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domingo, 31 de agosto de 2008

No tengo tiempo



No tengo tiempo se ha convertido casi en una muletilla.
No encontramos tiempo para visitar un amigo, conocer nuestro nuevo vecino.
Asistir a aquella reunión a la que hemos sido invitados ,visitar al médico, solo por habernos olvidado que el tiempo es lo único que poseemos.

Es que cuando nos empezamos a rodear de nueva tecnología nos dejamos acaparar por ella
y ya el tiempo que es lo único que es nuestro, no nos pertenece.

Si no tenemos tiempo es porque no lo sabemos administrar, como se administra el dinero
que cuidamos con tanto esmero se debería administrar el tiempo y así como hay Administradores de empresas deberían existir Administradores del tiempo que nos enseñaran a
hacer cálculos en tiempo y espacio, a levantarnos más temprano para salir más temprano, a
no pasar largas horas frente a la tele, el ordenador, o colgados al teléfono, allí es donde está ese tiempo que no encontramos, y no es que no esté de acuerdo con la nueva tecnologia, bienvenida, porque gracias a ella tenemos esta magnífica conexión, pero también hay que saberla administrar.

Entonces no correríamos con tanto afán para llegar al trabajo,
no comeríamos tanta comida chatarra con el pretexto de que no hay tiempo para su preparación,
no dejaríamos de visitar aquel amigo que quizá nos necesite, tendríamos tiempo para estar más cerca de la familia, de la naturaleza, para contemplar un amanecer y después de un día de haber cumplido
una agenda organizada porque el tiempo ha sido distribuido sabiamente prepararnos para el descanso y el sueño reparador, es que hay tanta prisa y tal desorganización en el tiempo
que tampoco hay tiempo para dormir.
y luego decimos que ahora el tiempo es más corto.
y...no tengo tiempo...

Nelly Guerrero.


domingo, 24 de agosto de 2008

En homenaje






En estos días he tenido una larga conversación con Manolo, un buen amigo que trabaja en una institución pública en la Administración Estatal en esta ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Podrán ser unos 300 empleados los que hay en dicho lugar. Y el es el jefe de personal.

Un compañero suyo había ido con su esposa y sus dos hijos de diez y ocho años de vacaciones a casa de sus padres en Salamanca. El con su hija a quien su madre tuvo tiempo de entregar a un bombero está curándose de las heridas del accidente aéreo de Madrid de esta semana. Su esposa y su hijo han fallecido.

Otro compañero había enviado a sus dos hijos de diez y doce años a pasar quince días de vacaciones con sus abuelos en un lugar de la Península española. Venían en ese avión. Sus padres se quedaron esperándole en el aeropuerto de Las Palmas.

Un tercer compañero tenía que haberse incorporado la semana pasada al trabajo. Perdió el avión y llamó a la empresa. Se puso de acuerdo para tomar los días que le quedaban de vacaciones y pasar unos días más fuera de la ciudad. Tuvo la mala suerte de tomar billete para el avión siniestrado y no llegó a incorporarse.

Manolo, por otra parte, tiene un sobrino de doce años con dificultades físico sensoriales. A una de las personas que más aprecia es a su maestra. Tanto que el último fin de año cuando todos reunidos en familia brindaban por algo, el niño levantó su vaso con refresco y brindó por su maestra y todos los maestros del mundo. Su maestra también venía en ese avión y no volverá a dar clases a Helio.

Es la vida que pasó por el lado de todas estas personas a quienes desde aquí rindo homenaje con el ejemplo de estos casos, pues detrás de cada uno hay una historia humana.

Es la vida que pasa por mi lado y el de cada uno para que la vivamos con buen uso y disfrute de paz y libertad.Es la vida que sigue pasando, y que mientras nos toque debemos administrarla y saber vivirla y gozarla.

Salud, de verdad les deseo salud, con todo lo que esta palabra significa

jueves, 21 de agosto de 2008

Lluvia mojando escuelas





Han comenzado ya las clases. Esta mañana nos hemos preparado mi hijo y yo para ello. Su primer día en una ciudad y colegio nuevos. Le tomé foto del recuerdo con el uniforme azul marino, rojo y blanco. Elegante, bien peinado, perfumado y con su mochila en los hombros. Sonriente, seguro y regalándome la certeza de que en este cambio de vida estamos haciendo las cosas bien.

Abrimos la puerta de casa y un cielo de nubes de lluvia espesas dejaban caer sus primeras gotas. Durante el camino y notando que aumentaba la precipitación de agua, sentí ganas de llorar que contuve, para no alterar la emoción de mi niño que iba natural a su primer día de escuela como si ya todo aquí lo conociera.

Conversamos sobre la buena suerte de que lloviera y él me dijo que le gustaba porque con el agua se van las cosas que están mal. Me quedé pensante por buen tramo, sin lograr entender del todo el por qué de ese comentario. Llegamos, le despedí con un beso y de vuelta a casa dejé que mi sentimiento fluyera por todo lo que minutos antes contuve. Repetí su frase célebre y me dije que es verdad, que la lluvia, la vida te dan oportunidades para que se vayan las cosas que estaban mal.

Supongo que su mente pre-adolescente se refería a que la lluvia calma la sed de la tierra, lava los edificios, casas y calles, o a esa manera que tiene el cielo de refrescar, hidratar y limpiar lo que toca. Me gustó su concepto y pensé que era reflejo de su estado personal, pues lejos de protestar porque tal vez no podrá jugar futbol en su tiempo de descanso al estar mojado el césped, ha tenido esa visión positiva y energética para un comienzo nuevo y total para él.

Noté otro ritmo en el tráfico, no solo por el evento de la vuelta a clases, sino porque cientos de almas se dirigían a sus destinos y pensé en los diversos universos circulando al trabajo, a la escuela, a casa, cuestionando el sentir de cada uno con respecto a la lluvia, afectando o no su momento en este día que despertó sin sol.

