viernes, 30 de mayo de 2008

Día de Canarias



Desde la distancia, en pleno corazón madrileño, trabajando, cuando en mi tierra donde nací están de fiesta, con calor, en día de playa, con un puente largo y celebrando el Día de Canarias, me entran las añoranzas lógicas y normales. Ser canario es sentirse, es algo que se lleva dentro, difícilmente explicable. Cuando me preguntan de donde soy siempre digo que soy de Canarias, y si no saben dónde queda luego sigo con España. No, no soy independentista ni nacionalista. De hecho vivo en Madrid y aquí tengo mi hogar, porque aquí he encontrado mi trabajo. Pero es un sentimiento donde todo se mezcla.

Estamos hechos por el mar, por ese mar que nos envuelve que es nuestra cercanía y nuestro horizonte, que nos une y nos separa, que nos lleva a otros sitios y que nos trae de otros lugares, que hace salir y entrar, que nos roza con todos los lugares del mundo, que nos ha hecho, por esas entradas y salidas, mestizos e interculturales. No se puede poner fronteras al mar, aunque los gobernantes de turno lo quieran hacer. Siempre, por eso mismo, hemos sido un pueblo abierto. Y me apena y entristece los discursos de quienes nos gobiernan que nos ven a nosotros mismos como exclusivistas, como si fuéramos los únicos. Siempre hemos sabido salir y siempre hemos sabido dejar entrar. El mar nos ha hecho soñar. Y cuando paseo por las anchas llanuras de Castilla y veo al fondo el azul del cielo que se pega con la tierra pienso que es el mar del que cada kilómetro recorrido me voy sintiendo más cercano.

Día de Canarias. Ojalá sirva para descansar, para contemplarnos a nosotros mismos, para seguir siendo lo que siempre fuimos y nunca debemos dejar de ser: un pueblo abierto al mar, donde las olas todo lo mezclan.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Las nubes están de fiesta


Recostada en el césped levanto mi vista hacia ese cielo azul
cuya inmensidad me recuerda la grandeza del creador.

Las nubes han convocado a un festín y llegan engalanadas
con su ropaje blanco:
la reina las princesas, las doncellas y las hadas.

Cada una con su presente:
la reina con sus joyas,
las princesas
con sus zapatillas,
las doncellas con sus velos...
pero las hadas
llegan con sus manos vacías
parece que la varita mágica se quedo enredada
en alguna montaña de nieve.

Pero no hace falta
ellas traen su presente en el corazón,
son su buenos deseos:
la alegría, la esperanza, la confianza, la justicia ,la paz, la comprensión, la bondad,
y el amor.

La fiesta empezó y la alegría inundó el cielo
,la esperanza trajo una estela de confianza,.
y esta trajo la paz,
la paz la tranquilidad,
la tranquilidad la seguridad
y la seguridad abrió las puertas a la libertad,
pero faltaba un deseo para que las nubes
con sus hermosas siluetas,
pudieran formar una guirnalda de luz y de ilusión.

Entonces apareció algo que todo lo iluminó,
era el más importante de los deseos,
era el AMOR, que todo lo llena, que todo lo hace resplandecer.
Es que las nubes nos regalan tantas formas que nuestra imaginación
se agiganta en aras de crear un mundo lleno de amor.

Nelly Guerrero

martes, 27 de mayo de 2008

Dolor de futuro




Van haciendo vida
a saltos pequeños
siguiendo a la madre.
Van dejando huellas
en la acera ardiente,
corren tras el pan.

Desnudos sus pies
que saben a cierzo,
raudales y arena.

Van haciendo vida
desde que aprendieron
que andar es comer...

Piececitos rojos
calientes de sol,
niños andariegos
que cada mañana
pisan la sombra
que deja mamá;
la que va ofreciendo
frutos de cansancios,
vendiendo esperanza
de pan y sudor...

Sus niños descalzos
van haciendo vida
mientras el destino
traza su historia
por los arrabales
y la gran ciudad.

El niño cansado
de andar sin zapatos
aprende a golpes
a ganarse el pan.

