domingo, 18 de mayo de 2008

Como hormiguitas.











Días antes a la celebración de la Semana Santa se consiguió que la Escuela Normal Superior asumiera gran parte de la adecuación del Kiosco para que se ubicaran allí los estudiantes de pre-escolar y poder retornar los niños y niñas de los niveles cuarto y quinto a su salón. De esta forma la Sala CPE “nave Mágica” se podría utilizar por parte de toda la comunidad, ya que desde principio de año por extrema necesidad se destinó a los dos grados superiores.

Uno de los aportes más significativos de los estudiantes consistió en el traslado de la arenilla desde la cancha múltiple donde había sido descargada hasta los alrededores de la obra.

Resulta gratificante y de alguna manera, reflexivo observar cómo niños y niñas, como hormiguitas, cargaron en pequeñas cantidad la totalidad del material. Una jornada larga, fatigosa pero indicadora que la comunidad tiene un alto sentido de pertenencia con la escuela.

-Parecen hormiguitas- exclamó un padre de familia que miraba desde el camino la actividad donde estaba comprometido uno de sus hijos.
-Esta es la churria del trabajo- manifestó una pequeña de tercer nivel, haciendo referencia a la cadena que había formado con otros seis niños para disfrutar de la actividad que para los adultos era trabajo, simple y físico trabajo.

En la huerta escolar aprendo y me divierto.
















A comienzos de abril, el mes de las aguas, y por iniciativa de la profesora Celina se dio comienzo al proyecto “En la huerta escolar aprendo y me divierto”.

El propósito central de la experiencia es tomar como un espacio más para la apropiación del conocimiento a la huerta. Por generosidad de la madre de la profesora se consiguió un terreno de 11 ms. 6 ms. Y allí se dio comienzo a las actividades de adecuación para la siembra de hortalizas como remolacha, acelga, rábano y brócoli. Se experimenta con la semilla de pepino cohombro, que creciendo en temperatura más alta a la de la vereda Monteadentro, nos permita observar qué sucede a esta altitud sobre el nivel del mar.

Algunos padres de familia se han vinculado y los estudiantes de segundo al quinto nivel asumen las labores de agricultura.

Hay bastante motivación, sobre todo en los niños y niñas.

Seguramente el tiempo irá madurando para una buena cosecha este proyecto sobre el cual aparecerán otras notas más adelante.

sábado, 17 de mayo de 2008

Imágenes 22 Feria del Libro de Bogotá.














































Estas son algunas imágenes de la 22 feria del Libro de Bogotá, abril 2008 y del 8º Congreso Nacional de Lectura.

Amigo, porque eres...

Amigo, porque eres:

Lazo que une pero no ata.
Estrella que guía pero no encandila.
Árbol que acoge pero no encierra.
Torrente que sacia pero no ahoga.
Brisa que alienta pero no adormece.
Piedra que sostiene pero no aplasta.
Mirada que examina pero no juzga.
Silencio que recibe pero no abruma.
Cadena que sujeta pero no esclaviza.
Palabra que previene pero no aflige.
Crisol que templa pero no envilece.
Hermano que corrige pero no apena.
Manto que cubre pero no asfixia.
Lima que pule pero no hiere.
Música que armoniza pero no uniforma.
Mano que acompaña pero no fuerza.
Oasis que reconforta pero no detiene.
Corazón que ama pero no reclama.
Ternura que protege pero no avasalla.
Imagen de Dios, precisamente.

-De Elixires para el alma-

viernes, 16 de mayo de 2008

Artistas anónimos



Camino con soltura por las calles de mi ciudad, haciendo agenda mental sobre los asuntos del día. De momento y arrasante, me topo con un gran muro pintado hasta el borde de cada una de sus cuatro esquinas. Grafiti le llaman algunos, vandalismo otros, arte los que sin ser expertos, podemos reconocer una manifestación así, aún sin distinguir si fue hecho con pintura en aerosol o aerógrafo. Pero ahí estaba ese perfecto rostro de mujer, equilibrando las proporciones en tan inmensa pared. Firmado con algún garabato que para nosotros sigue siendo como anónimo, pero que entre grupos de grafiteros, es la marca territorial, el distintivo que los reconoce entre unos y otros.


Entonces abro un espacio forzado en mi calendario y decido por una hora de este día, regalarme la oportunidad de volverme turista, pero no para admirar la arquitectura de los edificios históricos, sino para ir en busca de esas muestras artísticas que se nos hacen cotidianas y por lo mismo dejamos de notarlas.