Me sentí afortunada por tantas oportunidades que estamos tomando para ser felices. También es cierto que nos ha cambiado la actitud. Esto hace que al menos yo pueda sentir a la gente que voy conociendo de otra manera. Puede ser y no lo dudo que las personas sean distintas en esta ciudad, pues ante la sonrisa de los profesores dando la bienvenida y la mano agitada saludándome de una profesora a la que he visto escasas dos veces, me he sentido cobijada en un momento en que más que mi hijo, necesitaba yo esa calidez y certeza.

Ahora sigue lloviendo mientras escribo y tengo el corazón inundado de alegrías. Estoy agradecida a Dios por cada cosa que nos ocurre desde este lado de la moneda, apostando a ser dichosos y consiguiéndolo cada día mejor. Actitud positiva que hoy se viste buena suerte alentada por un día de lluvia.

Tere García Ahued.

viernes, 15 de agosto de 2008

La tragedia tiene la culpa



Sin querer nos hacemos dioses con minúsculas en nuestra vida, y en ocasiones entramos en competencia con ellos, porque nos gusta que nos tengan bien puestos, que nos consideren, que nos alaben o festejen. En la práctica nos gustaría hechizar más que ser hechizados. Y que los detractores o críticos se encontraran siempre con un gran candado en sus puertas que les impidiera salir de sus casas y por supuesto entrar en las nuestras. ¿Es que no aceptamos las críticas ajenas? ¿Es más bien que nos gustan que reconozcan nuestro quehacer y trabajo?

De todas formas la tragedia es la culpa de todo, y cada día una tragedia nueva asola nuestro mundo. Antesdeayer fue la de Irak y ha seguido sin parar la de Sudán. Ayer, fue la de Georgiay mañana no sabemos bien a qué pueblo le tocará. Ayer fue la del profesor herido por defender a una mujer maltratada, hoy está por ver. Ayer fue la del amigo que ha perdido el sentido de lo que hace cada día y, en general, no sabemos cual será mañana. Pero en las manos de cada uno está evitar que algo de tragedia ocurra a nuestro alrededor y que si alguien está muriendo lo sepamos. Aunque sea en verano. Aunque los telediarios nos recuerden todos los días, también en época de descanso, noticias trágicas. No, no es pesimismo ni decadencia. Es una llamada interior que me hago a estar alerta. Para que la serenidad personal del verano la traspasemos a las jornadas laborales próximas.

sábado, 26 de julio de 2008

Con unas velas encendidas




El sufrimiento humano no tiene explicación. La pérdida de una vida de forma accidental tampoco. Las razones no valen, los sentimientos se hacen presentes. El derecho de todos y de cada uno a vivir, y a vivir de forma digna es lo primordial. Las muertes recientes, en estos últimos días, de seres humanos en su intento por arribar a las costas canarias nos lo pone de manifiesto.

Ochenta personas, la mayoría de ellos inmigrantes subsaharianos, nos hemos reunido el sábado por la tarde en un parque público para, reflexionando en silencio qué sentido tiene nuestras vidas, con una vela encendida rendir un homenaje a las personas que han muerto llegando a nuestras costas, sin saberlo aún posiblemente quienes les parieron.

Cada uno de nosotros portaba la vela en sus manos, el viento soplaba, había que darle soco con las dos manos para que la vela no se apagara. Se apagaba y la volvíamos a encender. Como la vida de los que han muerto, como la vida de cada uno de nosotros: una lucha continua frente a las dificultades para intentar vivir con el ritmo y el paso adelante. Es comprensible que en esa lucha muchos intenten cruzar el océano para llegar a un sitio donde se vive mejor. Lo es también que arriesguen su vida, porque ya están medio muertos donde viven. Lo que no es comprensible es que todo esto no sea un mero fruto del azar, sino que detrás todos descubramos impasibles un sistema estructural que sigue organizando nuestro mundo en dos categorías: unos que podemos vivir bien, otros que se ven obligados a vivir mal.

miércoles, 23 de julio de 2008

Un GRACIAS


Hace días fui a hacer efectivo un cheque,
al llegar a la casa y contar de nuevo me encuentro
que la cantidad que me habían entregado casi se duplicaba.

En seguida regreso al Banco y al entregarlo al cajero , este lo recibe con la normalidad más grande, ni el más pequeño comentario ni tampoco UN GRACIAS,
Sería lo normal, al tratarse
de un gesto poco común en este mundo confundido, entonces como para dejar una
pequeña enseñanza le dije: de nada... es lo que todos deberiamos hacer en estas situaciones.
Solo sonrió como para afirmar lo que yo decía.

De vuelta a la casa pensaba como me hubiese gustado haber escuchado un GRACIAS
...y es que nada es tan bello como poder decirlo
pero nada es tan dulce como poder oírlo.

Un gracias llena todo, engrandece y anima
a seguir adelante en cualquier situación.
Es como música suave, pero debe brotar con ternura
y salir sin aviso de cualquier corazón.

Es tan importante dar gracias:
al Creador por la vida,
a los que tenemos cerca y
comulgan con nosotros al calor del hogar.
A nuestros amigos por estar allí compartiendo
alegrias, disipando un pesar.
Al niño y al joven que brindan su sonrisa,
a cada anciano que nos dá su experiencia.

Un gracias por la vida que empieza,
por el sol ,por la lluvia,
por las aves que alegran con su dulce trinar.
Por la tierra que alberga la semilla que un día
nos regalara el fruto para un rico manjar.
Un gracias por la alegría por la fe ,la esperanza,
la confianza y la paz.
Por el hombre que triunfa, por el joven que estudia,
por el padre y la madre que luchan sin cesar.

Un Gracias en la vida
nunca debe faltar.

Nelly Guerrero

domingo, 20 de julio de 2008

Festival Internacional Cervantino 2008. Guanajuato, México





Festival Internacional Cervantino 2008. Guanajuato, México.

