domingo, 23 de agosto de 2009

Día de las cometas

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Para el viernes 14 se programó la realización del tradicional Día de las Cometas. El aviso se hizo una semana antes. Desde entonces todos los niños y las niñas comenzaron a vivir el entusiasmo que la jornada representaba.

Algunos se dieron a la tarea de confeccionar la cometa. Claro está que fueron pocos. La mayoría la adquirió en los puestos que por la temporada se instalan en la ciudad para la venta del juguete.

Recordaba entonces, que cuando era niño me reunía con los vecinos o con los compañeros de estudio, que generalmente eran los mismos, y emprendíamos la aventura de fabricar cometas. Buscábamos la “caña brava” por junio para que alcanzara a secar y así no resultara pesada. Ahorrábamos para comprar el papel y la piola. Y a mediados de julio, cuando comenzaba el viento elaborábamos las cometas. Se convertían en el tesoro más preciado durante un mes. Bueno, cuando sobrevivían a los vientos arremolinados de algunas tarde o se escapan de las garras de los gajos de los cerezos o alisos, árboles custodios de las montañas hasta donde ascendíamos para elevar a la par del frágil instrumento de colores, nuestros sueños que por entonces se acercaban a la holganza de niños desprevenidos y con pocas oportunidades frente a las que la actual generación dispone.

Pero volviendo al Día de Cometas de este año, partimos al plan de la finca El Retamo sobre las ocho de la mañana. El ascenso resultó suave por la temperatura fresca derivada de un cielo encapotado.

Ya en el llano, amplio y rizado, cada uno se dispuso a poner a punto su cometa. Para algunos era necesario colocar la cola, para otros conectar la piola a los cabrestos.

Y todos a esperar el paso del corcel transparente que se llevaría hasta las nubes nuestros juguetes.

Sí, y vino el viento y disfrutamos de ver los pájaros multicolores regodeándose en los cielos de agosto, sobre la vereda Monteadentro.

Regresamos sobre el mediodía. Cansados, pero felices. A los niños los esperaba el almuerzo en el restaurante escolar y a los maestros un fin de semana para hacer un alto necesario en la jornada.

viernes, 21 de agosto de 2009

suntentoso


Dar la vuelta sin econtrarse con lo mismo que alguna vez fue sensato. Prefiero colocar una flor en la retina del mundo. Prefiero cabalgar en pegasos centellantes con rayas de alquitran en sus patas. Prefiero reir.
Lamentablemente se alarga la subida como si la bajada se perdiera en la esquina junto al paloposte, si justo de bajo de la ampolleta parpadeante de mis ideas. Y aquel atajo que se contrapuso a la dirección previamente establecida.

Que linda que es la noche cuando se ve llena de lagrimas, que linda que se pierde la soledad entre la noche llena de risas, que linda que se perpetúa la vida en las sabanas de algun intruso pastor de ovejas, que linda, que mayordomo tan suspicas, que felicidad, que alevosia, que extraño, que silueta tan elegante, bueno pues soy tu humilde servidor, de cabello entrigado, de vestimenta araposa y de ojos sinceros, soy tu humilde caballero templario, de inmensas batallas perdidas y de estruendosas victorias, si es el estruendo el que me vio partir, si ahi...justo ahi...donde ya nada se pudo hacer....adios...

¿quien puede hablar de moral?, pues la moraleja es no hablar.

martes, 11 de agosto de 2009


esta de moda, se olle venir, hay que acordes más preciados, más hermosos...hay, si, soy el niño de la guitarra con un clavel y su música, con mi voz bajita, con mis sueños al hombro, con un camino que recién comienza, con una nota en re que estremece, con la escala del siglo persiguiendo la memoria, con la increible estupides, con mis manos heridas, con la frente marchita, con el alma pendiente y las palabras acumuladas, oraciones vacias, llenas de vida, oraciones complejas, faltas de ingenio.....que estupides más grande. ¿Puedo pedir un favor?, por favor.

que tremenda locura, que increible locura.

