martes, 26 de noviembre de 2013

"Cerebro"



No puede conectar mis sueños
a una realidad común y compartida
y los sueños se vuelven delirios.
Mi cerebro procesa en dos formas distintas,
cada lado de mi cabeza piensa
de manera diferente y ve mundos distintos,
son dos seres conviviendo en mi cerebro,
cada cual es su reflejo
y cada reflejo es distinto en sí mismo.

El hemisferio derecho, se ocupa solo del presente,
vive en el aquí y el ahora; se alimenta de cada momento
y recibe la energía del cosmos,  por cada poro de piel;
Derrochando placer,  disfrutando del sabor de cada segundo de vida,
un collage de sensaciones,  fulgurantes explosiones
de color,  de sabor, de  música infinita,  que es un mundo particular
y colectivo  a la vez un ser único y perfecto conectado
a la energía del todo.

Una conciencia que es parte de toda la perfección,
somos seres de energía conectados entre sí.
Por la maravilla que habita en el lado derecho de mi cabeza,
sé que soy parte de una sola familia humana,
armónica,  perfecta y divina.

Aquí y ahora,
somos herman@s,  viviendo la experiencia
de la vida en este planeta,
para hacer de esta vida un lugar mágico.
El ser que habita en el lado derecho de mi cabeza
me dice que no soy una masa física,
soy conciencia creativa
y por eso soy totalmente completos, hermoso y perfecto.


Pero salta su reflejo al lado izquierdo de mi cerebro
y el ser que allí mora es completamente diferente,
lo mira con desdén, no comprende su desequilibrada
alegría, lo cuestiona, lo analiza,
lo razona con criminal metodología.

Juzga mi pasado
y construye mi futuro,
no le importa el aquí y el ahora,
no piensa en saltar de nube en nube
o correr desnudo por la playa.
Es un ser calculando el todo,
expectante de cada detalle
explotando cada momento según
su diseño, detalle tras detalle,
cataloga procesa cada echo
en su extensa biblioteca.


El momento ya no es un sueño,
es solo una ilusión,
asociada por el lado derecho de mi cerebro,
a lo que he sido en el pasado
y al proyecto que va haciendo
el lado izquierdo del cerebro
de aquel futuro que vendrá.

Mi lado derecho no cree en el tiempo,
vive y muere cada día.
Mi lado izquierdo, lo mide, lo cuantifica,
lo calcula, lo atesora, para un momento especial.
Él no es soñador es práctico,
tiene un lenguaje, es razonablemente
coherente,
es quien me recuerda todo.
Quien me dice que está bien que esta mal…