Descubro agradable sorpresa de bienvenida en la página de internet de Guanajuato que acostumbro consultar. La fotografía del interior del Teatro Juárez me anuncia que ya se preparan para celebrar en el mes de octubre el Festival Internacional Cervantino en su edición número treinta y seis. En la clausura del 2007 anunciaban ya a los invitados de honor: Cataluña y Campeche. Los fuegos artificiales y las coros mencionando " Barcelona ", están a unos meses de hacerse realidad. En su momento como anticipo, ahora y a unos meses preparando escenarios para que las comunidades homenajeadas con sus artistas en todas las bellas artes, hagan gala de talento en plazas, teatros, museos, auditorios y callejones.

Al ser un Festival Internacional, la participación de otros países también es destacable, haciendo que la ciudad tome otra dimensión. Cultural por naturaleza, anfitriona de turistas de clase mundial, se reviste por tres semanas de octubre en el más grande escenario ( eso me parece a mí, hablo por sentimiento ) de arte y expresiones artísticas de todos los géneros.

Hace unos días, de paseo de fin de semana, ya pude notar además de carteleras y programas, cómo se disponen hoteles, restaurantes y recintos para recibir semejante acontecimiento anual. Pude percibir otro ánimo en la gente local, no solo por la derrama económica que esto supone para la ciudad y el Estado, sino porque se colma de gente por los rincones y no hace falta comprar entradas de costos altos para un concierto de ópera, danza o función teatral. En las mismas calles, estudiantes y artistas independientes, regalan a un auditorio libre su talento. Está bien que piden una remuneración a cambio, pero nunca será compensanda con lo que ellos hacen en un igualmente valioso escenario de plaza.

Los Entremeses Cervantinos en la Plaza de San Roque o los mimos amenizando público en las escalinatas del Teatro Juárez, son solo un mínimo ejemplo de todo lo que se puede encontrar en esta cálida ciudad, que si ya naturalmente es mágica y entrañable, se torna colorida, musical, artística y promotora sensorial para quienes podemos emocionarnos con ello.

Destaco lo importante que son estos encuentros, ya sea en mundiales de fútbol, olimpiadas o festivales de arte. Reunirse en un mismo estadio, villa olímpica, teatro o auditorio, personas representando sus países, me dice que se superan barreras, que nadie es extranjero; que espectadores, deportistas y artistas se unifican con un mismo motivo. Aunque a nivel deportivo, está claro que hay competencia. En el caso de festivales, el reto es la ovación, el aplauso de pie o las expresiones en los rostros de público.

Al final, pienso que lo importante es esa experiencia de poder intercambiarse unos con otros y recibir países y personas que no conozcan ni hagan distinciones entre razas o culturas, hermanados con cierto objetivo, en este caso el arte.

Dejo el enlace, invito a visitar la página y encontrar además algo que pueda interesar de mi ciudad favorita: Guanajuato, México.

http://www.guanajuatocapital.com/guanajuato/index.php?option=com_content&view=article&id=273&Itemid=368&lang=es

Tere García Ahued.

martes, 1 de julio de 2008

Somos una experiencia compartida




La experiencia de la sociedad toda con todos sus grupos y elementos va configurando nuestro conocimiento de la realidad. Nadie lo puede hacer por si solo. Eso es lo que de alguna forma se ha destacado en el triunfo de la selección española, que viniendo de experiencias y lugares diferentes, con entrenadores distintos y formas de jugar variadas, han sabido conjuntarse y hacer un equipo. Todas las posibilidades humanas agrupadas es lo que constituirían un buen lugar en nuestro mundo.

No podemos situarnos en una visión trágica de nuestro mundo como si todo estuviera superlineado y distribuido. Hace falta el concurso humano. Y no porque nuestros pensamientos y culturas y maneras de pensar sean homogéneas vamos a ser mejores y estar más unidos, sino que lo seremos cuando cada uno como protagonista de sus vidas sume su esfuerzo al del conjunto de las demás personas. La experiencia común es lo que nos ayudará a avanzar.

La cuestión es como conducir este vehículo en esta sociedad. Para empezar igual es bueno nos demos cuenta de cómo simultáneamente todos nos vemos afectados por todos y por cada uno. La reciente huelga de los camioneros nos lo puso de manifiesto. Todos conocemos a algún camionero, y nunca le habíamos prestado la importancia que realmente tiene su trabajo hasta que nos dimos cuenta cómo, unidos, eran capaces de paralizar la sociedad, dejar vacíos los supermercados, las gasolineras sin combustible y miles de personas llegando tarde a su trabajo.

A veces, y no por vivir en una isla pues le suele pasar también a los continentales, solo percibimos lo que ven nuestros ojos, como si viviéramos y nos moviéramos en una pequeña ínsula, rodeada de unos buenos arrecifes frente a los cuales ninguna ola pudiera desgastar.

El mundo es de todos y lo formamos todos, como lo son los derechos humanos, el futuro y hasta el aire que respiramos. De todos, sin diferencias de primeras y segundas clases, sin diferencias por el lugar de nacimiento, independiente a que hayamos sido declarados parajes privilegiados o reservas de la biosfera. Todo ello nos dará mayor responsabilidad para que a nadie se le impida respirar. A alguien le escuché hace poco que nadie puede elegir donde nace, pero que sí puede elegir su futuro. Y todos podemos aprender unos de otros, porque todos nos necesitamos y somos necesarios para que el mundo pueda seguir dando vueltas o corriendo en línea recta, pero siempre hacia delante, nunca dando marcha atrás sino solamente para tomar impulso.

lunes, 30 de junio de 2008

Eurocopa y Biosfera



Son jóvenes, bajos y morenitos pero han unido a todo el país y le han dado una gran alegría. No importa la crisis económica, España ha ganado la Eurocopa. No importan los inmigrantes que nos contaminen, leáse Lanzarote Reserva de la Biosfera, hemos ganado la final. No importa el referéndum de los vascos ni las finanzas de los catalanes, somos campeones. Y lo han conseguido un grupo de veintidós jóvenes a quienes, cuando se les seleccionó, se les criticaba por muchos lados. Y junto a ellos un señor de setenta años por quien nadie daba un céntimo de euro, y a quien todos criticaron. Una síntesis de la España actual, de todas las regiones, países y nacionalidades. Han podido con Alemania. Una vez más David se ha hecho fuerte con Goliat

Y durante este tiempo, banderas apartes, regionalismos fuera, autonomías por el sótano, nacionalismos olvidados, todos hemos soñado, gritado, aunado, bailado y gritado: a por ellos, campeones… Y gente de todas las edades, y sin gustarle mucho el fútbol, se han sentado ante la tele para ver los partidos, gritar, gozar, disfrutar y levantar los brazos.

