martes, 20 de mayo de 2008

Religión, trabajo y sufrimiento



Religión, trabajo y sufrimiento

IGNACIO SOTELO 20/05/2008 EL PAIS

En la Antigüedad, el ciudadano libre desplegaba distintas actividades empresariales, sociales, políticas, culturales, pero en rigor no trabajaba. El condenado a trabajar era el esclavo; el ciudadano libre quedaba excluido, en primer lugar, porque hacer lo que mande otro supone una dependencia incompatible con el status libertatis. El ciudadano libre decide por sí mismo qué hace, cómo y cuándo, sin obedecer más que a la ley. Realiza actividades (ergon), en latín, opera, pero no trabaja (ponein), que además de un sometimiento a la voluntad de otro, conlleva un ponos, un esfuerzo doloroso. Que trabajar significa sufrir se trasluce también en el vocablo latino de labor, que viene de labare, desfallecer ante una carga.

Con el cristianismo, trabajo, obediencia y sufrimiento adquieren una dimensión positiva

Los requisitos de la educación actual son espíritu crítico e iniciativa individual

Con el cristianismo el trabajo, vinculado al sufrimiento, adquiere una dimensión positiva. Por el pecado de desobediencia, Dios condenó a nuestros primeros padres "a ganar el pan con el sudor de la frente". Los padecimientos del Hijo de Dios, muerto en la cruz para redimir al género humano, sacraliza también el sufrimiento que el trabajo comporta. Cierto que el trabajo supone un esfuerzo doloroso, pero hemos venido a este mundo a sufrir, como Jesucristo padeció en la cruz por un amor infinito. "Aquí abajo, el dolor es la sal de nuestra vida". "Bendito sea el dolor, amado sea el dolor, santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!", leemos todavía en Camino.

En la segunda carta a los Tesalonicenses san Pablo escribe "el que no quiera trabajar que no coma. Pues bien, tenemos noticia de que algunos de vosotros viven ociosamente, sin otra preocupación que curiosearlo todo. De parte de Jesucristo, el Señor, les mandamos y exhortamos a que trabajen en paz y se ganen el pan que comen" (2 Tes, 3 10-13). El cristianismo, sin embargo, en la práctica ha reducido el deber de trabajar a los que no puedan alimentarse de otra forma.

Educar para el trabajo y el esfuerzo doloroso, con un control estricto de las pasiones y una recia disciplina en el comportamiento, elevando la obediencia a virtud, se opone a la educación que recibía el ciudadano, cuyo afán principal era aprender a convivir en libertad. El cristianismo, en cambio, al fin y al cabo religión de esclavos, Nietzsche dixit, rechaza vivir un ocio con sentido, curiosos de todo lo que pasa a su alrededor, con tiempo y ganas de cuestionarse a sí mismo y a los demás.

En la Edad Media, la pereza se contará entre los pecados capitales. El monacato -ora et labora- divide la jornada con un horario estricto. No olvidemos que el monasterio inventa el reloj, como el instrumento que impone orden y disciplina a la cotidianidad. Las primeras formas de acumulación capitalista resultaron de una vida ascética, dedicada a la oración y al trabajo. Max Weber enlaza el surgir del "espíritu del capitalismo" al ascetismo intramundano del calvinismo y el puritanismo. Sin ningún género de duda el cristianismo ha contribuido de manera decisiva a la posición central que el trabajo ha ocupado en la sociedad capitalista moderna. La cuestión que hoy se plantea reza, ¿qué consecuencias sociales y religiosas tendrá el que el trabajo dependiente esté desapareciendo?

La revolución tecnológica de los últimos lustros -automatiza-ción y nuevas técnicas de comuni-cación- promociona una sociedad en la que el beneficio del capital depende cada vez menos del trabajo asalariado. El trabajador no ha conseguido, como pronosticó Marx, acabar con el capital, sino que ha sido el capital el que puede prescindir del trabajo. La civilización industrial demandaba una educación que ponía en un primer plano disciplina y obediencia, las dos virtudes del esclavo que tanto exaltó el cristianismo. Pero en un mundo en el que está desapareciendo el trabajo basado en el esfuerzo físico, directamente vinculado al sufrimiento, se va perdiendo la significación que estas dos cualidades tuvieron en el pasado.

El hombre de hoy centra el esfuerzo físico en el deporte, que sustituye en cierto modo al trabajo manual, como el ciudadano libre lo hizo en la Antigüedad. Ambos sexos se muestran capaces de ejercer las mismas actividades, una vez que una menor fuerza física, la única inferioridad real de la mujer, ya no cuenta. La alta tecnificación de la guerra permite incluso que la mujer combata como un soldado más, actividad de la que había quedado excluida cuando la eficacia de los mandobles dependía de la fuerza de su brazo. Una buena parte de la discriminación social que la mujer ha padecido largos siglos tuvo su origen en que no pudiera imponerse, acudiendo al uso de la fuerza.

Junto con la equiparación de la mujer, la completa transformación del trabajo es el otro cambio mayúsculo que se está operando en las sociedades avanzadas. El trabajo físico doloroso que exigía una obediencia ciega pertenece al pasado; ahora se requieren personas cada vez mejor cualificadas que disfruten con lo que hagan de manera autónoma y responsable.

Importa tener muy presente que en el mundo de la automatización y de las nuevas tecnologías, no sólo se precisa de una población más educada, sino sobre todo educada de otra forma. La vieja educación que exaltaba la disciplina, la obediencia y la disposición a sufrir, ha de dejar paso a una que, sin renunciar al gozo de vivir, ponga en un primer término el espíritu crítico y la iniciativa individual. Ahora que por fin se puede hacer extensiva a todos, tal vez haya que inspirarse en la educación que recibía el ciudadano libre en la Antigüedad, basada en un desarrollo personal que impulse la iniciativa de cada cual.

