más pura.
Como lo es el cariño.
Las musas se van acercando.
¡Por DIOS! ¡Que cuadro divino!
Poesía que me llenas el alma
descálzate y baja al río.
Sumérgete en estas aguas
donde todo es cristalino.
Y abracémonos fuertemente.
Aunque se moje mi vestido.
El sol lo secará en la mañana.
Cuando la noche haya partido.
¡Veo una niña que se ríe!
Y un unicornio haciendo un guiño.
Canto ensordecedor de ruiseñores
porque ya ha amanecido
Es mi alma que se goza,
POR ESTE REENCUENTRO DIVINO.
La vida amigos ¡LA VIDA!
Debe ser transparente como un río.
Que hay piedras ¡YA LO SE!
Pero hasta sortearlas he aprendido.
porque en el fondo quedarán
Y yo ... y yo... ¡Ya me habré suspendido!

*:*:*:*:*:*

* Veo una niña reflejarse, en la ribera de un río*
Una niña que hoy creció; pero es como si hubiera renacido.

Libia Beatriz Carciofetti // Argentina
Derechos reservados Nº 452298
libypoesias@arnet.com.ar
http://www.poemasromancesyamor.com/htmlpages/poetas/libia/libia.htm

jueves, 3 de julio de 2008

Ingrid ya disfruta de un sol propio, no prestado

* Ingrid ya disfruta de un sol propio , no prestado*


Hoy Ingrid ve el sol y ya no es prestado
¡NO! DIOS SE LO HA REGALADO.
Casi por siete años no la entibió.
Porque hasta su corazón estuvo congelado.
Pasarán por su mente secuencias de días aciagos.
Pero la emoción podrá más al reencontrarse con sus seres amados.
Pues no nos quepan dudas, que nunca olvidó,
el sabor de los besos recibidos y de los besos dados.
¿Quedarán atrás esos sentimientos encontrados,
De rencor, odio, amargura, que solemos guardar los humanos?
¡No lo se! Ni se me ocurriría preguntarlo.
Porque varias veces repitió ¡DIOS! ¡DIOS! Perdona a esos despiadados.
Y esos ojos mansos que sostienen la mirada, son de un ser que ha perdonado.
¡NO JUSTIFICADO! Ya que nadie tiene el derecho de privar de libertad a un hermano.
Sin duda que ha de extrañar por un tiempo a los que prisioneros han quedado.
Los que junto con ella sufrieron el abandono y el mal trato.
Pero ella sonríe, está feliz, con su madre ha dialogado.
Esperando abrazar a sus hijos que con esta prueba seguro han madurado.
¡Entereza de mujer que varias veces se ha doblado.
Pero sigue de pie, porque no la han quebrado.
¡LA LIBERTAD! DERECHO DE TODOS ¡POR FIN HA TRIUNFADO!
Y lágrimas de emoción hemos visto en los hombres, que también han asomado.
pensando en aquellos ¡TANTOS! Que aún siguen secuestrados.
A los que les digo ¡Sean fuertes! ¡Valientes! Esperanzados.
El mundo desde afuera no los hemos abandonados.
¡Lucharemos! Como lo hicimos con ella de rodillas clamando.
La FE es un yunque que solamente con fuego es templado.
¡Verán el sol un día ! El menos pensado.
Y será como el sol de Ingrid, ¡PROPIO! ¡NO PRESTADO!

*: *:*:*:*:*:*:*
Libia Beatriz Carciofetti // Argentina
Derechos reservados Nº 452298
libypoesias@arnet.com.ar

martes, 3 de junio de 2008

Diez millones más de pobres





El aumento del precio de los alimentos podría sumir en la pobreza a 10 millones de personas en Latinoamérica y el Caribe, según estimaciones del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA). Así aparecía en las noticias de días pasados en la BBC.

