No pudo ser, el Atleti repite su propia historia y deja escapar una Copa de Europa cuando apenas quedaba tiempo para terminar el partido y ver como en el último suspiro el Real Madrid empata el partido con un gol de Sergio Ramos en el descuento.
El Atleti se había adelantado en la primera parte con un gol de Godín e intentó mantener esa ventaja durante todo el partido pero poco a poco las fuerzas flaquearon y el Madrid que solo se vino arriba en los últimos 20 minutos del encuentro logró in extremis empatar el partido. Después llegaría la prórroga y una plantilla hundida vería como caían 3 goles más en la segunda parte de la misma, casi una repetición de lo acontecido hace 40 años cuando el Atleti cayó derrotado por el Bayern de Munich en el partido de desempate.
No fue suficiente el gran empuje con que contaron los rojiblancos desde las gradas que se dejaron oír durante todo el partido. Además el Atlético contaba con las importantes bajas de Arda Turán y Diego Costa que solo duró en el terreno de juego 8 minutos tras haber intentado forzar una más que temprana recuperación de su lesión, un grave error por parte del brasileño y del Cholo Simeone que debieron aceptar el contratiempo y no entrar siquiera en la convocatoria. La temeridad además implicó el tener que gastar un cambo demasiado pronto y no tener un hombre más de refresco para la segunda mitad.
Dejo aquí un once para la historia, el once que logró imponerse durante muchos minutos al Real Madrid y que tuvo muy cerca la consecución de la primera Copa de Europa en su formato Champions League: Courtois, Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis, Koke, Gabi, Raúl García, Tiago, Villa y Diego Costa. Después entrarían Adrián por el lesionado Costa, Sosa por Raúl García (cambio que se demostró equivocado) y Alderweireld por Filipe Luis. Ya sin cambios jugadores como Juanfran acabaron casi cojos debido al desgaste físico y a alguna tarascada recibida.
Pero a pesar del varapalo recibido los atléticos nos sentimos orgullosos de nuestro equipo que ha plantado cara al rey de las Copas de Europa y cayendo ante él sólo en la prórroga, un equipo que nos triplica en presupuesto y que podía contar con todas sus estrellas. Un equipo que contó con pequeñas ayudas arbitrales al librarse de alguna tarjeta amarilla (Ramos debió ver la segunda) y prolongando en exceso la segunda parte del encuentro con unos inexplicables 5 minutos, el gol llegó en el tercero que probablemente era el límite razonable a añadir, esos 3 minutos. Sin embargo después no añadiría los dos minutos perdidos en la celebración del gol del empate, incoherencia total, aunque seguro que tampoco servirían de mucho dado el hundimiento anímico y físico de los rojiblancos.
La verdad es que es cierto que el Madrid gozó de varias ocasiones para marcar y que el Atleti especuló demasiado con el resultado y aunque lograba tener el control del balón hasta el minuto 70, se mostró por contra inoperante en ataque ya en terrenos del área, ni Villa ni Adrián lograron crear peligro en la misma. Adrián se internó en varias ocasiones por la banda pero su peligro se difuminaba al llegar al área.
Eso sí, partidazo de Gabi, sin duda el mejor del partido, y mientras Del Bosque con miopía galopante, pero puede más la camiseta de un jugador que su valía.
En cuanto a la jornada vivida en Lisboa una vez más impresionante por el ambiente creado aunque hay que decir que la organización por parte de la UEFA, Ayuntamiento, Metro y demás fue escandalosamente mala:
- toda la semana con el trajín de si fan-zone sí o fan-zone no, que si pantallas gigantes si o pantallas no, que si la fan-zone del Madrid sí y la del Atleti no, que la del Atleti se monta, se desmonta y se vuelve a desmontar para después moverla de sitio, y desde luego ningún tipo de señalización para llegar a ella.
- lo del Metro de escándalo, misma línea para ambas aficiones, de forma que a las estaciones de la zona atlética llegaban ya los trenes abarrotados de aficionados madridistas procedente del centro histórico de la ciudad y con una frecuencia de hasta 7 minutos entre tren y tren, una única y estrecha boca de Metro en la parada atlética. ¿Para qué la separación entre aficiones si luego no hay trenes segregados?, ¿cómo una frecuencia entre 5 y 7 minutos entre tren y tren?.