Predicar el sufrimiento como principio de salvación era congruente con un mundo en el que la inmensa mayoría estaba condenada al esfuerzo doloroso y a la obediencia sin réplica. Un cristianismo que colocó al sufrimiento y la obediencia en el centro de lo humano tuvo sentido en un contexto social en el que la inmensa mayoría estaba condenada a realizar un trabajo desesperante.

Pese a que no quepa eliminar otras muchas fuentes de dolor, desde la muerte de los seres queridos al miedo a la propia muerte, desde la aflicción por el desamor, a la que conlleva el fracaso en nuestros mejores empeños, para la inmensa mayoría la primera fuente diaria de sufrimiento ha desaparecido con el trabajo humillante y doloroso. El recurso a una religión que transforma el sufrimiento en salvación seguirá acogiendo a algunos de los menos dichosos, pero no tendrá ya la universalidad que le proporcionó el trabajo como fuente principal de padecimiento.

Ignacio Sotelo es catedrático excedente de Sociología.

lunes, 19 de mayo de 2008

Leer te atrapa.











Uno de los slogans de la 22 feria del Libro de Bogotá: “leer te atrapa”, me sirve para registrar el regalo de un libro que le hago el lunes 19 de mayo a cada uno de mis estudiantes.

Estando en el 8° Congreso Nacional de Lectura me comuniqué con ellos para saludarlos y motivarlos en su diario quehacer de coinvestigadores. Muy entusiasmados conversaron, casi que todos al tiempo, para expresarme su deseo porque me fuera y estuviera bien en la capital del país.

En esa oportunidad les anuncié que les llevaría un regalo: un libro. Y desde mi retorno a Pamplona me lo han estado requiriendo. Así es que este lunes mis amigos niños y niñas de Monteadentro recibirán los siguientes títulos:

Los mejores cuentos para ocho años, Enid Blyton, Ediciones del Bronce. (2), para cuarto nivel.
Barbas Jonás y los títeres acatarrados, Pilar Mateos, Espasa.
El abuelo misterioso, Christine Nöstlinger, Espasa.
Ramona empieza el curso, Beverly Cleary, Espasa.
El robot y la luna, Rafael Estrada, Edebé.
Los mejores cuentos para siete años, Enid Blyton, Ediciones del Bronce.
Los mejores cuentos para seis años, Enid Blyton, Ediciones del Bronce. (7) para quinto nivel.

A leer, amigos del Club de Lectura “Conejo Lunar”

Ministra de Educación y las TIC’s.




En la inauguración del 8° Congreso Nacional de Lectura intervino la Ministra de Educación de Colombia Cecilia María Vélez.

Y de sus palabras puedo transcribir las siguientes conclusiones:

Es supremamente oportuno que el Congreso de Lectura se relaciones con las TIC’s.

Tenemos que mirar las TIC’s para promover la lectura, estimularla y como un medio alternativo para leer.

Buscamos que las personas se comuniquen mejor. Que vivan mejor en comunidad a través de la competencia comunicativa.

“Que la gente sea capaz de aplicar lo que aprende… superar, y con creces, el hecho de repetir. Que haya una verdadera transformación al pasar por el espacio académico”

Es imperioso aprender a participar en la producción del discurso sobre nuestra realidad.

Una de las preocupaciones de los participantes en la construcción del plan Decenal de Educación refiere a la integración de las TIC’s como clave para la transformación de todos los procesos pedagógicos.

De alguna forma es un mandato para quienes somos responsables de la educación.

La escritura y la lectura deben ser asumidas en las diferentes áreas de estudio.

Un país inserto en la competencia internacional requiere ciudadanos preparados para este reto.

Se recibe información pero también nos podemos HACER VISIBLES en la RED.

La educación debe volverse interesante para afrontar otros problemas: deserción, por ejemplo.

Entre los proyectos para mejorar la calidad educativa están: TIC’s, competencias laborales y el Inglés.

El reto para el Ministerio de Educación Nacional es ofrecer contenidos digitales y formas de acceder a ellos. Colombiaaprende.gov.co forma parte de una red de dieciocho portales latinoamericanos.



Limpiadoras and Cia



Benita está nerviosa. Cada día más. No hay nada más malo que estar enferma de los nervios. Unas veces duerme mejor, otras peor. Pero lo que no le ayuda para nada es su trabajo. Se siente fatigada. Se dedica a limpiar, a lavar, a ordenar las cosas que otros desordenan en un centro social, utilizado por muchísimas personas. Limpia hasta las paredes. Hay algunos que incluso se quitan los mocos pasando las manos por esos muros. Y ahora le han comentado que van a eliminar bastante de los recursos que se tienen en este momento para estas tareas. Porque dicen que no hay dinero. Lo puede haber para otras cosas, pero la limpieza no es todavía un trabajo que se valora.


Nos hemos olvidado de los trabajos esenciales en la vida de las personas. ¿Cómo puede atender un médico o un abogado a sus clientes con cierta dignidad si su despacho está lleno de polvo, los pisos con lanas y basura, las papeleras a rebosar? Difícilmente lo haría, si previamente la señora o el señor que limpia no ha hecho su trabajo. Es tan digno uno como otro. Nos hemos olvidado de las personas importantes para las vidas y los trabajos de los demás.