Iñaki, un amigo de grupos de la red, reflexiona así ante esta noticia:

Llevamos lustros contemplando las divagaciones de las declaraciones de intenciones de multitud de organismos mundialistas. FMI, Banco Mundial, Objetivos del milenio, Protocolo de Kioto y fundamentalmente de la WTC el organismo comercial que debe marcarlas reglas para conseguir unos intercambios justos que permitan eldesarrollo de la globalidad del planeta.

Vivimos lustros sufriendo la progresiva acumulación de mujeres y niños en el cesto del olvido y en la pobreza. Vivimos lustros denunciando los incumplimientos sistemáticos de la Declaración de los derechos humanos.

Hemos protagonizado lustros en que la ciencia ha brillado por encima de los conocimientos acumulados por la humanidad en miles de años. Lustros continuados en que la humanidad ha producido más bienes, que en toda la historia de la humanidad, ha sido capaz de realizar infraestructuras en mayor cantidad que la historia toda que nos contempla, medicinas, comunicaciones.

¿Para que nos sirve tanta tecnología y sabiduría si no nos permite acercar a todos los que pasan tribulación?

También lustros, de terremotos, inundaciones, sunamis, guerras que destruyen sin distinción la vida en el planeta azul. Ahora asistimos al empleo de los cereales para producir bioalcohol sin la previsión necesaria para mantener las cuotas necesarias dirigidas a la alimentación humana y de los ganados. Desaparecen por sequía los pozos de agua.

Y solo falta un pequeño impulso, una mínima voluntad política para cambiar el panorama internacional. Rezo y trabajo para que "un mundo mejor sea posible", estoy animoso porque muchas personas de todos los países, de todas las creencias, de todos los continentes en este momento están fortaleciendo una fraternidad nueva; una relación duradera y pujante; sensible al otro, amante del mestizaje, que sabe convertir en cultura lo mal denominado folklore.

La esperanza potencia mi fe y quiero que la vuestra se sienta acompañada en esta cadena fraternal que vamos tejiendo poco a poco, paso a paso, con sufrimiento y tranquilidad de espíritu. La RE - EVOLUCION esta ya en marcha. Que Dios y los hombres repartamos suerte. Hasta pronto.
Iñaki

domingo, 1 de junio de 2008

Silencio y lejanía


El corolario de tu amor
no fue un beso y un adiós;
dejaste solo silencio y lejanía.
Una lámpara sin aliento,
una tímida pavesa hacha ceniza,
y un recuerdo sin tal vez ni despedida
en el espacio vacío del tiempo.

El corolario de tu amor
resultó sólo silencio y lejanía...
Ninfa Duarte

martes, 27 de mayo de 2008

Dolor de futuro




Van haciendo vida
a saltos pequeños
siguiendo a la madre.
Van dejando huellas
en la acera ardiente,
corren tras el pan.

Desnudos sus pies
que saben a cierzo,
raudales y arena.

Van haciendo vida
desde que aprendieron
que andar es comer...

Piececitos rojos
calientes de sol,
niños andariegos
que cada mañana
pisan la sombra
que deja mamá;
la que va ofreciendo
frutos de cansancios,
vendiendo esperanza
de pan y sudor...

Sus niños descalzos
van haciendo vida
mientras el destino
traza su historia
por los arrabales
y la gran ciudad.

El niño cansado
de andar sin zapatos
aprende a golpes
a ganarse el pan.

Dolor de futuro
y pisadas firmes
forman su bagaje;
Van haciendo vida...
van comiendo soles...
y aprenden a golpes
a ganarse el pan.
Ninfa Duarte

jueves, 22 de mayo de 2008

Manifiesto EDUCACION PARA LA CIUDADANIA, SI





MANIFIESTO EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA SÍ

La inclusión en la Ley Orgánica de Educación de un área denominada Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos ha provocado una espiral de reacciones, muchas de ellas ultramontanas, procedentes de la jerarquía eclesiástica y de entornos conservadores, en las que afirman que esta medida, para ellos una imposición, supone un intento del Gobierno por implantar un sistema con el que adoctrinar a los/as estudiantes y llevarlos del lado de la ideología que preconiza el propio Gobierno.