Dolor de futuro
y pisadas firmes
forman su bagaje;
Van haciendo vida...
van comiendo soles...
y aprenden a golpes
a ganarse el pan.
Ninfa Duarte

lunes, 26 de mayo de 2008

La inmigración, un delito. ¿Es eso positivo?


Si la inmigración, a partir de ahora, es un delito –dixit en Italia-, consiguientemente los inmigrantes son unos delincuentes. Sí, ya sé que se refiere a la inmigración ilegal. Pero lo de ilegal es un apelativo que ha funcionado siempre, pues será harto difícil que la gente llegue con un papel debajo del brazo más un contrato de trabajo.

¿Es justa esa normativa? Si nos atenemos a todo lo que conlleva alrededor de la inmigración, puede que hasta que sí, que sea positiva. Calificar la inmigración como delito, supondrá también, digo yo, el mismo calificativo para las causas que originan dicho fenómeno. Mira por donde los italianos van a ser una avanzadilla en este terreno: para ellos se supone que también es delito el hambre organizado que hay en el mundo cuando todos sabemos que podría paliarse, para ellos será también delito las guerras que hacen que seres humanos huyan para salvar sus vidas, para ellos será también delito las bombas racimos que contribuyen a dejar inválidos a cientos de miles de personas en continentes devastados, para ellos será también delito las dictaduras que persiguen a los que actúan y se expresan de forma diferente y obligan a que muchos tengan que huir de sus países para defender su integridad física.

Mira por donde los italianos han declarado ilícito, y conducta delictiva, lo que hasta ahora otros gobiernos no se habían atrevido. Sus leyes tendrán que lograr que en el mundo entero se combata el hambre, la miseria, la guerra y cualquier tipo de dictadura. Y tendrá que ser esto aceptado por el parlamento europeo. Si dan el visto bueno a la ilegalidad de la inmigración, también serán ilegales sus causas. Es lo normal.

Lo único que no me casa es como conciliar todo ello con el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que habla de la libertad de las personas para fijar su domicilio en cualquier punto de la tierra. Tendrán que volverse a reunir todos los países del mundo, con el consiguiente gasto de dinero, para declarar ilegal ese artículo y suprimirlo, dejarlo vacío o en su lugar poner alguno que declare delito, delincuencia, ilícito o la fórmula que mejor se ajuste en Derecho a las causas que provocan los desplazamientos forzosos de un lugar a otro, con todas las consecuencias que conllevaría de trabajar y esforzarse por eliminar dichas causas.

viernes, 23 de mayo de 2008

Recordando cosas del 68



Recordando anoche el recital de Raimon hace cuarenta años a uno le vienen a la memoria infinidad de cosas. Había una dictadura, las reuniones no eran libres, tampoco las manifestaciones, los grises corrían detrás del que protestaba, los sindicatos no oficiales tenían que esconderse, casi todo lo que podía resultar bonito a los sueños de los jóvenes de entonces era clandestino y había que realizarlo jugando al escondite. De hecho aquel recital terminó con la paranoia de una invasión policial.

En medio de ello uno se acuerda de revistas como Triunfo o El Ciervo, o de filósofos como Aranguren que intentaban poner otra voz y apuntar a otras reflexiones. Bien que se portó el decano de la universidad haciéndose el tonto con el festival famoso, pero también mucha gente de aquella época ya se reunía a escondidas y los carteles con las imágenes del Che adornaban las paredes del interior de muchas habitaciones. Era como un símbolo de que algo nuevo se necesitaba no solo en la sociedad sino también en la iglesia donde se iba fraguando movimientos de base impulsados por el abrir las ventanas del Papa Juan para que el viento se llevara el polvo acumulado.