A Benita le puede el cansancio. No puede dejar el trabajo. Lo necesita para pagar sus gastos. También para poder tener una pensión que se aproxime a lo decente el día de mañana. Si no, estaba segura que firmaría el finiquito. Ha dejado su piel. Le gusta su trabajo porque además está al servicio de un colectivo necesitado y pobre que es el que usa dicho centro. Por eso se desvive también y con mas ganas. Pero se siente abandonada por los responsables, por los mismos que defienden los derechos humanos de los más necesitados y salen en la prensa un día sí y otro no con múltiples declaraciones, pero se olvidan de los que limpian. Como también del trabajo llano y monótono de las amas de casa, de las empleadas de hogar, las cuales para colmo están peor que Benita pues no tienen derecho al subsidio del desempleo en caso de que las despidan.

Benita pierde los nervios. Llega a su casa cansada, sin ánimo. No se ve ilusionada. El año pasado de tanto curro hasta enfermó. Y no pidió la baja, para que sus niños, los que utilizan aquel centro social, se siguieran sintiendo a gusto. Pero sus jefes no valoran eso. Los derechos humanos son de los que están fuera, no de los que trabajan en dicho centro. Por eso Benita, después de hablarlo con gente de su confianza, y aun sintiendo que los golpes bajos la están reventando por dentro ha decidido que no tiene más remedio que seguir por su bien y por llegar a fin de mes pudiendo ir al supermercado todas las semanas, aunque para eso tenga que comenzar a “pasar” de cosas que antes hacía y ahora ya no puede, porque una cosa es dar el callo y otra que abusen de ti. No se siente vencida, sigue con ganas de pelear. Dice las cosas cuando llega el momento. Y recuerda a su jefe los compromisos que va adquiriendo con los demás cuando al día siguiente los olvida. Si todos me olvidan, yo no me voy a olvidar de mi misma, se ha dicho. Si a nadie le importa, a mí si que me importo. Y ya se darán cuenta de lo que es perder la cantidad de detalles que hago todos los días por los necesitados que vienen aquí sin que ello entre en mi nómina. Y si no se dan cuenta, pues peor para ellos. Serán ellos los que sigan prisioneros de si mismos. En esto no hay jueces, el juez parece ser uno mismo, el juez de su propia conducta, en definitiva, la coherencia personal. Porque si hasta aquí no he logrado nada, será cuestión de muchos años que los que aparecen como nobles o líderes de la sociedad, valoren a los que le planchan la ropa con la que salen tan guapos en la tele.


domingo, 18 de mayo de 2008

Luego de la Cosecha.


Terminada la cosecha de las plantas aromáticas y medicinales nos dedicamos a arreglar el terreno para la resiembra.
Azadones, palas, escardillos y picas nos sirvieron para preparar la tierra.
Mientras unos estábamos en las labores de repique del terreno, otros cernían la lombrinaza. Rico abono generado por las lombrices.
La imagen muestra cómo quedó nuestra huerta de plantas medicinales y aromáticas después de la cosecha.
Se aprecian: toronjil, hierbabuena, romero y en mayor proporción el hinojo.

Kiosco para Preescolar.



Registro de algunos momentos en los trabajos de adecuación del Kiosco para preescolar.

Etapa de Profundización CPE.

Etapa de Profundización CPE.

Computadores para Educar región Nororiente
Primera Jornada de Formación Pedagógico-tecnológica 2008.


Durante los días lunes 12 y miércoles 14 de mayo se cumplió esta primera jornada de formación orientada básicamente hacia la formación en dos componentes especiales: el componente Pedagógico y el Tecnológico. Desde ellos se pretende fortalecer de manera integral competencias de tipo pedagógico, técnico-tecnológico, comunicativo-colaborativo y ético-ciudadano, acordes a la ruta de perfeccionamiento docente demarcada por el Ministerio de Educación Nacional y a los parámetros internacionales sugeridos por la UNESCO para el perfeccionamiento docente en incorporación de TIC en educación.

La agenda desarrollada durante esta jornada fue la siguiente:

SESIÓN I:

Toma de de contacto.
Sensibilización.
Reconocimiento del proyecto CPE y modelo CPE UNAB Conexiones.
Vivencia de estrategia de trabajo colaborativo.
Trabajo en el computador.

SESIÓN II y III:

Toma de contacto – dinámicas.
Sensibilización.
Trabajo en el computador.
Diseño de actividades con incorporación de TIC.

SESIÓN IV:

Reconocimiento de REDUC@R
Creación de correos electrónicos.
Reconocimiento de herramientas de comunicación sincrónica chat.
Reconocimiento de herramientas de comunicación sincrónica foro.

SESIÓN V:

Reconocimiento de la Pachamama.
UAI’s y proyectos diseñados por maestros en 2004. 2005, 2006 y 2007.

Unas Manos.




Marco Antonio Montes de Oca nació en la ciudad de México en 1932. Ha sido becario de El Colegio de México, del Centro Mexicano de Escritores en dos ocasiones, y del Fondo de Cultura Económica. Obtuvo el premio Villaurrutia en 1959. Ha publicado, entre otros libros: Contrapunto de la fe (1955), Cantos al sol que no se alcanza (1961) y Vendimia del Juglar (1965).

En el concurso de dibujo “Pintando nuestra Normal” tuvo la maravillosa oportunidad de observar el trabajo de unas manos muy especiales que me hicieron recordar un texto aparecido en el libro “Las fuentes legendarias” de Montes de Oca:





LAS MANOS




Amo estas manos, destinadas por Dios para concluir mis muñecas, también son las privilegiadas que te acarician y tañen. Ante unos ojos las desperezo. Elevo el dedo meñique, tallo para la luna, espiga rematada en coraza de cal. Elevo otro dedo, el cordial, y, ya con ambos en movimiento, diseño para mis hijos, en un muro de pronto habitado, animales de vívida sombra. Los niños se asombran de que existan burritos negros capaces de correr por llanuras verticales, por la escoriada pared donde hasta hoy sólo moscas han reinado. Ellos están contentos de ver unas manos que contienen tantos animales como el Arca de Noé. Con estas manos entreabro el higo más dulce, cojo el pez en la curva de su rizo relampagueante. A veces mis manos llegan a juntarse tanto que entre ellas el cadáver de una plegaria apenas cabe. A veces las arrojo al espacio con tal ira o alegría, que no me explico por qué se quedan enclaustradas en el ademán; no me explico muy bien por qué no vuelan.