Prestos y audaces, los sectores educativos situados a la derecha, todos ellos con un peso católico determinante, han organizado plataformas contra la educación para la ciudadanía. Parece como si quisieran que éste tomara el relevo al recurrente debate de religión en las aulas sí, religión en las aulas no. Pero con esta estrategia obvian que no hay lugar para la comparación.

El debate sobre religión sí, religión no, se ha convertido en el auténtico paradigma en cualquier debate educativo en el país, ya que alude a un tema cerrado en la Constitución por consenso, pero trastocado con la firma del Concordato, lo que no impide que nuestra realidad laica pueda acogerse a una legalidad aconfesional.

¿Qué es lo que convierte en vano y torticero este intento de equiparar ambas materias?. ¿Por qué para nosotros no hay ninguna duda?. Educación para la ciudadanía sí.

Claro que sí, porque los poderes públicos pueden y deben organizar enseñanzas que trasmitan a los/as estudiantes valores, derechos y deberes. Por mucho que le duela a la jerarquía católica, la iglesia no legisla, la iglesia podrá dar su opinión, pero tendrá que asumir que los derechos de los/as ciudadanos/as los regula la sociedad a través del Estado, porque, sencillamente, la organización de la vida en común, la compartida en un espacio de convivencia bajo unas normas colectivas, pertenece a los/as ciudadanos/as democráticamente, a los/as ciudadanos/as individuales que se aglutinan en sociedad. No pertenece a Dios. La vida es de los hombres y las mujeres y con ella hacen lo que quieren de acuerdo a la ley que sanciona la mayoría.

Por tanto, si tenemos claro que esta asignatura no es una imposición, sino la voluntad de la mayoría, podemos avanzar en sus contenidos y estructura, aseverando que no constituye tampoco un compendio de ideas de partido o de gobierno, puesto que, como recordaba la gran pedagoga y activista de la pública Marta Mata, en 1791 Condorcet asentaba las bases para la escuela pública señalando que la enseñanza de los Derechos Humanos debía serlo como conquista de la humanidad, no como un dogma. Y esta es la idea que reflejan los diferentes manuales de la asignatura.

Para nosotros, esta área debe buscar la formación para la información y el conocimiento, la información para la opinión, y la opinión para la participación y la crítica social. Estas son las bases sobre las que se asienta una sociedad donde los ciudadanos son responsables, y tratan de trabajar en torno al diálogo, el consenso y el acuerdo.

Es necesario que, además de en los currículos de la filosofía o de la ética, se enseñen, orientados en el ejercicio de la práctica ciudadana, los valores de la ilustración impulsados por la razón, vertebradores del europeismo y de la defensa de los Derechos Humanos; los valores liberales, que reivindican la libertad individual, la emancipación del ser, su total independencia; los valores democráticos, formados por las igualdad de todos ante la ley, la representación a través de las instituciones y el gobierno de la mayoría para todos; los valores de la solidaridad y del compromiso con el otro y con sus necesidades.

Se hace necesario, por tanto, una asignatura que enseñe y potencie los valores ciudadanos y su ejercicio práctico, y que potencie también la práctica misma de éstos en el aula, a través de la entrada de otros actores de la ciudadanía, como los movimientos asociativos de diversa índole, especialmente los movimientos juveniles y medioambientales.

Por otro lado no podemos admitir que tanto la Conferencia Episcopal como la derecha hayan "acusado" a esta asignatura de tener contenidos inmorales y un espíritu adoctrinador, ni tampoco que autoridades educativas de distintas Comunidades Autónomas estén llamando al incumplimiento de la ley, a la objeción ilegal . Desde FAEST opinamos que la enseñanza de los valores constitucionales, el aprendizaje de los derechos y deberes que tenemos como ciudadanos y el estudio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sería en todo caso un conjunto de elementos básicos para el completo desarrollo de las personas y por tanto, éstas estarían totalmente preparadas para no caer en ningún tipo de adoctrinamientos o embustes como a los que diariamente están sometidas por parte de los sujetos anteriormente nombrados. Además Educación para la Ciudadanía supondrá a medio plazo un cambio notable en la sociedad, haciéndola más participativa, más solidaria, más tolerante, en definitiva convirtiéndola en una sociedad del siglo XXI.