Una vez más el deporte nos une. No importa el color. Había un negro en la selección española. Procede de Brasil pero tiene la nacionalidad española. Nadie le ha llamado inmigrante, ni ha protestado porque un negro estuviera ocupando la parte española del terreno de juego. Todo el mundo estaba preocupado porque pudiera lesionarse. Muchos han valorado públicamente el papel protagonista que ha tenido sabiendo repartir juego entre los demás. Nos haría falta que en los barrios, pueblos y ciudades españolas fomentáramos más el deporte entre las nuevas y viejas generaciones, que existieran equipamientos sociales de todo tipo donde pudieran juntarse gente de cualquier lugar y condición, y correr juntos, aliándose en un objetivo común: hacer deporte, como señal de convivencia, de crecimiento comunitario, de salud. Eso sí sería reforzar la Biosfera mundial, no solo de las islas. Crear un espacio donde todos pudiéramos vivir juntos, y viviendo aprendiéramos a convivir poniendo cada uno sus talentos en común.

jueves, 26 de junio de 2008

Se da lo que se posee



Observo por la avenida principal publicidad en todos los formatos. El cerebro procesa imágenes, colores, frases. De momento una, de la nada, sin motivos comerciales: " Se da lo que se posee ". Entonces ninguna de las cientos de marcas y logotipos que me son familiares, se vuelve tan consciente como esta pintada en sencillo cartel que pese a las horas me sigue dando vueltas en la cabeza. No sé el motivo, el objetivo, pero resaltando en blanco se hizo notar.

Pensé que en la ciudad, la calle, nuestra casa, nuestra familia y nosotros mismos, damos lo que poseemos. Cuánta fuerza encierran estas palabras y la certeza con que podemos saber cómo es una persona. Aunque todos podemos tener días malos, es cierto que nuestro interior siempre se hará notar y se manifiesta lo que llevamos dentro.

No depende de la cultura, ni la pobreza o riqueza, ni de raza, profesión u oficio, sino de esa fina línea con que nuestro corazón habla de nosotros a otros. Una sonrisa sincera, un saludo cordial, agradecimiento de palabra y actitud, disposición de ayuda, cortesía, capacidad para decir cosas buenas y callar las malas. Hacer caso a lo que decía mi abuelo: " Si no tienes nada bueno que decir, mejor calla, no es acertado ser sincero del todo, mucho menos cuando has de herir ".

Cuesta muy poco, no se necesita tener don de gentes ni virtudes en oratoria. Algo simple que pueda decirse a alguien que le haga sentir bien, para que entonces hable nuestro interior. Aunque creo que de poco vale si se programa, creo profundamente en la frase aprendida hoy en que damos lo que poseemos.

Habrá que trabajar entonces en rediseñarnos un buen interior, hacer mejoras y lo que sea necesario que nos tenga listos para la ocasión, cuando demos naturalmente todo lo bueno que poseemos y hacer entregas cotidianas, permanentes regalos a los que nos rodean.

A partir de ahora, si me encuentro con alguien que intente herirme, que desprenda amargura, envidia, etc., no pensaré que yo se lo provoco, sino que: " Se da lo que se posee ".
Y bueno, ahora aprendí una lección, entre anuncios de publicidad callejeros, también hay ofertas para el alma, para la vida.

Tere García Ahued.

miércoles, 25 de junio de 2008

Los malabaristas en el semáforo


Allí situados en el semáforo,
dependiendo del cambio de una luz,
sorteando obstáculosy enfrentando la inclemencia del tiempo,
están los malabaristas,
demostrando un arte y buscando recibir una propina.

Quizá esto vaya desde tiempos muy antiguos,
se habla que en Egipto, desde los tiempos del príncipe Beni Hassan, han encontrado pinturas que reflejan artistas ejecutando malabarismos (año1794- 1781 ac)

Exige este arte de una concentración de la mente sobre el cuerpo,
también ponen de manifiesto que se debe tener habilidad numérica para que haya un control del tiempo.
Al esperar el cambio de luz del semáforo los observo con detenimiento,
admiro la destreza al ejecutar los movimientos,
la habilidad que me imagino viene de horas de adiestramientoy la paciencia para aguantar los comentarios que salen de conductores sin escrúpulos, que piensan que lo hacen para disfrazar su vagancia.

He podido darme cuenta que si al hacer sus presentaciones no logran cumplir su objetivo de entretener y demostrar su habilidad, porque algún objeto de los que manipulan se les cae,
o alguno de ellos pierde el equilibrio, entonces no tienden su mano para pedir propina como diciendo no hemos cumplido, es así como demuestran que no solo necesitan recibir una compensación monetaria, sino sentirse satisfechos por haber logrado ejecutar, demostrar sus habilidades y complacer a un público.

Decía que al esperar el cambio de luz los observo y también he tenido la oportunidad de hablar con alguno de ellos y preguntarle, ¿qué lo ha llevado a realizar ese trabajo ? y la respuesta ha sido: primero porque lo considero un arte que me da la oportunidad a la libre creación y a entretener de una forma sana a quienes andan estresados detrás de un volante; segundo porque estudio en una Universidad y necesito de algunos recursos para
satisfacer mis necesidades, y que mejor que trabajar en lo que uno se siente bien.
Es una bonita forma de conseguir una gratificación para si mismo y para los demás.También me ha dicho que crear nuevas habilidades es el sueño de ellos.

