lunes, 18 de agosto de 2008

Un detalle



No hay nada que te brinde tanta felicidad como un detalle.
Lo más sencillo, lo más tierno lo menos esperado es lo más hermoso.
Un día estas triste y de pronto recibes un detalle, quizá una flor, o una
hoja que se ha disecado dentro de un libro o la pluma de un ave
que dejó al levantar el vuelo ...y cambia tu vida, resplandece tu rostro y se te ensancha el corazón.

Un detalle es la expresión de un sentimiento.
Si lo recibes, te sientes feliz, alguien piensa en ti, parece que el mundo se detuviera y
tú sintieras que eres el más importante...pero si lo das que alegría hay dentro de ti,
manifiestas con ello tu aprecio, tu confianza tu amor y detallas cada gesto de la persona que lo recibe y hasta recuerdas con precisión el día y la hora.

Hace días tuve la oportunidad de visitar una casa de acogida de niñas, llevaba unos detalles porque
sabía que las niñas sonreirían y se sentirían felices recibiéndolos.
Pero no contaba que al lado de la inmensa alegría de regalar yo iba a tener la satisfacción de recibir un hermoso detalle.

Una niña se acercó y me entregó un pañuelo que ella había bordado con sus manos delicadas.
Sentí algo tan hermoso al recibirlo y junto al detalle su sonrisa y su voz entrecortada al entregármelo.

Un detalle tambien es un “Buenos días” al abrir tu correo, una palabra que nos halague, un gesto que nos alegra, una compañia que aleja la soledad, una foto, una canción que llegue al alma, un poema que toca al corazón.

Si quieres alegrarle a alguien la vida dale un detalle.
Verás que tú sales más beneficiado y sentirás como suenan las campanitas de tu corazón.

Nelly Guerrero