Esta es nuestra posición, sí a la educación para la ciudadanía, y estaremos dispuestos a defenderla ante aquellos que la etiquetan de imposición del gobierno socialista, siempre dentro de las formas y reglas de la democracia, de la limpieza del debate público, igual que seguimos reivindicando que la regulación final de la enseñanza de las religiones quede exenta de optativa alguna, lo que refuerza, de nuevo, el ejercicio de la libertad de cada cual para formarse en los valores religiosos que le de la gana. No en vano, no son éstos valores los que ofrecen el basamento de las sociedades democráticas. La base de nuestras sociedades es la ciudadanía. Por qué no enseñar a ejercerla.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Soberanía alimentaria




Por: archipielagonoticias.com
19 05 08

Escrito por Enrique del Val Blanco en eluniversal.com.
El autor es analista político y economista.

Ahora resulta que los organismos internacionales, como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), están preocupadísimos por la crisis producto del aumento de precios de los alimentos y del cambio en los patrones de consumo.

El sistema de producción y abasto de alimentos actual tiene entre sus principales promotores a esos organismos y a Estados Unidos, que apoya a sus grandes conglomerados agrícolas, como las empresas Cargill y Monsanto, entre otras. Como bien definió el señor Jean Ziegler, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación: “Tenemos una red de comerciantes, especuladores y bandidos financieros que han construido este mundo salvaje, de horror y desigualdad”.

La pregunta que surge es: ¿dónde estaban los expertos, que no previeron lo que era lógico que ocurriera? Era imposible que el mundo continuara con la irresponsabilidad que supuestamente de pronto apareció —lo que por supuesto es falso—. Las consecuencias económicas y sobre todo políticas en la materia eran obvias. Ahora estamos frente a una gran crisis cuya salida no se ve por el momento.

La ONU ha creado una gran comisión pero la crisis ya está sobre las mesas de millones de personas en el mundo. Y nuevamente los que la sufrirán más serán los pobres y otros millones más que pasarán a ser pobres por el costo de los alimentos.

Todos los días conocemos un nuevo aumento de precios en los granos básicos que consume el mundo; asimismo, nos enteramos de cifras récord en el precio del petróleo, que también contribuye generando un efecto multiplicador en decenas de otros productos.

Durante años se ha presionado a los gobiernos para que agricultores y campesinos orientaran sus cultivos a la exportación y destinaran parte de ellos a apoyar fuentes alternativas de energía, con lo que se abandonó el principio básico de soberanía alimentaria.

La solución a la crisis actual no está dentro del modelo económico vigente, ya que es el principal responsable de ella. ¿Cómo pensar que ahora el presidente del BM de visita en México, el señor Zoellick, vaya a cambiar, si cuando fue representante de EU en la OMC defendía la política de apertura de todos los mercados y su autorregulación? Ya estamos viendo cómo se regulan por oferta y demanda: aumentos de más de 100% en varios granos básicos.

Nuevamente, ¿dónde estaban los expertos? Pues asesorando a las grandes empresas que han obtenido cuantiosos beneficios de este modelo. Según se informa, tenemos como ejemplos a la empresa Cargill, que ha obtenido 86% más de utilidades, y a Monsanto, con récord en ventas de pesticidas y semillas, mientras los habitantes de más de 40 naciones están sufriendo hambre.

Es hora de preguntarnos ¿para qué tanto crecimiento, para qué tanto desperdicio, para qué tanto consumismo en que nos ha metido la globalización, que ha hecho creer a muchos que es la solución a sus problemas, cuando en verdad ha sido el ahondamiento de ellos?