- En la zona atlética inexistencia de locales de hostelería en las cercanías y una carpa montada de la forma más cutre sirviendose los refrescos con botellas de dos litros de marca Makro, cualquier verbena de barrio estaba mejor organizada y con bebidas de mayor postín. Y si tacañeaban con la calidad de los refrescos no quiero pensar cómo serían las bebidas alcohólicas, que tampoco sé si había.
- Salida del estadio: TERCERMUNDISTA, miles de aficionados agolpados sin apenas poder moverse por tener que coincidir buena parte de los mismos en una única escalera tras haber salido por varias puertas (¿por qué no se construyó una rampa? que el estadio tiene apenas diez años, mejor dicho varias rampas) tardé cerca de media hora desde que salí del edificio del estadio hasta que llegué a la calle propiamente dicha, un recorrido de menos de 200 metros; a efectos comparativos estoy hablando de un recorrido equivalente a salir del Calderón y llegar a los edificios de viviendas de enfrente en un trazado de zig-zag. No quiero pensar qué hubiera pasado en caso de salida precipitada por algún tipo de emergencia. Y menos mal que la afición madridista aún aguardaba dentro del estadio de manera que solo se estaba desalojando medio estadio.
- Y para rematar la faena: autopista de peaje Lisboa-frontera, una autopista de tres carriles que desemboca en un peaje con solo 4 puestos de cobro, y dos de ellos cerrados, como consecuencia retención de dos horas, un recorrido de 200 km se hizo en 4 horas, dos de esas horas siendo en circulación casi a velocidad de peatón. Y suerte que al menos al final decidieron que el peaje fuera libre y ya se pagaba si parar, pero claro después del efecto embudo y lógicamente a velocidad reducida entre las cabinas de control.
En cuanto al comportamiento entre las aficiones, hasta lo que yo he visto in situ sin ningún problema. Algo he visto en la TV de algún incidente aislado casi inevitable dado el volumen de aficionados desplazados, pero creo que el ambiente general ha sido de respeto y correción sin llegar tampoco a la camadería, en el fondo nos estamos aguantando durante todo el año. Eso sí, mucha separación de los trenes y autobuses por aficiones, separación en las estaciones, y luego nos juntaban a todos en el metro, o nos juntábamos por las calles, aunque como digo por lo vivido por mi sin ningún problema, hasta con algún momento de sano cachondeo, como debe ser el fútbol.
Por otra lado me sorprendió ver la pancarta de los Ultras Sur en el estadio, se supone que estaban disueltos y que ya no contaban con apoyo institucional, pero al parecer debieron tener suerte en el sorteo de entradas efectuados por el Real Madrid. Por el bando contrario también parece que el Frente atlético contaba con su propia zona reservada y que seguramente no consiguieron entrada guardando cola día y noche como la mayoría de los abonados; me sigo oponiendo a estos privilegios. Además ambas aficiones lucieron bengalas, no lo entiendo después del minucioso cacheo uno a uno al que nos vimos sometidos los espectadores pacíficos que ni siquiera podíamos entra botellas de agua o unos sandwiches o comida (esto último supongo que para promocionar el consumo en los puestos del propio estadio).
Por lo demás ciudad bonita que ya conocía, y gente amable, nada que ver con los organizadores, y desde luego lo mejor de la jornada la afición atlética: una afición que no dejó de animar y volcada con su equipo, una afición que se dejó oír incluso después del empate y después de la derrota, una afición que no desalojó las gradas de forma inmediata al pitido final como hacen otras en estos casos, se quedó ahí para seguir gritando "Atleti, Atleti" y "Campeones, campeones", porque no lo olvidemos: somos campeones de liga, pero también nos hemos comportado como campeones, este es el único partido perdido en toda la competición y solo tras una prórroga; en partidos a noventa minutos (o noventa y cinco) somos el único invicto de la Liga de Campeones.
Pese a quien pese, hemos molestado y hemos eliminado a varios de los campeones de las últimas ediciones: Chelsea, Barcelona, Milán y Oporto. La temporada se termina y pronto empezará la nueva y será con nuevo derbi capitalino con la Supercopa de España en juego, intentaremos seguir molestando y si de paso logramos más títulos pues mejor. El balance de esta temporada no puede ser inferior al sobresaliente, nos faltó muy poco para la Matrícula de Honor, realmente nos sobraron dos minutos para poder haberlo conseguido. Pocos esperaban este final de temporada allá por el mes de agosto pasado, muchos se agarraron al "ya caerán".