ACRÓSTICO 8° Congreso Nacional de Lectura 2008.

Oh, el tiempo que todo difumina
Corrió más presuroso en estos días,
Tocando inclemente la campana,
Anunciando el final en esta tarde,
Vacío quedará el auditorio del poeta,
Ocaso musical del Octavo Congreso de Lectura.

Con ideas, imágenes, palabras,
Ocurrencias, reflexiones, experiencias,
Nos vamos al reencuentro con los nuestros
¡Gracias Carmen y a todos sus amigos!
Recuerdo más allá conservaremos,
Entusiasmo en nuestras almas llevaremos,
Sospecha de que éste es un comienzo,
Optimismo y certeza de compartir en el noveno.

Javier Cote Parra
Bogotá, 26 de abril de 2008.

La Cosecha.











A comienzos de abril cosechamos las plantas medicinales y aromáticas.
Las niñas cortaron los gajos de romero y los niños hicieron lo propio con la menta y el tomillo.

Luego en horas de recreo acompañé a tres niñas para que realizaran la oferta y venta correspondiente en los puestos de hierbas de la Plaza de Mercado.

Ya el año anterior habían visitado a las abuelas que se dedican a vender la manzanilla, la sábila, el toronjil, la caléndula y muchas otras plantas que tren los campesinos desde las laderas de las montañas. Otras llegan de los climas templado y cálido. Y por eso en estos puestos emblemáticos de la medicina popular, es posible encontrar desde el árnica hasta el poleo, pasando por los nuevos descubrimientos de la botánica.

Había ilusión en el grupo de estudiantes de cuarto y quinto. El romero fue generoso en su crecimiento y Carolina, Yésica y Diana habían liado en fardos que medían en el espacio de sus manos en círculo las olorosas hierbas. Muchos atados salieron y por lo tanto se podría conseguir algún dinero importante para reinvertirlo en el proyecto productivo.

Pero no fue así. Ya algunas personas se nos habían adelantado y las abuelas comparadoras y vendedoras de las plantas medicinales tenían colmados sus estantes de romero y tomillo. La menta es escasa en estas tierras y poco apetecida.

De tal forma que fue muy poco lo que se recibió por la venta de las hierbas.

Otros fardos fueron regalados a profesores y compañeros de la escuela.

Una enseñanza: No siempre se gana.

Y alguien dijo: sucede como con nuestros papás que bajan al pueblo a vender los productos que siembran con mucho esfuerzo y los precios están por el suelo.

Y otro niño complementó: por eso los campesinos estamos mal. Tal vez el estudio nos sirva para salir de esta situación terrible.

Producción de "Zanquero de Monteadentro"




El sábado 29 de marzo en los estudios de Azul Comunicaciones se realizó la grabación de dos temas: “Zanquero de Monteadentro” y “Anhelo”, con letra de mi autoría y música del profesor normalista Luís Emilio González.

Una vieja idea de llevar a la música el testimonio de mi trabajo teatral con los niños campesinos.

Ya es una identidad veredal el grupo de zanqueros y la experiencia derivada de los talleres de artes escénicas han arraigado en mí la convicción que esta población, desprevenida frente al ritmo acelerado del urbanismo y con una alta dosis de lúdica y alegría en su sangre nativa, asimila muy hondo la experiencia de la estética a partir del teatro.

En otros post he escrito sobre el teatro como una estrategia para que los infantes se acerquen al conocimiento de manera más amable y entusiasta.

Aquí comparto la letra de la canción por cuyos versos transitan estos singulares personajes que miran la vida desde arriba y algunas imágenes del proceso de grabación.




ZANQUERO DE MONTEADENTRO

Letra: Javier Cote Parra.
Música: Emilio González.

I

Yo soy zanquero con mucho orgullo
miro de arriba el viento pasar
y aunque parezca una leyenda
sobre estos palos vengo a estudiar.


CORO

Zanquero de Monteadentro pa´ dónde vas?
Corriendo por las veredas o a la ciudad?
Mira, no tardes, regresa pronto,
que una carta a mi novia voy a mandar.


II

¡Cuántas caídas! Ya no recuerdo
y sin embargo, puedo trotar,
es que en la vida pa´ llegar lejos
una alta meta debo mirar.

III

Crecen con las zancadas mis ilusiones
y estos verdes caminos saben de mí,
voy con la alegría a tropezones
y un buen futuro me voy a abrir.

Como hormiguitas.











Días antes a la celebración de la Semana Santa se consiguió que la Escuela Normal Superior asumiera gran parte de la adecuación del Kiosco para que se ubicaran allí los estudiantes de pre-escolar y poder retornar los niños y niñas de los niveles cuarto y quinto a su salón. De esta forma la Sala CPE “nave Mágica” se podría utilizar por parte de toda la comunidad, ya que desde principio de año por extrema necesidad se destinó a los dos grados superiores.

Uno de los aportes más significativos de los estudiantes consistió en el traslado de la arenilla desde la cancha múltiple donde había sido descargada hasta los alrededores de la obra.

Resulta gratificante y de alguna manera, reflexivo observar cómo niños y niñas, como hormiguitas, cargaron en pequeñas cantidad la totalidad del material. Una jornada larga, fatigosa pero indicadora que la comunidad tiene un alto sentido de pertenencia con la escuela.