hojas de cualquier clavel


hay que tremenda conmoción, dejemos un poco para el camino.....

un segundo desaparecio
jugando con otro reloj
durmiendo entre la esquina y la pared
hojas de cualquier clavel.
no esperaba dejar de oir
asi empeze a salir
despierto entiendo cada corazón
hojas de cualquier clavel
el muro cada quien subio
vista plena al aluvion
perplejo queda el pescador
hojas de cualquier clavel

asi comienza a sentir
el cielo oscuro de abril
petalos con miel marron
dibujan todo el interior


no esperaba ver partir
las flores con un colibri
auyentando todo el temor
hojas de cualquier clavel.




y en esto se a transformado mi dia a dia......
me duelen los dedos de mi mano izquierda........

viernes, 7 de agosto de 2009

En el circo.




Luego de la recepción en La Garita, nos dirigimos al Restaurante de la Fundación. Compartimos el almuerzo en medio de la algarabía de los niños y jóvenes cucuteños que se benefician de este programa.

Salimos para el Palacio de la Cúpula Chata, sede del gobierno departamental. En la Sala Eustorgio Colmenares era la cita con el sr. Gobernador. Una espera de media hora ya que el funcionario estaba reunido con un político proveniente de Bogotá.

Y por fin. Sin aviso alguno hizo su entrada y presidió la mesa de juntas, invitando a los niños y las niñas a acompañarlo. Les expresó su alegría por tenerlos allí y les reafirmó su voluntad de continuar trabajando para mejorar las condiciones de vida de los infantes nortesantandereanos. Bromeó y luego preguntó si ya les habían ofrecido un refrigerio. Muy cordial fue este encuentro y luego de las fotos, partimos para la cancha de El Páramo. Le correspondía a un equipo de la Fundación Pardini enfrentarse con su similar de la Fundación Esperanza de Ser.

Pero la gran expectativa estaba en cada rostro por saber a qué horas partiríamos para el circo.

Superadas algunas dificultadas de transporte, lento por la hora de la tarde y el sector por el que transitábamos, apareció la carpa como un imperio en cuya fachada multicolor, muchas luces daban la apariencia de espectacularidad.

Las gradería llenas. Muchos niños acompañados por sus padres, ya disfrutaban de los números correspondientes a la primera parte del programa.

La segunda, a la que llegábamos, comenzó con el número de los leones. Después unas bailarinas. Un espectáculo en bicicletas, presentado por dos hermosas mujeres y el anunciado y terrorífico número de los motociclistas suicidas. Siete jóvenes dentro de una espera de malla metálica, con un diámetro no mayor a siete metros hicieron delirar a los asistentes. Un tejido de vértigo y peligro que como lo anunció el presentador, sería difícil de olvidar.

Otro momento y otro espacio para aprender mientras nos divertíamos.

Cumplida la agenda, con algunos retrasos, emprendimos el regreso a Pamplona y al notar que paulatinamente los pequeños fueron acomodándose para dormir en las sillas del bus, o recostados unos a otros, comprobé que la jornada había sido fructífera y empezaba a cobrar el merecido descanso, justo premio a un día de aventuras y emociones.

En La Garita



Este es un sitio de nefasta recordación. Fue ahí que hace cuarenta y cinco años, por este mes y casi que por día (4) se accidente el poeta Eduardo Cote Lamus. Luego nos encontraríamos con su fotografía como gobernador de nuestro departamento que fue, en la Sala Eustorgio Colmenares, donde fuimos recibidos por el sr. Gobernador.

Funcionó durante muchos años en La Garita una institución denominada El Amparo, cuyo propósito fundamental era brindar hogar y educación a menores infractores y en algunos casos desprotegidos.

Ahora, afortunadamente, funciona allí un Hogar Juvenil Campesino, y se borró la sombra que las llamadas en su momento “correccionales” pudo sembrar al lado de la hermosa vegetación que crece en el lugar.