Entonces pienso que detrás de cada malabarista hay un sueño, hay inquietudes y carencias por que ellos también se encuentran sometidos a necesidades externas de ahí que a la par que ejecutan un arte que los satisface están buscando un complemento que los ayude en la consecución de una carrera para labrarse un futuro.

Es necesario conocer un poco más de lo que hacen nuestros jóvenes, y porque lo hacen, para no generalizar criticas que los hagan perder su horizonte, ni negarles nuestro apoyo.
Nelly Guerrero

viernes, 20 de junio de 2008

221 refugiados políticos



Doscientas veintiuna personas es el número que el Gobierno Español ha considerado como refugiados en nuestro país durante el 2007. Las cifras nos hablan de 50 millones en el mundo que han tenido que huir de sus lugares de origen, víctimas de vulneraciones políticas, económicas, sociales, culturales y medioambientales, estando la mayor parte de estos conflictos en Africa, y buena parte de ellos también en Colombia.

Si son tantos, ¿dónde están los demás? Nada que ver la actitud española ante este tema, con la de otros países como Siria o Jordania que acogen casi dos millones de refugiados procedentes de Irak. Se intentó por parte de las organizaciones sociales en que los Veintisiete implementaran programas de reasentamiento de aquellos refugiados que viven en campos al aire libre en las fronteras con los países en litigio, sobre todo con Irak, y no hubo respuesta positiva ni para uno solo de ellos. Y las puertas de nuestras embajadas en Egipto, Siria y Jordania se cerraron para más de mil personas que pidieron asilo político en nuestro país.

Pasa lo mismo en Colombia. Sigue el exilio de miles de refugiados a países vecinos y el desplazamiento interno en el propio país, mientras centenares de ellos fueron devueltos desde el aeropuerto de Barajas a su país de origen. Estamos hablando, siguiendo los datos del ACNUR, de cuatro millones de colombianos que han tenido que huir del conflicto interno de su país. No es moco de pavo. Ecuador, un país exportador de personas que buscan mejor vida fuera de sus fronteras, acoge en estos momentos a unos 250.000 colombianos.

No digamos nada de lo que pasa en Sudán. Solo aparece en la prensa cuando algún interés europeo o norteamericano está amenazado. Hacia el Este, camino del Chad, el ACNUR intenta gestionar la acogida de 240.000 sudaneses, y de otros 50.000 hacia el Sur del país.

No hablemos tampoco de aquellos que llegan por mar a nuestras costas y que, sin escuchárseles ni hacer un análisis del país de procedencia, son devueltos otra vez a posibles persecuciones o a aquellos lugares donde su vida o integridad física están en peligro.

Doscientas veintiuna personas, como refugiados políticos. Si además, con el endurecimiento de las leyes en Europa, también se les va a pedir que lleguen con documentación, con visado de la embajada española de su país de origen, con certificación del organismo correspondiente que acredite están siendo represaliados o su vida corre peligro, mucho nos tememos que este número disminuya considerablemente en el 2008.

Estos datos están sacados del Informe 2008 sobre la situación de los refugiados en España publicado por CEAR en el Día Mundial del Refugiado, hoy 20 de Junio, y que pueden leer y descargar en http://www.cear.es/txt.php?idCurso=81&idTituloDef=113,
o simplemente ir a www.cear.es y pinchar en Informe 2008.


miércoles, 18 de junio de 2008

Queremos una Europa social



Una jornada de 65 horas es lo que pretenden para los europeos. Pero ¿qué políticos hemos elegido nosotros? Es la hora de los sindicatos, la hora que reivindiquemos todo lo que nos ha costado tanto conseguir, las ocho horas para trabajar, ocho para descansar, y ocho para la familia, el ocio, la formación son conquistas ineludibles.


Escuchar estas nuevas propuestas al tiempo que nos hablan de armonizar la vida laboral con la familiar es pensar que están actuando con la voluntad de los pies, como si sus horizontes fueran solamente horizontales. Hablando de pies, es como para salir huyendo de sus garras y teorías, aplicando aquel aforismo de “Pies para que les quiero”.

Saltemos. Pero saltemos de una Europa del capital a una Europa social. Tal vez por eso esté la idea europea recibiendo tantos aspavientos, tantos contratiempos que se van traduciendo en votos en contra. Muchos defendimos la decisión de ser ciudadanos europeos, nos hizo mirar la vida con otros horizontes, era como una cercanía a lo de ser ciudadanos del mundo. Pero cuando todavía no habíamos disfrutado con gozo de la sombra que produce la unidad, es como si nos estuvieran forzando mirar para otro lado y queriendo que nos vayamos. No. Queremos una Europa social, no una Europa de capital. Que nos cumplan la promesa. Que los veamos siempre intentando cumplir esa promesa de una Europa para todos, y si realmente hay trabajo y productividad que sacar adelante para tantas horas diarias en lugar de aumentar las horas a los que estamos trabajando, que las compartamos con los tantos y tantos que en todos los países no tienen acceso a ese derecho.

miércoles, 4 de junio de 2008

Acelera, llega la Eurocopa



La tele, la radio, todos los medios de comunicación nos preparan para el gran evento. ¿Cuál? No es cuestión de pensarlo. Todo el mundo debe saberlo: comienza la copa de Europa de fútbol. Y España juega en las fases finales. Hace mucho que no se queda campeona. Pero la Eurocopa reúne todas las expectativas. ¿Tenemos ya programado el trabajo para no fallar a los eventos? Aquí también habrá que aplicar la conciliación laboral con la vida deportiva, con el tiempo libre. No podemos disimularla con la conciliación familiar, pues no todos en la familia están de acuerdo en que la pantalla se llene solo de pelotas, de hombres corriendo como centellas y de tiros hacia la red.

