jueves, 8 de mayo de 2008

Al lado de la vida



Tempranito, desde la mañana, cuando hemos salido a la calle y hemos visto la prensa con sus grandes titulares en los kioscos o en las manos de los que pasaban a nuestro lado, la vida parece haberse teñido de duelo. De un duelo que a todos nos impresiona pero que, a fuerza de repetirse, parece que a nadie le importa. Son cosas que no se entienden, que no entran en los límites de lo razonable. Dos madres que matan a sus niños pequeños. Una que asfixia a su hijo pequeño de cinco meses mientras dormía, y otra que lo tira por un risco con apenas cuatro meses, aunque en este casó aún, al menos, no ha muerto. Depresiones post parto, enfermedades apuntan a las causas que están por detrás.

No puede uno menos que hacer una mirada dolorosa a la realidad. Y una mirada reflexiva que nos recuerda que alguien olvidó esas enfermedades de las susodichas mamás. La niebla del caso nos impide ver con claridad. No hay explicaciones. ¿Podría haber previsiones? ¿Las podría haber calculado alguien? Todos los días asistimos en esta sociedad a espectáculos similares donde los protagonistas, que somos nosotros mismos, la propia sociedad, parece padecer de locura, como si fuéramos un árbol que, no siendo otoño, se va desprendiendo de sus hojas. Se siguen rompiendo espejos, se siguen quemando tejados, nos vestimos de negro, y siempre los que no tienen culpa son los que pagan. Esta vez niños de pocos meses. Todavía no habían aprendido a decir mamá.

En cualquier parte del mundo, por otros motivos y con otras edades, hoy siguen calcinándose personas, cuerpos de gente, condenando a otros con la pena de muerte y disponiendo de la vida de los demás. No importan sus nombres ni su procedencia. Son seres humanos. ¿Debemos seguir espantándonos? ¿O hemos puesto un límite al espanto?. En medio del horror de las cosas que no llegamos a entender solo se me ocurre una pequeña reflexión, unas pocas palabras: que la mayoría no seamos indiferentes, y que no aprendamos a mirar para el otro lado del sufrimiento sin intentar buscar soluciones al mismo. Eso también es estar del lado de la vida. Que a todos nos importe, o a la gran mayoría, al menos.

miércoles, 7 de mayo de 2008

La palabra

Las palabras son el reflejo del alma,
nos perpetuamos con lo que decimos;
con ellas, damos sentido a nuestro mundo,
será bueno o malo, según lo describamos.
En nuestras palabras está nuestro destino,
nos vamos haciendo mientras vivimos,
“Verso a verso”, como dijo Machado.


El cielo y la tierra se encuentran en la palabra,
con voz de ángel o rugido de bestias,
dan indulgencias o condenan al destierro.
Cuidemos la palabra y estemos a su servicio
Usándolas... no utilicemos para hacer el mal.
Muchas veces sin que lo notemos
se convierte en pala que cava nuestra propia fosa;
o en puros versos damos la estocada final;
quedándonos un sabor amargo… porque
somos víctimas de nuestro propio veneno…


Hablemos bien de las rosas y olvidemos las espinas,
recitemos versos de amor y callemos amarguras.
La palabra nos juzga y también nos condena,
Si tienes el don de la palabra:
“Haz buen uso de ellas”
Podemos salvar al amigo y lavar las heridas
podemos cantar aleluyas o rezar letanías,
que las oraciones también son palabras
que nos llevan delante de Dios…
NINFA DUARTE

martes, 6 de mayo de 2008

De recuerdos



DE RECUERDOS.

Nuestra vida es un cofre
y en el vamos guardando,
uno a uno recuerdos de
de lo que hemos vivido.


La primera mirada,
lo suave de las manos que nos acariciaron,
la canción de cuna
que rimó a nuestro oído.


Los juguetes, los cuentos
el primer cumpleaños,
el calor del hogar
la autoridad del padre.


El aula, los amigos
la campana que ansiosa nos llamaba al receso
La fé, la esperanza, también la caridad.


Luego esos recuerdos tomaron
mayor fuerza.
Allí estaba el pasillo de la Universidad,
los libros, los amigos, los paseos y las fiestas.


Y junto al libro abierto
los ojos que miraban, robando sin aviso
la paz del corazón.
Una promesa eterna
uniría nuestras vidas, selladas para siempre
con el mas bello amor.


Vienen luego los hijos y se llena hasta el borde
porque llegan los nietos y con sus travesuras
lo hacen rebosar.