En parte, la crisis tiene que ver con los cambios en los patrones de consumo de los países hoy líderes en crecimiento: la República Popular China e India, donde sus crecientes clases medias quieren, por ejemplo, comer carne, pero el único problema es que en pocos años serán más de 300 millones de personas con posibilidades económicas de hacerlo. La globalización ha conducido a adoptar el modelo de las naciones occidentales, es decir, los patrones de la aberración consumista. Porque además de carne, van a desear poseer refrigeradores, coches, hornos de microondas y por supuesto teléfonos celulares y iPods, productos que supuestamente distinguen a las sociedades avanzadas del siglo XXI.

El tema de la soberanía alimentaria cobra nueva relevancia. Los países que, como el nuestro, la abandonaron en aras de ser miembros del primer mundo y la OCDE bajo el pueril argumento de que era más barato importar maíz que producirlo, estamos viendo sus consecuencias: millones de compatriotas de todas las edades continuarán e incluso entrarán en la clasificación de pobres y desnutridos. Será necesario destinar subsidios cuantiosos para atenderlos mediante los programas federales, con cualquier nombre que le pongan, como el de moda, Vivir Mejor. Porque los pobres querrán por lo menos vivir como antes, no como hoy que “viven peor”.

Este modelo de producción, de explotación infinita de todos los recursos, incluyendo seres humanos, no tiene futuro porque no mejora las condiciones de vida de la mayoría pero sí las de una minoría cada vez más selecta, haciendo de la desigualdad la característica distintiva de la sociedad.

En la actualidad hay una corriente de pensamiento que propone, en lugar de este modelo de crecimiento absurdo y especulativo, uno de menor crecimiento, con una distribución de la riqueza más acorde con los seres humanos y con una vigilancia y cuidado de los recursos naturales, porque por más transgénicos que existan éstos no son la solución al hambre en el mundo. Una vez más los supuestos organismos multilaterales y los gobiernos de los países desarrollados han sido irresponsables, con miras de corto alcance, con un egoísmo inaudito, provocando una de las crisis quizás más severas en el mundo. Por años se permitió que se gestara este desbarajuste en el campo de muchos países.

México tuvo la oportunidad de evitar este problema cuando los gobiernos se preocupaban por tener los silos llenos, a través de los organismos públicos como la desaparecida Conasupo, y la soberanía alimentaria como lo básico a defender. Cuando llegaron la modernidad, la privatización de empresas, la especulación, la exportación a toda costa, la liberalización de mercados, el tratado de libre comercio y la entrada a la OCDE, se abandonó esa política y ahora pagamos las consecuencias. Por lo menos, los responsables deberían reconocer que se equivocaron.

martes, 20 de mayo de 2008

Religión, trabajo y sufrimiento



Religión, trabajo y sufrimiento

IGNACIO SOTELO 20/05/2008 EL PAIS

En la Antigüedad, el ciudadano libre desplegaba distintas actividades empresariales, sociales, políticas, culturales, pero en rigor no trabajaba. El condenado a trabajar era el esclavo; el ciudadano libre quedaba excluido, en primer lugar, porque hacer lo que mande otro supone una dependencia incompatible con el status libertatis. El ciudadano libre decide por sí mismo qué hace, cómo y cuándo, sin obedecer más que a la ley. Realiza actividades (ergon), en latín, opera, pero no trabaja (ponein), que además de un sometimiento a la voluntad de otro, conlleva un ponos, un esfuerzo doloroso. Que trabajar significa sufrir se trasluce también en el vocablo latino de labor, que viene de labare, desfallecer ante una carga.

Con el cristianismo, trabajo, obediencia y sufrimiento adquieren una dimensión positiva

Los requisitos de la educación actual son espíritu crítico e iniciativa individual

Con el cristianismo el trabajo, vinculado al sufrimiento, adquiere una dimensión positiva. Por el pecado de desobediencia, Dios condenó a nuestros primeros padres "a ganar el pan con el sudor de la frente". Los padecimientos del Hijo de Dios, muerto en la cruz para redimir al género humano, sacraliza también el sufrimiento que el trabajo comporta. Cierto que el trabajo supone un esfuerzo doloroso, pero hemos venido a este mundo a sufrir, como Jesucristo padeció en la cruz por un amor infinito. "Aquí abajo, el dolor es la sal de nuestra vida". "Bendito sea el dolor, amado sea el dolor, santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!", leemos todavía en Camino.