Ya tuve mi primer encuentro con ese muro lleno de color y con el rostro de mujer tan expresivo. Ahora solo debo dejarme guiar y caminar hasta donde el sonido de una armónica me atrae. Sí, aquí está ese hombre sin vista que sostiene con una mano el sombrero que recibe las monedas que la gente deja por caridad y no por admiración. En la otra mano y pegada a los labios, tiene esa vieja y ensalivada armónica que hace sonar y no sé cómo ni por dónde puede conseguir que se escuche una melodía con forma. Notas que viajan por el aire y entran en depende qué oídos que sepan escucharlas.

Más adelante y atraída por los colores en la ropa de los indígenas purépechas, me acerco a ellos y observo las morenas manos del hombre de esa familia de cuatro. Teje con rapidez una preciosa cesta y usa como taller artesanal la misma calle, una manta de donde toma las ramas que entrelaza hábilmente para hacer canastas de diversas formas. A su lado, tendido en la dureza del piso, su pequeño hijo de meses de edad, que duerme aún sin saber lo que es una injusticia. Pegadas a ellos, una niña que ayuda a su madre y que hereda la habilidad manual del padre cortando pencas de nopal crudo en tiras o cuadros, para que llenando bolsas plásticas, puedan venderse a precios que nunca desquitan haberse espinado algo las manos.


Me dí permiso de una hora y se me acaba el tiempo, así que atravieso la plaza solo para saber si encuentro a los diseñadores de joyas. Pero no aquellos famosos y millonarios por vender su nombre y firma en locales con aparadores luminosos, sino a estos que con trozos de hilaza, herramientas casi rústicas y piedras semi preciosas, diseñan, elaboran y venden collares, pulseras, aretes en combinaciones de cuarzo, jade, piel y plata. No saben de modas ni tendencias, pero son más hermosos y originales que en las grandes tiendas.

Y así, se me acaba el tiempo. Descubrí hoy a algunos anónimos artistas, regalando talento o siendo remunerados con poca justicia. No son pintores, músicos ni diseñadores reconocidos y su firma no vale a menos que se estampe en un pagaré, pero usan su alma y manos para aportar algo a esta sociedad que no los nota, mientras ellos aún tienen fe y bajo sustento.

Tere García Ahued.

jueves, 15 de mayo de 2008

Cuando...


Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada;
cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores;
cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo,
y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted;
cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio,
entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.

Ayn Rand, La Rebelión de Atlas, 1957

miércoles, 14 de mayo de 2008

De Don Quijote a la actualidad






De don Quijote, al 2003...
Ninfa Duarte


... “En esto, descubrieron 30 a 40 molinos de viento que hay en aquel campo, y así don Quijote los vio.
Dijo a su escudero:
-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren 30 o pocos más desaforados gigantes, con quienes pienso hacer batalla y quitarles a todos la vida.....

- Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí véis no son gigantes sino molinos de viento...

- Bien parecen respondió don Quijote... ellos son gigantes, y si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración, que yo voy a entrar con ellos en fiera lucha...

... En diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance lo socorriese... con su lanza en el ristre se lanzó contra los molinos...

-¡Válgame Dios! Dijo Sancho al verlo caído. ¿No le dije yo que no eran caballeros?

- Calla, amigo Sancho! Que las cosas de la guerra están sujetas a continua mudanza”........... y sigue……"


Valga la aventura del Quijote para entrar en ciertas elucubraciones que me llegaron desde un lugar de la Mancha... Y que pasando unos cuantos siglos, no han perdido vigencia.

Pongámonos así: 30 ó 40 molinos (desaforados gigantes) son los tropiezos que el hombre enfrenta a diario en su cotidiano deambular, son los obstáculos en el camino, son fraudes del destino, son desaciertos causados por nuestra impericia, son antivalores que nos ciegan, son nuestros molinos interiores que llevan aguas a su propio caudal.

Allí están parados frente y dentro de nosotros mismos: la envidia, los celos, el egoísmo, la soberbia, la vanidad, la avaricia, el desamor, cual desaforados gigantes y los Quijotes modernos, todavía creemos que enfrentándoles con la espada de nuestra sencilla palabra los vamos a vencer.

Esos gigantes están dentro de nosotros, agazapados, disfrazados dispuestos a mantenerse firmes y allí no hay espada que pueda vencerlos, sino nuestra propia y personal decisión de “matarlos”.

Nunca son pocos los Sanchos que nos quieren hacer ver que a las dificultades debemos corregirlas nosotros mismos, o debemos desviarlas cuando no poseemos las armas para enfrentarlas o cuando los molinos no son del material frágil o maleable que pensábamos. Pero, nunca los consejos de los Sanchos fueron escuchados, ni antes, ni ahora. Y siguen los Quijotes enfrentándose a los molinos de viento...

- ¿No le dije yo que no eran caballeros?-dijo Sancho-

Y los Sanchos seguimos pensando que con poemas podemos cambiar el mundo.



Fuente: "Hidalgo caballero, don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes Zaavedra