Pero hay recuerdos tristes que pesan mucho más,
y recuerdos amargos difícil de olvidar.
El cofre de la vida ya lleno por completo,
en un rincón solito se sienta a descansar.


Si en un momento dado los recuerdos nos llegan
hay que aceptar que forman
el diario trajinar.
Tal vez buenos o malos
pero al fin son recuerdos
y los recuerdos nunca se pueden olvidar.
El cofre de la vida
se llena de recuerdos...

Nelly Guerrero

lunes, 5 de mayo de 2008

Color de las notas en los diarios



Planas de papel reciclado, tinta negra enlazando palabras en renglones, fotografías y publicidad a color. Noticias locales, nacionales, internacionales, deportivas y de espectáculos. Nota roja, muy pocas culturales y extensas columnas de anuncios clasificados. Mundo tridimensional que se vuelve plano impreso en los diarios matutinos y vespertinos, mostrando en un mismo espacio esa mezcla por momentos absurda de columnas para distintos intereses.


Conviven entre páginas la crema de brócoli y los cincuenta y ocho años de Topo Gigio. La prevención de suicidios en adolescentes por la Secretaría de Salud y el fatal accidente en el que pierden la vida dos jóvenes. La apertura de la Villa Olímpica de Qingdao, para la tan cercana celebración de Beijing 2008. Ventas de casas, autos, terrenos y mascotas. Obras de asistencia social de clubes internacionales. La boda del personaje del pueblo y la publicitada actividad de los gobiernos en sus tres niveles. Horóscopos a la izquierda, oraciones fervientes de agradecimiento al santo milagroso a la derecha.


Todo se confunde. ¿ Cómo pasar de una página a otra encontrando tan pocas notas positivas o culturales ?. Sin embargo tenemos sed de información, tal vez costumbre o esas ganas de que nuestras lecturas gráficas equilibren el porcentaje con las cibernéticas. Siempre es más grato comenzar el día con el diario sobre la mesa, completando el cuadro con un plato de fruta, café o zumo y una tostada de pan. Habrá que valorar la capacidad de leer todo sin salir predispuesto y con el desayuno indigesto.


En algo lleva razón Don Nicolás. Aquel hombre con el que converso algunas veces mientras dirige dos veces al año los trabajos de cosecha del campo detrás de casa. El esfuerzo visual a corta distancia no es su justificación para no leer los diarios, sino las vanas lecturas que obtiene con ello. Me dice lo serena que es su vida cuando no intenta comprender más allá de lo que necesita.


Entender los debates políticos sobre ciertos temas, el por qué se suicida la gente, roba, asesina, abusa o se accidenta, es algo que excede su espacio vital, por esto mismo si desconoce algo, lo pregunta, pero no deja que notas rojas, negras o grises, le quiten tiempo a su vista de lejos, hacia esos nobles campos verdes que renacen tras brindarse en cada cosecha.


Ahora tendría que poner una obligada moraleja como conclusión, pero para estos asuntos solo es cuestión de enfoques.

Tere García Ahued.

domingo, 4 de mayo de 2008

Sin pena ni gloria



Déjame hilvanar de nuevo esta puntada, se han salido los hilos de la aguja que tejía nuestra historia. Quiero pegar los trozos de mi corazón roto y esperanzado que ha perdido la inocencia para comenzar a ver el mundo real. El polvo se deposita como una fina capa sobre la mesa que hace poco brillaba mostrando las más preciosas betas de cedro rojizo y nos esperaba cada noche para encontrarnos y contarnos nuestras cosas con la calidez de la flama de una vela aromática.
Ya no hay dos platos juntos, solo uno a destiempo, cada uno a su hora. Ya no se cruzan las miradas ni las copas. Las flores se marchitan sin pena ni gloria, nadie les repone el agua ni se inmortalizan entre las hojas de un grueso libro de gramática española.

Los sentidos se vuelven insensibles e inservibles, ya no les provoca llenar de motivos al cuerpo si las sensaciones no se pueden compartir con otra persona.

De nuevo hay arrugas frente al espejo y mirada vacía. De nuevo se respira y no se suspira. Ya no sorprenden los sabores nuevos. Ya no conmueven los sonidos de la naturaleza ni soñar con luminosas mañanas, con mágicas noches de luna llena frente al mar o la montaña.

Las luces de la ciudad pierden intensidad y color, el mirador desde la cumbre no puede ofrecer las mismas cosas.

La boca se seca, los labios se agrietan notando el tiempo de sequía, de desiertos días, de abandonada y sedienta tierra.