En la segunda carta a los Tesalonicenses san Pablo escribe "el que no quiera trabajar que no coma. Pues bien, tenemos noticia de que algunos de vosotros viven ociosamente, sin otra preocupación que curiosearlo todo. De parte de Jesucristo, el Señor, les mandamos y exhortamos a que trabajen en paz y se ganen el pan que comen" (2 Tes, 3 10-13). El cristianismo, sin embargo, en la práctica ha reducido el deber de trabajar a los que no puedan alimentarse de otra forma.

Educar para el trabajo y el esfuerzo doloroso, con un control estricto de las pasiones y una recia disciplina en el comportamiento, elevando la obediencia a virtud, se opone a la educación que recibía el ciudadano, cuyo afán principal era aprender a convivir en libertad. El cristianismo, en cambio, al fin y al cabo religión de esclavos, Nietzsche dixit, rechaza vivir un ocio con sentido, curiosos de todo lo que pasa a su alrededor, con tiempo y ganas de cuestionarse a sí mismo y a los demás.

En la Edad Media, la pereza se contará entre los pecados capitales. El monacato -ora et labora- divide la jornada con un horario estricto. No olvidemos que el monasterio inventa el reloj, como el instrumento que impone orden y disciplina a la cotidianidad. Las primeras formas de acumulación capitalista resultaron de una vida ascética, dedicada a la oración y al trabajo. Max Weber enlaza el surgir del "espíritu del capitalismo" al ascetismo intramundano del calvinismo y el puritanismo. Sin ningún género de duda el cristianismo ha contribuido de manera decisiva a la posición central que el trabajo ha ocupado en la sociedad capitalista moderna. La cuestión que hoy se plantea reza, ¿qué consecuencias sociales y religiosas tendrá el que el trabajo dependiente esté desapareciendo?

La revolución tecnológica de los últimos lustros -automatiza-ción y nuevas técnicas de comuni-cación- promociona una sociedad en la que el beneficio del capital depende cada vez menos del trabajo asalariado. El trabajador no ha conseguido, como pronosticó Marx, acabar con el capital, sino que ha sido el capital el que puede prescindir del trabajo. La civilización industrial demandaba una educación que ponía en un primer plano disciplina y obediencia, las dos virtudes del esclavo que tanto exaltó el cristianismo. Pero en un mundo en el que está desapareciendo el trabajo basado en el esfuerzo físico, directamente vinculado al sufrimiento, se va perdiendo la significación que estas dos cualidades tuvieron en el pasado.

El hombre de hoy centra el esfuerzo físico en el deporte, que sustituye en cierto modo al trabajo manual, como el ciudadano libre lo hizo en la Antigüedad. Ambos sexos se muestran capaces de ejercer las mismas actividades, una vez que una menor fuerza física, la única inferioridad real de la mujer, ya no cuenta. La alta tecnificación de la guerra permite incluso que la mujer combata como un soldado más, actividad de la que había quedado excluida cuando la eficacia de los mandobles dependía de la fuerza de su brazo. Una buena parte de la discriminación social que la mujer ha padecido largos siglos tuvo su origen en que no pudiera imponerse, acudiendo al uso de la fuerza.

Junto con la equiparación de la mujer, la completa transformación del trabajo es el otro cambio mayúsculo que se está operando en las sociedades avanzadas. El trabajo físico doloroso que exigía una obediencia ciega pertenece al pasado; ahora se requieren personas cada vez mejor cualificadas que disfruten con lo que hagan de manera autónoma y responsable.