-Parecen hormiguitas- exclamó un padre de familia que miraba desde el camino la actividad donde estaba comprometido uno de sus hijos.
-Esta es la churria del trabajo- manifestó una pequeña de tercer nivel, haciendo referencia a la cadena que había formado con otros seis niños para disfrutar de la actividad que para los adultos era trabajo, simple y físico trabajo.

En la huerta escolar aprendo y me divierto.
















A comienzos de abril, el mes de las aguas, y por iniciativa de la profesora Celina se dio comienzo al proyecto “En la huerta escolar aprendo y me divierto”.

El propósito central de la experiencia es tomar como un espacio más para la apropiación del conocimiento a la huerta. Por generosidad de la madre de la profesora se consiguió un terreno de 11 ms. 6 ms. Y allí se dio comienzo a las actividades de adecuación para la siembra de hortalizas como remolacha, acelga, rábano y brócoli. Se experimenta con la semilla de pepino cohombro, que creciendo en temperatura más alta a la de la vereda Monteadentro, nos permita observar qué sucede a esta altitud sobre el nivel del mar.

Algunos padres de familia se han vinculado y los estudiantes de segundo al quinto nivel asumen las labores de agricultura.

Hay bastante motivación, sobre todo en los niños y niñas.

Seguramente el tiempo irá madurando para una buena cosecha este proyecto sobre el cual aparecerán otras notas más adelante.

sábado, 17 de mayo de 2008

Imágenes 22 Feria del Libro de Bogotá.














































Estas son algunas imágenes de la 22 feria del Libro de Bogotá, abril 2008 y del 8º Congreso Nacional de Lectura.

Amigo, porque eres...

Amigo, porque eres:

Lazo que une pero no ata.
Estrella que guía pero no encandila.
Árbol que acoge pero no encierra.
Torrente que sacia pero no ahoga.
Brisa que alienta pero no adormece.
Piedra que sostiene pero no aplasta.
Mirada que examina pero no juzga.
Silencio que recibe pero no abruma.
Cadena que sujeta pero no esclaviza.
Palabra que previene pero no aflige.
Crisol que templa pero no envilece.
Hermano que corrige pero no apena.
Manto que cubre pero no asfixia.
Lima que pule pero no hiere.
Música que armoniza pero no uniforma.
Mano que acompaña pero no fuerza.
Oasis que reconforta pero no detiene.
Corazón que ama pero no reclama.
Ternura que protege pero no avasalla.
Imagen de Dios, precisamente.

-De Elixires para el alma-

viernes, 16 de mayo de 2008

Artistas anónimos



Camino con soltura por las calles de mi ciudad, haciendo agenda mental sobre los asuntos del día. De momento y arrasante, me topo con un gran muro pintado hasta el borde de cada una de sus cuatro esquinas. Grafiti le llaman algunos, vandalismo otros, arte los que sin ser expertos, podemos reconocer una manifestación así, aún sin distinguir si fue hecho con pintura en aerosol o aerógrafo. Pero ahí estaba ese perfecto rostro de mujer, equilibrando las proporciones en tan inmensa pared. Firmado con algún garabato que para nosotros sigue siendo como anónimo, pero que entre grupos de grafiteros, es la marca territorial, el distintivo que los reconoce entre unos y otros.


Entonces abro un espacio forzado en mi calendario y decido por una hora de este día, regalarme la oportunidad de volverme turista, pero no para admirar la arquitectura de los edificios históricos, sino para ir en busca de esas muestras artísticas que se nos hacen cotidianas y por lo mismo dejamos de notarlas.


Ya tuve mi primer encuentro con ese muro lleno de color y con el rostro de mujer tan expresivo. Ahora solo debo dejarme guiar y caminar hasta donde el sonido de una armónica me atrae. Sí, aquí está ese hombre sin vista que sostiene con una mano el sombrero que recibe las monedas que la gente deja por caridad y no por admiración. En la otra mano y pegada a los labios, tiene esa vieja y ensalivada armónica que hace sonar y no sé cómo ni por dónde puede conseguir que se escuche una melodía con forma. Notas que viajan por el aire y entran en depende qué oídos que sepan escucharlas.

Más adelante y atraída por los colores en la ropa de los indígenas purépechas, me acerco a ellos y observo las morenas manos del hombre de esa familia de cuatro. Teje con rapidez una preciosa cesta y usa como taller artesanal la misma calle, una manta de donde toma las ramas que entrelaza hábilmente para hacer canastas de diversas formas. A su lado, tendido en la dureza del piso, su pequeño hijo de meses de edad, que duerme aún sin saber lo que es una injusticia. Pegadas a ellos, una niña que ayuda a su madre y que hereda la habilidad manual del padre cortando pencas de nopal crudo en tiras o cuadros, para que llenando bolsas plásticas, puedan venderse a precios que nunca desquitan haberse espinado algo las manos.


Me dí permiso de una hora y se me acaba el tiempo, así que atravieso la plaza solo para saber si encuentro a los diseñadores de joyas. Pero no aquellos famosos y millonarios por vender su nombre y firma en locales con aparadores luminosos, sino a estos que con trozos de hilaza, herramientas casi rústicas y piedras semi preciosas, diseñan, elaboran y venden collares, pulseras, aretes en combinaciones de cuarzo, jade, piel y plata. No saben de modas ni tendencias, pero son más hermosos y originales que en las grandes tiendas.

Y así, se me acaba el tiempo. Descubrí hoy a algunos anónimos artistas, regalando talento o siendo remunerados con poca justicia. No son pintores, músicos ni diseñadores reconocidos y su firma no vale a menos que se estampe en un pagaré, pero usan su alma y manos para aportar algo a esta sociedad que no los nota, mientras ellos aún tienen fe y bajo sustento.

Tere García Ahued.

jueves, 15 de mayo de 2008

Cuando...


Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada;
cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores;
cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo,
y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted;
cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio,
entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.

Ayn Rand, La Rebelión de Atlas, 1957

miércoles, 14 de mayo de 2008

De Don Quijote a la actualidad






De don Quijote, al 2003...
Ninfa Duarte


... “En esto, descubrieron 30 a 40 molinos de viento que hay en aquel campo, y así don Quijote los vio.
Dijo a su escudero:
-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren 30 o pocos más desaforados gigantes, con quienes pienso hacer batalla y quitarles a todos la vida.....

- Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí véis no son gigantes sino molinos de viento...

- Bien parecen respondió don Quijote... ellos son gigantes, y si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración, que yo voy a entrar con ellos en fiera lucha...

... En diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance lo socorriese... con su lanza en el ristre se lanzó contra los molinos...

-¡Válgame Dios! Dijo Sancho al verlo caído. ¿No le dije yo que no eran caballeros?

- Calla, amigo Sancho! Que las cosas de la guerra están sujetas a continua mudanza”........... y sigue……"


Valga la aventura del Quijote para entrar en ciertas elucubraciones que me llegaron desde un lugar de la Mancha... Y que pasando unos cuantos siglos, no han perdido vigencia.

Pongámonos así: 30 ó 40 molinos (desaforados gigantes) son los tropiezos que el hombre enfrenta a diario en su cotidiano deambular, son los obstáculos en el camino, son fraudes del destino, son desaciertos causados por nuestra impericia, son antivalores que nos ciegan, son nuestros molinos interiores que llevan aguas a su propio caudal.

Allí están parados frente y dentro de nosotros mismos: la envidia, los celos, el egoísmo, la soberbia, la vanidad, la avaricia, el desamor, cual desaforados gigantes y los Quijotes modernos, todavía creemos que enfrentándoles con la espada de nuestra sencilla palabra los vamos a vencer.

Esos gigantes están dentro de nosotros, agazapados, disfrazados dispuestos a mantenerse firmes y allí no hay espada que pueda vencerlos, sino nuestra propia y personal decisión de “matarlos”.

Nunca son pocos los Sanchos que nos quieren hacer ver que a las dificultades debemos corregirlas nosotros mismos, o debemos desviarlas cuando no poseemos las armas para enfrentarlas o cuando los molinos no son del material frágil o maleable que pensábamos. Pero, nunca los consejos de los Sanchos fueron escuchados, ni antes, ni ahora. Y siguen los Quijotes enfrentándose a los molinos de viento...

- ¿No le dije yo que no eran caballeros?-dijo Sancho-

Y los Sanchos seguimos pensando que con poemas podemos cambiar el mundo.



Fuente: "Hidalgo caballero, don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes Zaavedra

sábado, 10 de mayo de 2008

Levedad

Levedad...
Reflexión
Ninfa Duarte

La vida, que en su andar cotidiano nos va arrastrando;
tiene montes, rutas, vados, riscos, valles, mares y desiertos;
lleva a cuesta suaves brisas, mansas lluvias, vientos fríos,
va trazando rumbo de la inconstancia, la levedad,
va marcando el ritmo de nuestro suceder, nuestro andar…
Atavismo del caprichoso destino que viaja en la grupa,
heredad de modales y maneras con raíces de tiempo;
marca la levedad de mil aconteceres y distancias.
Lo versátil se proyecta muchas veces, hasta en silencio
convirtiendo nuestras vidas en reflejos de mil colores;
inestables emociones, dudas, flaquezas, caprichos…
La inconstancia no es atributo deseable, es liviandad,
mas, los vados y los riscos de nuestros caminos,
son escollos y escombros que se interponen al empeño.
Persevera hermano! es el grito que ahuyenta lo voluble,
y firmeza de carácter, un látigo a la levedad, a la inconstancia…

viernes, 9 de mayo de 2008

Estoy otra vez enamorada



Estoy otra vez enamorada

¿De quien?
De todo el que tenga un corazón hermoso.
Del que entienda que la libertad no se pierde
cuando se asumen compromisos.
Del que pueda repartir alegría sin quedarse triste.
Del que comprenda que la perfección no existe aunque todo sea perfectible.
Que todos somos iguales.
Que nadie marca el tiempo.
Del que conozca que la paz está dentro de nosotros mismos.
Del que sea capaz de mirarme a los ojos sin bajar su mirada.
Del que escuche en el silencio la voz de mi corazón.
Del que siempre tenga un propósito y un objetivo en
la vida
Del que comparta lo que tenga con el necesitado.
Del que le guste bailar al son de los latidos del corazón.
Del que sea capaz de sonreir a la vida desde el amanecer hasta que caigan las sombras de la noche y aún dormido se dibuje una sonrisa en su rostro.
Del que ame la naturaleza, y sea capaz de cuidarla y
encontrar en cada trino, en cada flor la bondad del corazón.
Del que sepa tolerar al amigo.
Del que sea capaz de bajar las estrellas con su mente
y colocarlas en mis manos con sus propias manos.
Del que reparta abrazos, apretones de mano y sonrisas.
Del que tenga tanta fé que vea en mi la grandeza del
Creador y me valore por lo que soy.
Porque sé que muchos llenan esos requisitos, por eso estoy otra vez enamorada de ellos ,los que permiten
que todo gire mejor en esta tierra que nos cobija ,bajo este sol que nos alumbra.

Nelly Guerrero



jueves, 8 de mayo de 2008

Al lado de la vida



Tempranito, desde la mañana, cuando hemos salido a la calle y hemos visto la prensa con sus grandes titulares en los kioscos o en las manos de los que pasaban a nuestro lado, la vida parece haberse teñido de duelo. De un duelo que a todos nos impresiona pero que, a fuerza de repetirse, parece que a nadie le importa. Son cosas que no se entienden, que no entran en los límites de lo razonable. Dos madres que matan a sus niños pequeños. Una que asfixia a su hijo pequeño de cinco meses mientras dormía, y otra que lo tira por un risco con apenas cuatro meses, aunque en este casó aún, al menos, no ha muerto. Depresiones post parto, enfermedades apuntan a las causas que están por detrás.