Protesta mi universo sin tí, pero algo me volverá la tempestad en calma, la decepción en imborrables recuerdos, el caos en energía que transformará lo que toque, lo que mire, lo que se deje amar, habrá un orden universal me pondrá de nuevo girando, de nuevo en órbita.

Tere García Ahued.

miércoles, 30 de abril de 2008

Nos tratan como marionetas



Necesito aire, respirar, algo así como una bocanada de aire fresco que entre en todo mi interior y salga hacia fuera totalmente renovado. Un aire que me traiga libertad plena, como con capacidad para moverme en un espacio abierto con cielo infinito. Desde mi interior percibo una invitación a volar, a salir de esta realidad que me aprieta y que a veces no entiendo.

Necesito aire y algo más, como un viento fuerte que se lleve a los que a mi lado intentan manipularme, engañarme y maniobrarme, como si de una marioneta nosotros fuéramos. La sociedad tiene muchos de ellos. ¿Los mass media? ¿Los políticos? Prometieron en mi tierra no sé cuantas cosas de ayudas económicas y de incentivos fiscales, y ahora dicen que no pueden. Sabían que no podían y lo prometieron, más bien. Ahora que para dentro de dos años, mientras los que sufren seguirán sufriendo más las penurias de la crisis, de la desaceleración, de cómo quiera que llamemos a todo este embrollo. Creo que son como una lámpara que se derrite. Igual son ellos los títeres. Pero que no nos arrastren en la misma maniobra.

Toda la vida diciendo que es necesaria una prisión mas grande para no enviar presos canarios a la Península lejos de su familia. Todos la ven necesaria porque la que hay está hacinada. Y cuando al final la Administración central comienza a ejecutarla, digo yo porque tendría las cosas claras, los papeles arreglados, los temas negociados, viene la Administración canaria y dice que nones, que esos terrenos son suyos y manda parar las obras que habían comenzado. ¿Es que fueron tan ingenuos los de la central para comenzar las obras sabiendo que no eran terrenos a los que pudieran tener derecho? Me cuesta creerlos. Pero las peleas entre grupos y partidos políticos se cuecen así.

Por eso necesito respirar hondo y soltar aire. No entiendo nada de lo que pasa a mi lado. Parece que unos a otros se miran con ojos de gato, de felinos que trepan y acechan para saltar en el momento determinado y arañar allí donde duele. Ellos ríen con la felonía hecha, los demás miramos sonrojados, quietos, sin poder hacer nada, mirando hacia la ventana, pero necesitados de tomar aire. ¡Cómo me gustaría que mi casa tuviera una ventana amplia y que diera al mar¡
Sí, nos tratan como marionetas. Se tratan entre ellos como marionetas. Pero estoy seguro, más tarde o más temprano, quedará claro que las marionetas son ellos


lunes, 28 de abril de 2008

Nuestro huerto



Gamas de colores naturales dentro de la canasta en que has puesto las frutas, vegetales, lechugas, espinacas y berros. Nuestro huerto está colmado de plantas y arbustos, de flores bellas y granos de trigo dorados que mañana se han de cosechar. Es el tiempo de recoger lo que esté listo, de llenar las reservas que sostienen nuestro invierno.

Deja a un lado esos tomates y ven junto a mí, vamos a recordar lo que era esta tierra antes de las esperanzas y semillas que pusimos en ella. Hoy ya no son simples pastos, tu mano, mi mano se hacen presentes en cada fruto que desprendes de su planta.

Aquí crecieron los proyectos, nuestros hijos y el amor que nos une tras cientos de atardeceres. Cada noche que refresca pone más coloradas las manzanas que después en nuestra mesa saben a dulce tarta.

Es un regalo contemplar esta tierra y besar los pequeños zurcos junto a tus ojos, esos que me dicen que hemos envejecido juntos, que nos sorprenden los amaneceres despegando los párpados que necesitan más descanso y que al abrirlos no te has ido, que me acompañas sabiendo que sin tí no podría vivir.

He viajado tu piel de norte a sur como dice aquella canción y ahora me escuchas mirando cómo se oculta el sol en el oeste. Equilibrio de puntos cardinales donde indiscutiblemente tengo la fortuna de encontrarte, destacando entre las flores que delicadamente cuidas y el extenso campo que se nos pierde a pie de la montaña.
No insistas colocando más cosas en tu canasta, ven conmigo y dime que soy todo esto también para tí.

Tere García Ahued