Sea lo que fuere todo parece llamarnos a que aceleremos y lleguemos pronto y no nos la perdamos. Pero son ellos, los que salten al campo, los que tendrán que acelerar, procurar no tropezar ni tambalear, de tal manera que sus carreras no se detengan y con en el balón en los pies lleguen a la hora del gol. Nadie podrá detener la carrera, al menos la mediática, esperemos que tampoco la de ninguno que pise los campos de fútbol, pues ellos, los futboleros, no son simples imágenes mediáticas. Son profesionales, trabadores que deben deleitar al público, o hacernos enfadar. A más de uno, llorar también. Luego vendrán los resultados y análisis arbitrales, sobre todo de los árbitros de sillones o de palcos: todo pasó porque el seleccionador dejó atrás a tales y tales que no debieron dejar de ser convocados.

lunes, 26 de mayo de 2008

La inmigración, un delito. ¿Es eso positivo?


Si la inmigración, a partir de ahora, es un delito –dixit en Italia-, consiguientemente los inmigrantes son unos delincuentes. Sí, ya sé que se refiere a la inmigración ilegal. Pero lo de ilegal es un apelativo que ha funcionado siempre, pues será harto difícil que la gente llegue con un papel debajo del brazo más un contrato de trabajo.

¿Es justa esa normativa? Si nos atenemos a todo lo que conlleva alrededor de la inmigración, puede que hasta que sí, que sea positiva. Calificar la inmigración como delito, supondrá también, digo yo, el mismo calificativo para las causas que originan dicho fenómeno. Mira por donde los italianos van a ser una avanzadilla en este terreno: para ellos se supone que también es delito el hambre organizado que hay en el mundo cuando todos sabemos que podría paliarse, para ellos será también delito las guerras que hacen que seres humanos huyan para salvar sus vidas, para ellos será también delito las bombas racimos que contribuyen a dejar inválidos a cientos de miles de personas en continentes devastados, para ellos será también delito las dictaduras que persiguen a los que actúan y se expresan de forma diferente y obligan a que muchos tengan que huir de sus países para defender su integridad física.

Mira por donde los italianos han declarado ilícito, y conducta delictiva, lo que hasta ahora otros gobiernos no se habían atrevido. Sus leyes tendrán que lograr que en el mundo entero se combata el hambre, la miseria, la guerra y cualquier tipo de dictadura. Y tendrá que ser esto aceptado por el parlamento europeo. Si dan el visto bueno a la ilegalidad de la inmigración, también serán ilegales sus causas. Es lo normal.

Lo único que no me casa es como conciliar todo ello con el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que habla de la libertad de las personas para fijar su domicilio en cualquier punto de la tierra. Tendrán que volverse a reunir todos los países del mundo, con el consiguiente gasto de dinero, para declarar ilegal ese artículo y suprimirlo, dejarlo vacío o en su lugar poner alguno que declare delito, delincuencia, ilícito o la fórmula que mejor se ajuste en Derecho a las causas que provocan los desplazamientos forzosos de un lugar a otro, con todas las consecuencias que conllevaría de trabajar y esforzarse por eliminar dichas causas.

viernes, 23 de mayo de 2008

Recordando cosas del 68



Recordando anoche el recital de Raimon hace cuarenta años a uno le vienen a la memoria infinidad de cosas. Había una dictadura, las reuniones no eran libres, tampoco las manifestaciones, los grises corrían detrás del que protestaba, los sindicatos no oficiales tenían que esconderse, casi todo lo que podía resultar bonito a los sueños de los jóvenes de entonces era clandestino y había que realizarlo jugando al escondite. De hecho aquel recital terminó con la paranoia de una invasión policial.

En medio de ello uno se acuerda de revistas como Triunfo o El Ciervo, o de filósofos como Aranguren que intentaban poner otra voz y apuntar a otras reflexiones. Bien que se portó el decano de la universidad haciéndose el tonto con el festival famoso, pero también mucha gente de aquella época ya se reunía a escondidas y los carteles con las imágenes del Che adornaban las paredes del interior de muchas habitaciones. Era como un símbolo de que algo nuevo se necesitaba no solo en la sociedad sino también en la iglesia donde se iba fraguando movimientos de base impulsados por el abrir las ventanas del Papa Juan para que el viento se llevara el polvo acumulado.

Fue también el tiempo de movimientos maoístas y ácratas. Recuerda uno con cara de asombro personas conocidas y famosas posteriormente en la sociedad democrática que militaban en los mismos. Ya se habían producido también atentados de Eta en el País Vasco. Algo bullía en la sociedad que pedía un cambio social, cultural y político. Las cosas van surgiendo poco a poco, y de abajo arriba. Todo pareció quedar paralizado no solo en España sino en el resto de Europa, pero una semilla había sido sembrada. Recitales de Paco Ibáñez, acciones simbólicas que se gestaban en los colegios mayores de entonces como si dieran espacio a una universidad más cercana a la sociedad. Profesores expulsados de la Universidad como el querido Aranguren fueron hitos de que lo imposible en algún momento podía tornarse posible. Aunque gente, como Fraga, intentaran justificar la necesidad de una prevención con aquellos llamados estados de excepción que ya para conocerles hay que ir a los libros de historia, si bien se daba cuenta que no podía parar la incandescencia que comenzaba a encenderse. Hubo también otras Pragas entre nosotros, aunque nada cortó el sueño de que no se podía enterrar del todo al 68 y que hizo que los movimientos de izquierda no durmieran en el sueño de los justos, pues aunque no se les viera, seguían con las suyas. Luego ya vino la Transición, los consensos, el limar puntos de vista, el quitar aristas, y lograr un engranaje donde todos cupiésemos.