Fue también el tiempo de movimientos maoístas y ácratas. Recuerda uno con cara de asombro personas conocidas y famosas posteriormente en la sociedad democrática que militaban en los mismos. Ya se habían producido también atentados de Eta en el País Vasco. Algo bullía en la sociedad que pedía un cambio social, cultural y político. Las cosas van surgiendo poco a poco, y de abajo arriba. Todo pareció quedar paralizado no solo en España sino en el resto de Europa, pero una semilla había sido sembrada. Recitales de Paco Ibáñez, acciones simbólicas que se gestaban en los colegios mayores de entonces como si dieran espacio a una universidad más cercana a la sociedad. Profesores expulsados de la Universidad como el querido Aranguren fueron hitos de que lo imposible en algún momento podía tornarse posible. Aunque gente, como Fraga, intentaran justificar la necesidad de una prevención con aquellos llamados estados de excepción que ya para conocerles hay que ir a los libros de historia, si bien se daba cuenta que no podía parar la incandescencia que comenzaba a encenderse. Hubo también otras Pragas entre nosotros, aunque nada cortó el sueño de que no se podía enterrar del todo al 68 y que hizo que los movimientos de izquierda no durmieran en el sueño de los justos, pues aunque no se les viera, seguían con las suyas. Luego ya vino la Transición, los consensos, el limar puntos de vista, el quitar aristas, y lograr un engranaje donde todos cupiésemos.

Más allá de todo ello hay un espíritu, el espíritu del 68, que nunca debemos enterrar en ninguno de los ámbitos donde actuamos: sociales, políticos, culturales, religiosos, filosóficos. Siempre lo vamos a asociar al espíritu del cambio y de la renovación, en cuya dirección siempre vamos a estar llamados a movernos, y necesitados de hacerlo. Pararse no es bueno.

jueves, 22 de mayo de 2008

Manifiesto EDUCACION PARA LA CIUDADANIA, SI





MANIFIESTO EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA SÍ

La inclusión en la Ley Orgánica de Educación de un área denominada Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos ha provocado una espiral de reacciones, muchas de ellas ultramontanas, procedentes de la jerarquía eclesiástica y de entornos conservadores, en las que afirman que esta medida, para ellos una imposición, supone un intento del Gobierno por implantar un sistema con el que adoctrinar a los/as estudiantes y llevarlos del lado de la ideología que preconiza el propio Gobierno.

Prestos y audaces, los sectores educativos situados a la derecha, todos ellos con un peso católico determinante, han organizado plataformas contra la educación para la ciudadanía. Parece como si quisieran que éste tomara el relevo al recurrente debate de religión en las aulas sí, religión en las aulas no. Pero con esta estrategia obvian que no hay lugar para la comparación.

El debate sobre religión sí, religión no, se ha convertido en el auténtico paradigma en cualquier debate educativo en el país, ya que alude a un tema cerrado en la Constitución por consenso, pero trastocado con la firma del Concordato, lo que no impide que nuestra realidad laica pueda acogerse a una legalidad aconfesional.

¿Qué es lo que convierte en vano y torticero este intento de equiparar ambas materias?. ¿Por qué para nosotros no hay ninguna duda?. Educación para la ciudadanía sí.

Claro que sí, porque los poderes públicos pueden y deben organizar enseñanzas que trasmitan a los/as estudiantes valores, derechos y deberes. Por mucho que le duela a la jerarquía católica, la iglesia no legisla, la iglesia podrá dar su opinión, pero tendrá que asumir que los derechos de los/as ciudadanos/as los regula la sociedad a través del Estado, porque, sencillamente, la organización de la vida en común, la compartida en un espacio de convivencia bajo unas normas colectivas, pertenece a los/as ciudadanos/as democráticamente, a los/as ciudadanos/as individuales que se aglutinan en sociedad. No pertenece a Dios. La vida es de los hombres y las mujeres y con ella hacen lo que quieren de acuerdo a la ley que sanciona la mayoría.

Por tanto, si tenemos claro que esta asignatura no es una imposición, sino la voluntad de la mayoría, podemos avanzar en sus contenidos y estructura, aseverando que no constituye tampoco un compendio de ideas de partido o de gobierno, puesto que, como recordaba la gran pedagoga y activista de la pública Marta Mata, en 1791 Condorcet asentaba las bases para la escuela pública señalando que la enseñanza de los Derechos Humanos debía serlo como conquista de la humanidad, no como un dogma. Y esta es la idea que reflejan los diferentes manuales de la asignatura.