No puede uno menos que hacer una mirada dolorosa a la realidad. Y una mirada reflexiva que nos recuerda que alguien olvidó esas enfermedades de las susodichas mamás. La niebla del caso nos impide ver con claridad. No hay explicaciones. ¿Podría haber previsiones? ¿Las podría haber calculado alguien? Todos los días asistimos en esta sociedad a espectáculos similares donde los protagonistas, que somos nosotros mismos, la propia sociedad, parece padecer de locura, como si fuéramos un árbol que, no siendo otoño, se va desprendiendo de sus hojas. Se siguen rompiendo espejos, se siguen quemando tejados, nos vestimos de negro, y siempre los que no tienen culpa son los que pagan. Esta vez niños de pocos meses. Todavía no habían aprendido a decir mamá.

En cualquier parte del mundo, por otros motivos y con otras edades, hoy siguen calcinándose personas, cuerpos de gente, condenando a otros con la pena de muerte y disponiendo de la vida de los demás. No importan sus nombres ni su procedencia. Son seres humanos. ¿Debemos seguir espantándonos? ¿O hemos puesto un límite al espanto?. En medio del horror de las cosas que no llegamos a entender solo se me ocurre una pequeña reflexión, unas pocas palabras: que la mayoría no seamos indiferentes, y que no aprendamos a mirar para el otro lado del sufrimiento sin intentar buscar soluciones al mismo. Eso también es estar del lado de la vida. Que a todos nos importe, o a la gran mayoría, al menos.

miércoles, 7 de mayo de 2008

La palabra

Las palabras son el reflejo del alma,
nos perpetuamos con lo que decimos;
con ellas, damos sentido a nuestro mundo,
será bueno o malo, según lo describamos.
En nuestras palabras está nuestro destino,
nos vamos haciendo mientras vivimos,
“Verso a verso”, como dijo Machado.


El cielo y la tierra se encuentran en la palabra,
con voz de ángel o rugido de bestias,
dan indulgencias o condenan al destierro.
Cuidemos la palabra y estemos a su servicio
Usándolas... no utilicemos para hacer el mal.
Muchas veces sin que lo notemos
se convierte en pala que cava nuestra propia fosa;
o en puros versos damos la estocada final;
quedándonos un sabor amargo… porque
somos víctimas de nuestro propio veneno…


Hablemos bien de las rosas y olvidemos las espinas,
recitemos versos de amor y callemos amarguras.
La palabra nos juzga y también nos condena,
Si tienes el don de la palabra:
“Haz buen uso de ellas”
Podemos salvar al amigo y lavar las heridas
podemos cantar aleluyas o rezar letanías,
que las oraciones también son palabras
que nos llevan delante de Dios…
NINFA DUARTE

martes, 6 de mayo de 2008

De recuerdos



DE RECUERDOS.

Nuestra vida es un cofre
y en el vamos guardando,
uno a uno recuerdos de
de lo que hemos vivido.


La primera mirada,
lo suave de las manos que nos acariciaron,
la canción de cuna
que rimó a nuestro oído.


Los juguetes, los cuentos
el primer cumpleaños,
el calor del hogar
la autoridad del padre.


El aula, los amigos
la campana que ansiosa nos llamaba al receso
La fé, la esperanza, también la caridad.


Luego esos recuerdos tomaron
mayor fuerza.
Allí estaba el pasillo de la Universidad,
los libros, los amigos, los paseos y las fiestas.


Y junto al libro abierto
los ojos que miraban, robando sin aviso
la paz del corazón.
Una promesa eterna
uniría nuestras vidas, selladas para siempre
con el mas bello amor.


Vienen luego los hijos y se llena hasta el borde
porque llegan los nietos y con sus travesuras
lo hacen rebosar.


Pero hay recuerdos tristes que pesan mucho más,
y recuerdos amargos difícil de olvidar.
El cofre de la vida ya lleno por completo,
en un rincón solito se sienta a descansar.


Si en un momento dado los recuerdos nos llegan
hay que aceptar que forman
el diario trajinar.
Tal vez buenos o malos
pero al fin son recuerdos
y los recuerdos nunca se pueden olvidar.
El cofre de la vida
se llena de recuerdos...

Nelly Guerrero

lunes, 5 de mayo de 2008

Color de las notas en los diarios



Planas de papel reciclado, tinta negra enlazando palabras en renglones, fotografías y publicidad a color. Noticias locales, nacionales, internacionales, deportivas y de espectáculos. Nota roja, muy pocas culturales y extensas columnas de anuncios clasificados. Mundo tridimensional que se vuelve plano impreso en los diarios matutinos y vespertinos, mostrando en un mismo espacio esa mezcla por momentos absurda de columnas para distintos intereses.


Conviven entre páginas la crema de brócoli y los cincuenta y ocho años de Topo Gigio. La prevención de suicidios en adolescentes por la Secretaría de Salud y el fatal accidente en el que pierden la vida dos jóvenes. La apertura de la Villa Olímpica de Qingdao, para la tan cercana celebración de Beijing 2008. Ventas de casas, autos, terrenos y mascotas. Obras de asistencia social de clubes internacionales. La boda del personaje del pueblo y la publicitada actividad de los gobiernos en sus tres niveles. Horóscopos a la izquierda, oraciones fervientes de agradecimiento al santo milagroso a la derecha.