Más allá de todo ello hay un espíritu, el espíritu del 68, que nunca debemos enterrar en ninguno de los ámbitos donde actuamos: sociales, políticos, culturales, religiosos, filosóficos. Siempre lo vamos a asociar al espíritu del cambio y de la renovación, en cuya dirección siempre vamos a estar llamados a movernos, y necesitados de hacerlo. Pararse no es bueno.

lunes, 19 de mayo de 2008

Limpiadoras and Cia



Benita está nerviosa. Cada día más. No hay nada más malo que estar enferma de los nervios. Unas veces duerme mejor, otras peor. Pero lo que no le ayuda para nada es su trabajo. Se siente fatigada. Se dedica a limpiar, a lavar, a ordenar las cosas que otros desordenan en un centro social, utilizado por muchísimas personas. Limpia hasta las paredes. Hay algunos que incluso se quitan los mocos pasando las manos por esos muros. Y ahora le han comentado que van a eliminar bastante de los recursos que se tienen en este momento para estas tareas. Porque dicen que no hay dinero. Lo puede haber para otras cosas, pero la limpieza no es todavía un trabajo que se valora.


Nos hemos olvidado de los trabajos esenciales en la vida de las personas. ¿Cómo puede atender un médico o un abogado a sus clientes con cierta dignidad si su despacho está lleno de polvo, los pisos con lanas y basura, las papeleras a rebosar? Difícilmente lo haría, si previamente la señora o el señor que limpia no ha hecho su trabajo. Es tan digno uno como otro. Nos hemos olvidado de las personas importantes para las vidas y los trabajos de los demás.


A Benita le puede el cansancio. No puede dejar el trabajo. Lo necesita para pagar sus gastos. También para poder tener una pensión que se aproxime a lo decente el día de mañana. Si no, estaba segura que firmaría el finiquito. Ha dejado su piel. Le gusta su trabajo porque además está al servicio de un colectivo necesitado y pobre que es el que usa dicho centro. Por eso se desvive también y con mas ganas. Pero se siente abandonada por los responsables, por los mismos que defienden los derechos humanos de los más necesitados y salen en la prensa un día sí y otro no con múltiples declaraciones, pero se olvidan de los que limpian. Como también del trabajo llano y monótono de las amas de casa, de las empleadas de hogar, las cuales para colmo están peor que Benita pues no tienen derecho al subsidio del desempleo en caso de que las despidan.

Benita pierde los nervios. Llega a su casa cansada, sin ánimo. No se ve ilusionada. El año pasado de tanto curro hasta enfermó. Y no pidió la baja, para que sus niños, los que utilizan aquel centro social, se siguieran sintiendo a gusto. Pero sus jefes no valoran eso. Los derechos humanos son de los que están fuera, no de los que trabajan en dicho centro. Por eso Benita, después de hablarlo con gente de su confianza, y aun sintiendo que los golpes bajos la están reventando por dentro ha decidido que no tiene más remedio que seguir por su bien y por llegar a fin de mes pudiendo ir al supermercado todas las semanas, aunque para eso tenga que comenzar a “pasar” de cosas que antes hacía y ahora ya no puede, porque una cosa es dar el callo y otra que abusen de ti. No se siente vencida, sigue con ganas de pelear. Dice las cosas cuando llega el momento. Y recuerda a su jefe los compromisos que va adquiriendo con los demás cuando al día siguiente los olvida. Si todos me olvidan, yo no me voy a olvidar de mi misma, se ha dicho. Si a nadie le importa, a mí si que me importo. Y ya se darán cuenta de lo que es perder la cantidad de detalles que hago todos los días por los necesitados que vienen aquí sin que ello entre en mi nómina. Y si no se dan cuenta, pues peor para ellos. Serán ellos los que sigan prisioneros de si mismos. En esto no hay jueces, el juez parece ser uno mismo, el juez de su propia conducta, en definitiva, la coherencia personal. Porque si hasta aquí no he logrado nada, será cuestión de muchos años que los que aparecen como nobles o líderes de la sociedad, valoren a los que le planchan la ropa con la que salen tan guapos en la tele.


viernes, 16 de mayo de 2008

Artistas anónimos



Camino con soltura por las calles de mi ciudad, haciendo agenda mental sobre los asuntos del día. De momento y arrasante, me topo con un gran muro pintado hasta el borde de cada una de sus cuatro esquinas. Grafiti le llaman algunos, vandalismo otros, arte los que sin ser expertos, podemos reconocer una manifestación así, aún sin distinguir si fue hecho con pintura en aerosol o aerógrafo. Pero ahí estaba ese perfecto rostro de mujer, equilibrando las proporciones en tan inmensa pared. Firmado con algún garabato que para nosotros sigue siendo como anónimo, pero que entre grupos de grafiteros, es la marca territorial, el distintivo que los reconoce entre unos y otros.


Entonces abro un espacio forzado en mi calendario y decido por una hora de este día, regalarme la oportunidad de volverme turista, pero no para admirar la arquitectura de los edificios históricos, sino para ir en busca de esas muestras artísticas que se nos hacen cotidianas y por lo mismo dejamos de notarlas.


Ya tuve mi primer encuentro con ese muro lleno de color y con el rostro de mujer tan expresivo. Ahora solo debo dejarme guiar y caminar hasta donde el sonido de una armónica me atrae. Sí, aquí está ese hombre sin vista que sostiene con una mano el sombrero que recibe las monedas que la gente deja por caridad y no por admiración. En la otra mano y pegada a los labios, tiene esa vieja y ensalivada armónica que hace sonar y no sé cómo ni por dónde puede conseguir que se escuche una melodía con forma. Notas que viajan por el aire y entran en depende qué oídos que sepan escucharlas.

Más adelante y atraída por los colores en la ropa de los indígenas purépechas, me acerco a ellos y observo las morenas manos del hombre de esa familia de cuatro. Teje con rapidez una preciosa cesta y usa como taller artesanal la misma calle, una manta de donde toma las ramas que entrelaza hábilmente para hacer canastas de diversas formas. A su lado, tendido en la dureza del piso, su pequeño hijo de meses de edad, que duerme aún sin saber lo que es una injusticia. Pegadas a ellos, una niña que ayuda a su madre y que hereda la habilidad manual del padre cortando pencas de nopal crudo en tiras o cuadros, para que llenando bolsas plásticas, puedan venderse a precios que nunca desquitan haberse espinado algo las manos.


