lunes, 16 de junio de 2008

El sueño de un niño


Soñaba ese niño con tantos juguetes...

Con el tren, el carro, el avión plateado, con los soldaditos
que firmes ponia, con una pelota, un bate y un guante,
con los patines y la bicicleta, con tantos y tantos juguetes
que allí guardaría.

Y luego el momento de ir a la escuela.
Un auto lo espera y se vió vestido
con un uniforme que lo distinguía,
sobre sus espaldas un morral de sueños
de fé, de esperanza, de paz y alegría.

Y luego en la noche dormiría feliz porque su mamá junto a él estaría,
contándole un cuento de príncipes, de hadas, de hermosos carruajes de reyes y reinas,
de animales que hablan, y árboles que cantan dulces melodías.
Y seguía soñando con su fantasía...

Pero aquel niño nunca lo pensó:
que todos sus sueños no se cumplirían,
porque los juguetes... jamás los tendría.

No lo espera un auto para ir a la escuela...
no tiene uniforme ni norte ni dueño,
solo lleva puesto sobre sus espaldas el morral de sueños...
Tampoco en la noche su mamá estaría
ni los cuentos de hadas nunca escucharía.

¿Qué le pasó al niño de cara sonriente, de ojos que miraban con gran alegría,?
...se fueron sus sueños porque la pobreza hizo que saliera de su fantasía.
Y empezó su lucha en busca del pan, por llevar a casa el diario sustento.

Enfrentando miedos,
disipando angustias porque en una cama su mamá lo espera,
llena de tristeza, sin paz,
sin aliento.
No conoció padre,
ni siquiera el nombre, porque nació fruto de cualquier momento...

Así hay muchos niños, sin lograr sus sueños, sin vivir momentos de la realidad, que no han podido cumplir con sus metas, perdiendo las horas que no volverán.
Si a tu lado pasa un niño de estos, no aproveches nunca esa situación, no rompas sus sueños, tiéndele la mano y acércalo a tí, él está carente no solo del pan, le faltan afectos, amor y confianza, cariño y ternura, los grandes valores que tú puedes dar.

Nelly Guerrero