Importa tener muy presente que en el mundo de la automatización y de las nuevas tecnologías, no sólo se precisa de una población más educada, sino sobre todo educada de otra forma. La vieja educación que exaltaba la disciplina, la obediencia y la disposición a sufrir, ha de dejar paso a una que, sin renunciar al gozo de vivir, ponga en un primer término el espíritu crítico y la iniciativa individual. Ahora que por fin se puede hacer extensiva a todos, tal vez haya que inspirarse en la educación que recibía el ciudadano libre en la Antigüedad, basada en un desarrollo personal que impulse la iniciativa de cada cual.

Predicar el sufrimiento como principio de salvación era congruente con un mundo en el que la inmensa mayoría estaba condenada al esfuerzo doloroso y a la obediencia sin réplica. Un cristianismo que colocó al sufrimiento y la obediencia en el centro de lo humano tuvo sentido en un contexto social en el que la inmensa mayoría estaba condenada a realizar un trabajo desesperante.

Pese a que no quepa eliminar otras muchas fuentes de dolor, desde la muerte de los seres queridos al miedo a la propia muerte, desde la aflicción por el desamor, a la que conlleva el fracaso en nuestros mejores empeños, para la inmensa mayoría la primera fuente diaria de sufrimiento ha desaparecido con el trabajo humillante y doloroso. El recurso a una religión que transforma el sufrimiento en salvación seguirá acogiendo a algunos de los menos dichosos, pero no tendrá ya la universalidad que le proporcionó el trabajo como fuente principal de padecimiento.

Ignacio Sotelo es catedrático excedente de Sociología.

sábado, 17 de mayo de 2008

Amigo, porque eres...

Amigo, porque eres:

Lazo que une pero no ata.
Estrella que guía pero no encandila.
Árbol que acoge pero no encierra.
Torrente que sacia pero no ahoga.
Brisa que alienta pero no adormece.
Piedra que sostiene pero no aplasta.
Mirada que examina pero no juzga.
Silencio que recibe pero no abruma.
Cadena que sujeta pero no esclaviza.
Palabra que previene pero no aflige.
Crisol que templa pero no envilece.
Hermano que corrige pero no apena.
Manto que cubre pero no asfixia.
Lima que pule pero no hiere.
Música que armoniza pero no uniforma.
Mano que acompaña pero no fuerza.
Oasis que reconforta pero no detiene.
Corazón que ama pero no reclama.
Ternura que protege pero no avasalla.
Imagen de Dios, precisamente.

-De Elixires para el alma-

jueves, 15 de mayo de 2008

Cuando...


Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada;
cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores;
cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo,
y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted;
cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio,
entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.

Ayn Rand, La Rebelión de Atlas, 1957

miércoles, 14 de mayo de 2008

De Don Quijote a la actualidad






De don Quijote, al 2003...
Ninfa Duarte


... “En esto, descubrieron 30 a 40 molinos de viento que hay en aquel campo, y así don Quijote los vio.
Dijo a su escudero:
-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren 30 o pocos más desaforados gigantes, con quienes pienso hacer batalla y quitarles a todos la vida.....

- Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí véis no son gigantes sino molinos de viento...

- Bien parecen respondió don Quijote... ellos son gigantes, y si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración, que yo voy a entrar con ellos en fiera lucha...

... En diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance lo socorriese... con su lanza en el ristre se lanzó contra los molinos...

-¡Válgame Dios! Dijo Sancho al verlo caído. ¿No le dije yo que no eran caballeros?

- Calla, amigo Sancho! Que las cosas de la guerra están sujetas a continua mudanza”........... y sigue……"


Valga la aventura del Quijote para entrar en ciertas elucubraciones que me llegaron desde un lugar de la Mancha... Y que pasando unos cuantos siglos, no han perdido vigencia.

Pongámonos así: 30 ó 40 molinos (desaforados gigantes) son los tropiezos que el hombre enfrenta a diario en su cotidiano deambular, son los obstáculos en el camino, son fraudes del destino, son desaciertos causados por nuestra impericia, son antivalores que nos ciegan, son nuestros molinos interiores que llevan aguas a su propio caudal.

