La historia se repite, como cada 22 de diciembre en que uno sueña con que le toque el Gordo de Navidad y hacerle un par de cortes de mangas a más de uno, termina el sorteo y ni el reintegro, los sueños de la noche anterior sobre si este año sí se desvanecen, nos queda aguantar la euforia madridista un año más, sufrir a ese madridista revenido e insoportable que siempre está cerca de un atlético, no leer los mensajes del móvil, soportar o huir de los medios de prensa que enarbolarán la bandera blanca de la consecución de un campeonato que aún no tienen, volver a soñar con que el año siguiente sea mejor, aguantar el oportunismo de algunos atléticos que siempre están al acecho de estas desgracias para cargar contra quienes seguimos yendo al campo y creen que con un nuevo Mesías en el poder se lograrán los cientos de millones de euros que nos separan de otros equipos y así ser nosotros los que podamos tener a Cristiano o Messi.
El derby de ayer se presentaba enormemente desigualado con un Real Madrid a tropecientos puntos de distancia, con un Cristiano Ronaldo imparable goleando, solo retado muy de cerca por Messi en el logro del Pichichi. La distancia entre los dos equipos capitalinos cada día es no mayor, sino inmensamente mayor, las posibilidades económicas de uno y otro son abismales, la diferencia de calidad de las plantillas incuestionable, la disparidad de suerte de uno y otro equipo a veces también es evidente. Si se jugaran 500 partidos como el de ayer el Madrid ganaría en 490 y el Atleti quizás en uno solo de ellos, y ese partido es el que todos los atléticos esperábamos que tuviera lugar ayer, el de David que derriba a Goliat.
Pero no, una vez más Goliat vence a David, porque la tradición dirá lo que quiera pero en la vida casi siempre gana Goliat. El Atleti acusó además de la diferencia entre ambos equipos la escasez de calidad de la plantilla, tiene para un equipo titular "apañado" y ya está, el banquillo no ofrece nada, es lo que hay. Este año no tenemos con quien excusarnos: no hubo arbitraje decisivo en el marcador, no hubo gol en los primeros minutos que remontar, ni siquiera tuvimos a Casillas sacando su mejor repertorio de paradas.
El Madrid se adelantó en un momento en que el juego desarrollados por ambos hacía injusto el 0-1 en el marcador, pero el fútbol sólo entiende de goles no de justicia. Cristiano lanza una falta desde 30 metros y a Courtois solo le da tiempo de echar una rodilla al suelo para ver como el balón a media altura entra cerca del palo. Hasta entonces el Atleti había logrado mantenerse muy honrosamente en el campo dominando incluso la posesión del balón.
El Atleti sin embargo a pesar del jarro de agua fría no se vino abajo, animado por una afición que con pipas o sin pipas en estos partidos anima más que nunca incluso con ese marcador. Tras el descanso equipo y afición tendrían su recompensa con un nuevo gol de nuestro delantero Falcao cabeceando un pase de Adrián. La grada se desborda en alegría con este empate que corto para las aspiraciones atléticas ponen la Liga más interesante.
Sin embargo ahí se acabaría el empuje rojiblanco, curiosamente desde el empate el Atleti se vendría abajo y el Madrid decide buscar la victoria que le mantenga primero destacado en la Liga. El Atleti ya no carbura y Cristiano es de nuevo una pesadilla para los rojiblancos lanzando un cañonazo desde fuera del área que se cuela sobre la cabeza de Courtois en parabólica trayectoria. Es el fin del partido y de las aspiraciones del equipo local que se viene definitivamente abajo y ya no habría opción de buscar otro resultado. En el banquillo no hay nadie de quien poder tirar para jugarse el todo por el todo.
Después caería el tercero en un absurdo y riguroso penalty de Godín sobre Higuaín, no niego que sea penalty pero estamos en las de siempre no siempre se pitan y no en todas las áreas, penalty que transformaría Cristiano. Aún habría tiempo para que Cristiano asistiera a Callejón quien marcaría el cuarto gol visitante.
Para el Atleti prácticamente ha terminado la Liga, la Champions es una quimera muy difícil de alcanzar, y eso que los equipos que nos preceden llevan jornadas dándonos muchas oportunidades para trepar en la clasificación, en esta jornada se han dejado puntos de nuevo equipos como el Levante, Bilbao o Español. Lo venía diciendo hace meses: el Valencia o el Levante perderán partidos, pero el problema es que el Atleti no ha sido capaz de ganar a Zaragoza, Sporting o Mallorca, unos puntos que incluso perdiendo el partido de ayer nos mantendría vivos en la lucha por un tercer puesto que nos da acceso directo a la fase de grupos de la Champions. La derrota pasada ante el Levante fue clave, hasta hemos perdido el goalaverage con los granotas, una victoria en Valencia nos tendría bastante mejor situados, y con muchas más posibilidades, ese era el partido a ganar.
Una Champions en la que con el coeficiente que tenemos ahora mismo (93,465, décimos en el ránking UEFA) y a falta de jugar al menos dos partidos en la Europa League y una eliminatoria, nos podía hacer que fuéramos cabezas de serie en el sorteo de grupos, pues son 8 los cabezas de serie y de los nueve que nos preceden en ese ránking, el Inter tiene difícil meterse en la Champions (7º a 6 puntos del 3º, este año Italia solo clasifica a 3 equipos para la Champions, algo que desconocen la mayoría de los medios deportivos que no saben que Italia ha perdido la posibilidad de un cuarto clasificado en la Champions en favor de Alemania), y al Olympique de Lyon, 9º en el ránking, es muy posible que le superemos en el mismo al terminar la temporada europea, con lo que en una hipotética clasificación del Atleti para la fase de grupos de la Champions podríamos ser el 8º cabeza de serie con las ventajas que conlleva, una oportunidad que el Atleti deja escapar.
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