Para nosotros, esta área debe buscar la formación para la información y el conocimiento, la información para la opinión, y la opinión para la participación y la crítica social. Estas son las bases sobre las que se asienta una sociedad donde los ciudadanos son responsables, y tratan de trabajar en torno al diálogo, el consenso y el acuerdo.

Es necesario que, además de en los currículos de la filosofía o de la ética, se enseñen, orientados en el ejercicio de la práctica ciudadana, los valores de la ilustración impulsados por la razón, vertebradores del europeismo y de la defensa de los Derechos Humanos; los valores liberales, que reivindican la libertad individual, la emancipación del ser, su total independencia; los valores democráticos, formados por las igualdad de todos ante la ley, la representación a través de las instituciones y el gobierno de la mayoría para todos; los valores de la solidaridad y del compromiso con el otro y con sus necesidades.

Se hace necesario, por tanto, una asignatura que enseñe y potencie los valores ciudadanos y su ejercicio práctico, y que potencie también la práctica misma de éstos en el aula, a través de la entrada de otros actores de la ciudadanía, como los movimientos asociativos de diversa índole, especialmente los movimientos juveniles y medioambientales.

Por otro lado no podemos admitir que tanto la Conferencia Episcopal como la derecha hayan "acusado" a esta asignatura de tener contenidos inmorales y un espíritu adoctrinador, ni tampoco que autoridades educativas de distintas Comunidades Autónomas estén llamando al incumplimiento de la ley, a la objeción ilegal . Desde FAEST opinamos que la enseñanza de los valores constitucionales, el aprendizaje de los derechos y deberes que tenemos como ciudadanos y el estudio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sería en todo caso un conjunto de elementos básicos para el completo desarrollo de las personas y por tanto, éstas estarían totalmente preparadas para no caer en ningún tipo de adoctrinamientos o embustes como a los que diariamente están sometidas por parte de los sujetos anteriormente nombrados. Además Educación para la Ciudadanía supondrá a medio plazo un cambio notable en la sociedad, haciéndola más participativa, más solidaria, más tolerante, en definitiva convirtiéndola en una sociedad del siglo XXI.

Esta es nuestra posición, sí a la educación para la ciudadanía, y estaremos dispuestos a defenderla ante aquellos que la etiquetan de imposición del gobierno socialista, siempre dentro de las formas y reglas de la democracia, de la limpieza del debate público, igual que seguimos reivindicando que la regulación final de la enseñanza de las religiones quede exenta de optativa alguna, lo que refuerza, de nuevo, el ejercicio de la libertad de cada cual para formarse en los valores religiosos que le de la gana. No en vano, no son éstos valores los que ofrecen el basamento de las sociedades democráticas. La base de nuestras sociedades es la ciudadanía. Por qué no enseñar a ejercerla.

miércoles, 21 de mayo de 2008

En la huerta escolar aprendo y me divierto.

Hoy miércoles adelantamos la segunda jornada dentro del proyecto "En la huerta Escolar Aprendo y me divierto"
Era necesario desherbar las plantas que con los últimos aguaceros de abril habían ganado en tamaño y despliegue de sus hojas, sobre todo si del repollo y de la acelga se trata.
En esta primera siembra (directa o por trasplante) hay en la huerta: repollo, acelga, zanahoria, remolacha, cilantro criollo y cilantro cimarrón, lechuga.
En cuento al pepino cohombro las plantas están muy pequeñas y se observa que este clima frío no les ha favorecido lo suficiente.
Aprovechamos la presencia de algunas maticas de caléndula que nacieron en medio de las hortalizas y las trasplantamos a nuestro terreno donde crecen las plantas medicinales y aromáticas.
luego de la resiembra a principios de abril ya el hinojo, el toronjil y la menta empiezan a robustecerse.
La poda del romera ha permitido el nacimiento de nuevos brotes y por los lados del tomillo retoñan con alguna fuerza los troncos.
Muy dinámicos y colaboradores estuvieron los estudiantes de cuarto y quinto.