Allí están parados frente y dentro de nosotros mismos: la envidia, los celos, el egoísmo, la soberbia, la vanidad, la avaricia, el desamor, cual desaforados gigantes y los Quijotes modernos, todavía creemos que enfrentándoles con la espada de nuestra sencilla palabra los vamos a vencer.

Esos gigantes están dentro de nosotros, agazapados, disfrazados dispuestos a mantenerse firmes y allí no hay espada que pueda vencerlos, sino nuestra propia y personal decisión de “matarlos”.

Nunca son pocos los Sanchos que nos quieren hacer ver que a las dificultades debemos corregirlas nosotros mismos, o debemos desviarlas cuando no poseemos las armas para enfrentarlas o cuando los molinos no son del material frágil o maleable que pensábamos. Pero, nunca los consejos de los Sanchos fueron escuchados, ni antes, ni ahora. Y siguen los Quijotes enfrentándose a los molinos de viento...

- ¿No le dije yo que no eran caballeros?-dijo Sancho-

Y los Sanchos seguimos pensando que con poemas podemos cambiar el mundo.



Fuente: "Hidalgo caballero, don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes Zaavedra

sábado, 10 de mayo de 2008

Levedad

Levedad...
Reflexión
Ninfa Duarte

La vida, que en su andar cotidiano nos va arrastrando;
tiene montes, rutas, vados, riscos, valles, mares y desiertos;
lleva a cuesta suaves brisas, mansas lluvias, vientos fríos,
va trazando rumbo de la inconstancia, la levedad,
va marcando el ritmo de nuestro suceder, nuestro andar…
Atavismo del caprichoso destino que viaja en la grupa,
heredad de modales y maneras con raíces de tiempo;
marca la levedad de mil aconteceres y distancias.
Lo versátil se proyecta muchas veces, hasta en silencio
convirtiendo nuestras vidas en reflejos de mil colores;
inestables emociones, dudas, flaquezas, caprichos…
La inconstancia no es atributo deseable, es liviandad,
mas, los vados y los riscos de nuestros caminos,
son escollos y escombros que se interponen al empeño.
Persevera hermano! es el grito que ahuyenta lo voluble,
y firmeza de carácter, un látigo a la levedad, a la inconstancia…

miércoles, 7 de mayo de 2008

La palabra

Las palabras son el reflejo del alma,
nos perpetuamos con lo que decimos;
con ellas, damos sentido a nuestro mundo,
será bueno o malo, según lo describamos.
En nuestras palabras está nuestro destino,
nos vamos haciendo mientras vivimos,
“Verso a verso”, como dijo Machado.


El cielo y la tierra se encuentran en la palabra,
con voz de ángel o rugido de bestias,
dan indulgencias o condenan al destierro.
Cuidemos la palabra y estemos a su servicio
Usándolas... no utilicemos para hacer el mal.
Muchas veces sin que lo notemos
se convierte en pala que cava nuestra propia fosa;
o en puros versos damos la estocada final;
quedándonos un sabor amargo… porque
somos víctimas de nuestro propio veneno…


Hablemos bien de las rosas y olvidemos las espinas,
recitemos versos de amor y callemos amarguras.
La palabra nos juzga y también nos condena,
Si tienes el don de la palabra:
“Haz buen uso de ellas”
Podemos salvar al amigo y lavar las heridas
podemos cantar aleluyas o rezar letanías,
que las oraciones también son palabras
que nos llevan delante de Dios…
NINFA DUARTE

viernes, 25 de abril de 2008

Para los de más de 40



Para los de más de 40

(Eduardo Galeano)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; lo planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar.

¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores.

Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por donde se entra. Lo más probable es que lo de ahora está bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡Nos están fastidiando!¡ ¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!!
Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.

El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡ Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡ ¡ Lo juro!! ¡Y tengo menos de...........años ! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon. La goma solo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el "guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo "pasarse al "compre y tire que ya se viene el modelo nuevo".

Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!!

¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos...¡¡Como guardábamos!! Las cosas no eran desechables. Eran guardables.

¡¡ Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden "matarlos" apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. Ah ¡No lo voy a hacer!

Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.

Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí
Eduardo Galeano