Me dí permiso de una hora y se me acaba el tiempo, así que atravieso la plaza solo para saber si encuentro a los diseñadores de joyas. Pero no aquellos famosos y millonarios por vender su nombre y firma en locales con aparadores luminosos, sino a estos que con trozos de hilaza, herramientas casi rústicas y piedras semi preciosas, diseñan, elaboran y venden collares, pulseras, aretes en combinaciones de cuarzo, jade, piel y plata. No saben de modas ni tendencias, pero son más hermosos y originales que en las grandes tiendas.

Y así, se me acaba el tiempo. Descubrí hoy a algunos anónimos artistas, regalando talento o siendo remunerados con poca justicia. No son pintores, músicos ni diseñadores reconocidos y su firma no vale a menos que se estampe en un pagaré, pero usan su alma y manos para aportar algo a esta sociedad que no los nota, mientras ellos aún tienen fe y bajo sustento.

Tere García Ahued.

jueves, 8 de mayo de 2008

Al lado de la vida



Tempranito, desde la mañana, cuando hemos salido a la calle y hemos visto la prensa con sus grandes titulares en los kioscos o en las manos de los que pasaban a nuestro lado, la vida parece haberse teñido de duelo. De un duelo que a todos nos impresiona pero que, a fuerza de repetirse, parece que a nadie le importa. Son cosas que no se entienden, que no entran en los límites de lo razonable. Dos madres que matan a sus niños pequeños. Una que asfixia a su hijo pequeño de cinco meses mientras dormía, y otra que lo tira por un risco con apenas cuatro meses, aunque en este casó aún, al menos, no ha muerto. Depresiones post parto, enfermedades apuntan a las causas que están por detrás.

No puede uno menos que hacer una mirada dolorosa a la realidad. Y una mirada reflexiva que nos recuerda que alguien olvidó esas enfermedades de las susodichas mamás. La niebla del caso nos impide ver con claridad. No hay explicaciones. ¿Podría haber previsiones? ¿Las podría haber calculado alguien? Todos los días asistimos en esta sociedad a espectáculos similares donde los protagonistas, que somos nosotros mismos, la propia sociedad, parece padecer de locura, como si fuéramos un árbol que, no siendo otoño, se va desprendiendo de sus hojas. Se siguen rompiendo espejos, se siguen quemando tejados, nos vestimos de negro, y siempre los que no tienen culpa son los que pagan. Esta vez niños de pocos meses. Todavía no habían aprendido a decir mamá.

En cualquier parte del mundo, por otros motivos y con otras edades, hoy siguen calcinándose personas, cuerpos de gente, condenando a otros con la pena de muerte y disponiendo de la vida de los demás. No importan sus nombres ni su procedencia. Son seres humanos. ¿Debemos seguir espantándonos? ¿O hemos puesto un límite al espanto?. En medio del horror de las cosas que no llegamos a entender solo se me ocurre una pequeña reflexión, unas pocas palabras: que la mayoría no seamos indiferentes, y que no aprendamos a mirar para el otro lado del sufrimiento sin intentar buscar soluciones al mismo. Eso también es estar del lado de la vida. Que a todos nos importe, o a la gran mayoría, al menos.

lunes, 5 de mayo de 2008

Color de las notas en los diarios



Planas de papel reciclado, tinta negra enlazando palabras en renglones, fotografías y publicidad a color. Noticias locales, nacionales, internacionales, deportivas y de espectáculos. Nota roja, muy pocas culturales y extensas columnas de anuncios clasificados. Mundo tridimensional que se vuelve plano impreso en los diarios matutinos y vespertinos, mostrando en un mismo espacio esa mezcla por momentos absurda de columnas para distintos intereses.


Conviven entre páginas la crema de brócoli y los cincuenta y ocho años de Topo Gigio. La prevención de suicidios en adolescentes por la Secretaría de Salud y el fatal accidente en el que pierden la vida dos jóvenes. La apertura de la Villa Olímpica de Qingdao, para la tan cercana celebración de Beijing 2008. Ventas de casas, autos, terrenos y mascotas. Obras de asistencia social de clubes internacionales. La boda del personaje del pueblo y la publicitada actividad de los gobiernos en sus tres niveles. Horóscopos a la izquierda, oraciones fervientes de agradecimiento al santo milagroso a la derecha.


Todo se confunde. ¿ Cómo pasar de una página a otra encontrando tan pocas notas positivas o culturales ?. Sin embargo tenemos sed de información, tal vez costumbre o esas ganas de que nuestras lecturas gráficas equilibren el porcentaje con las cibernéticas. Siempre es más grato comenzar el día con el diario sobre la mesa, completando el cuadro con un plato de fruta, café o zumo y una tostada de pan. Habrá que valorar la capacidad de leer todo sin salir predispuesto y con el desayuno indigesto.


En algo lleva razón Don Nicolás. Aquel hombre con el que converso algunas veces mientras dirige dos veces al año los trabajos de cosecha del campo detrás de casa. El esfuerzo visual a corta distancia no es su justificación para no leer los diarios, sino las vanas lecturas que obtiene con ello. Me dice lo serena que es su vida cuando no intenta comprender más allá de lo que necesita.


Entender los debates políticos sobre ciertos temas, el por qué se suicida la gente, roba, asesina, abusa o se accidenta, es algo que excede su espacio vital, por esto mismo si desconoce algo, lo pregunta, pero no deja que notas rojas, negras o grises, le quiten tiempo a su vista de lejos, hacia esos nobles campos verdes que renacen tras brindarse en cada cosecha.


Ahora tendría que poner una obligada moraleja como conclusión, pero para estos asuntos solo es cuestión de enfoques.

Tere García Ahued.