Bajo un sol apremiante y luego de recorrer un sendero destapado, bordeado de árboles y llanadas, avistamos unas edificaciones de corte campesino. Al descender del bus y buscar sombra para guarecernos de la quemadora hora, fuimos reconociendo en la parte superior de algunas puertas algunos nombres: habitación, salón, baños… pero que quedaron de una época ya ida.

Y luego de alguna espera, bien aprovechada por la curiosidad de los pequeños, porque fueron ellos los que descubrieron en algún rincón de uno de tantos corredores un acuario que les convocó a otro momento de conocimiento, nos recibió la Gestora Social del Departamento, Dra. Cecilia Soler de Villamizar.

Algunas preguntas y otras tantas respuestas, informales, espontáneas, sobre todo de parte de los infantes de Monteadentro.

Y ante el anuncio de que el sr. Gobernador, necesitaba adelantar la hora para recibirnos, partimos hacia Cúcuta y retornamos al aula abierta y rápida del barrido observador desde el bus: nuevas formas de vegetación, los cujíes como sombrillas generosas y más adelante las torres de los tejares de Los Vados.

¿Qué es eso? ¿Para qué sirve? Y ¿Por qué tiene esa forma? ¡Ah, ese humo muy negro es contaminante de nuestro ambiente! ¿Y los policías? ¿Qué es lo que preguntan? ¡Ay, mire el semáforo! Si ve que el Rojo va arriba y es más grande. Pero este no tiene el amarillo. No, porque este es el del Peaje (Los Acacios) pero en Cúcuta si hay semáforos con los tres colores.

Preguntas y respuestas dentro de una clase que no tiene cara de clase pero que bien puede valer por dos o tres y sobre todo que no está la presión de la campana para el recreo, porque aquí de alguna forma, ¡Todo es un recreo!

Invitación de la Gobernación






Conocedora de la labor que se adelanta en nuestra Sede Rural Cariongo, la Gobernación de Norte de Santander y el Despacho de la Primera Dama, que continúan desarrollando estrategias para la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, nos invitaron a una jornada de interacción con los menores favorecidos por el Programa de la Fundación Esperanza del Ser y su proyecto de apoyo al menor trabajador.

Aunque la invitación se realizó con poca antelación, convoqué a niñas y niños con sus papás para comentarles esta posibilidad de enriquecimiento personal y académico.

Quince fue el número de cupos asignados. Y quince infantes fueron inscritos con la debida autorización de los padres y el visto bueno del señor rector de la Escuela Normal Superior. Pero el día jueves 6 de agosto, faltaron dos. Así es que trece fueron los favorecidos y privilegiados para compartir esta jornada.

La programación fue la siguiente:
• Recibimiento de la comitiva por parte de la Gestora Social del departamento, en la Garita.
• Almuerzo en el Comedor Infantil de la Fundación.
• Integración Deportiva.
• Recepción privada por parte del Señor Gobernador a la comitiva.
• Invitación a espectáculo privado para la delegación.

La salida, aunque prevista para las diez de la mañana se cumplió sobre las once, entonces, durante una hora el parque central de Pamplona se convirtió en el aula de clase.

Sirvió este espacio abierto para el juego, la observación que incluyó un detallado seguimiento a las palomas y una reflexión sobre quién las mantiene y dónde hacen o tienen sus nidos.

Y también aprovechamos el espacio y el tiempo para practicar algunos ejercicios de narración oral. Y aunque estaban destinados a nosotros y de pronto a algunos niños que acompañaban la delegación, más de un transeúnte mostró curiosidad e interés de escuchar alguna historia que los estudiantes compartían.

Ya en el bus de la Alcaldía Municipal que nos llevaría hasta Cúcuta, el campo de observación se hizo más abierto, pero con la limitante de lo raudo. Árboles, animales, colores, derrumbes, el río, vehículos, personas, el cambio paulatino de la temperatura, y muchos otros elementos del paisaje en que nos sumergíamos, se convertían en motivo de curiosidad, comentario, recuerdo, afirmación, respuesta, conclusión improvisada.

Hasta el primer punto de la programación: el recibimiento de la delegación en La Garita.