Todo se confunde. ¿ Cómo pasar de una página a otra encontrando tan pocas notas positivas o culturales ?. Sin embargo tenemos sed de información, tal vez costumbre o esas ganas de que nuestras lecturas gráficas equilibren el porcentaje con las cibernéticas. Siempre es más grato comenzar el día con el diario sobre la mesa, completando el cuadro con un plato de fruta, café o zumo y una tostada de pan. Habrá que valorar la capacidad de leer todo sin salir predispuesto y con el desayuno indigesto.


En algo lleva razón Don Nicolás. Aquel hombre con el que converso algunas veces mientras dirige dos veces al año los trabajos de cosecha del campo detrás de casa. El esfuerzo visual a corta distancia no es su justificación para no leer los diarios, sino las vanas lecturas que obtiene con ello. Me dice lo serena que es su vida cuando no intenta comprender más allá de lo que necesita.


Entender los debates políticos sobre ciertos temas, el por qué se suicida la gente, roba, asesina, abusa o se accidenta, es algo que excede su espacio vital, por esto mismo si desconoce algo, lo pregunta, pero no deja que notas rojas, negras o grises, le quiten tiempo a su vista de lejos, hacia esos nobles campos verdes que renacen tras brindarse en cada cosecha.


Ahora tendría que poner una obligada moraleja como conclusión, pero para estos asuntos solo es cuestión de enfoques.

Tere García Ahued.

domingo, 4 de mayo de 2008

Sin pena ni gloria



Déjame hilvanar de nuevo esta puntada, se han salido los hilos de la aguja que tejía nuestra historia. Quiero pegar los trozos de mi corazón roto y esperanzado que ha perdido la inocencia para comenzar a ver el mundo real. El polvo se deposita como una fina capa sobre la mesa que hace poco brillaba mostrando las más preciosas betas de cedro rojizo y nos esperaba cada noche para encontrarnos y contarnos nuestras cosas con la calidez de la flama de una vela aromática.
Ya no hay dos platos juntos, solo uno a destiempo, cada uno a su hora. Ya no se cruzan las miradas ni las copas. Las flores se marchitan sin pena ni gloria, nadie les repone el agua ni se inmortalizan entre las hojas de un grueso libro de gramática española.

Los sentidos se vuelven insensibles e inservibles, ya no les provoca llenar de motivos al cuerpo si las sensaciones no se pueden compartir con otra persona.

De nuevo hay arrugas frente al espejo y mirada vacía. De nuevo se respira y no se suspira. Ya no sorprenden los sabores nuevos. Ya no conmueven los sonidos de la naturaleza ni soñar con luminosas mañanas, con mágicas noches de luna llena frente al mar o la montaña.

Las luces de la ciudad pierden intensidad y color, el mirador desde la cumbre no puede ofrecer las mismas cosas.

La boca se seca, los labios se agrietan notando el tiempo de sequía, de desiertos días, de abandonada y sedienta tierra.

Protesta mi universo sin tí, pero algo me volverá la tempestad en calma, la decepción en imborrables recuerdos, el caos en energía que transformará lo que toque, lo que mire, lo que se deje amar, habrá un orden universal me pondrá de nuevo girando, de nuevo en órbita.

Tere García Ahued.

miércoles, 30 de abril de 2008

Nos tratan como marionetas



Necesito aire, respirar, algo así como una bocanada de aire fresco que entre en todo mi interior y salga hacia fuera totalmente renovado. Un aire que me traiga libertad plena, como con capacidad para moverme en un espacio abierto con cielo infinito. Desde mi interior percibo una invitación a volar, a salir de esta realidad que me aprieta y que a veces no entiendo.

Necesito aire y algo más, como un viento fuerte que se lleve a los que a mi lado intentan manipularme, engañarme y maniobrarme, como si de una marioneta nosotros fuéramos. La sociedad tiene muchos de ellos. ¿Los mass media? ¿Los políticos? Prometieron en mi tierra no sé cuantas cosas de ayudas económicas y de incentivos fiscales, y ahora dicen que no pueden. Sabían que no podían y lo prometieron, más bien. Ahora que para dentro de dos años, mientras los que sufren seguirán sufriendo más las penurias de la crisis, de la desaceleración, de cómo quiera que llamemos a todo este embrollo. Creo que son como una lámpara que se derrite. Igual son ellos los títeres. Pero que no nos arrastren en la misma maniobra.

Toda la vida diciendo que es necesaria una prisión mas grande para no enviar presos canarios a la Península lejos de su familia. Todos la ven necesaria porque la que hay está hacinada. Y cuando al final la Administración central comienza a ejecutarla, digo yo porque tendría las cosas claras, los papeles arreglados, los temas negociados, viene la Administración canaria y dice que nones, que esos terrenos son suyos y manda parar las obras que habían comenzado. ¿Es que fueron tan ingenuos los de la central para comenzar las obras sabiendo que no eran terrenos a los que pudieran tener derecho? Me cuesta creerlos. Pero las peleas entre grupos y partidos políticos se cuecen así.

Por eso necesito respirar hondo y soltar aire. No entiendo nada de lo que pasa a mi lado. Parece que unos a otros se miran con ojos de gato, de felinos que trepan y acechan para saltar en el momento determinado y arañar allí donde duele. Ellos ríen con la felonía hecha, los demás miramos sonrojados, quietos, sin poder hacer nada, mirando hacia la ventana, pero necesitados de tomar aire. ¡Cómo me gustaría que mi casa tuviera una ventana amplia y que diera al mar¡
Sí, nos tratan como marionetas. Se tratan entre ellos como marionetas. Pero estoy seguro, más tarde o más temprano, quedará claro que las marionetas son ellos


lunes, 28 de abril de 2008

Nuestro huerto



Gamas de colores naturales dentro de la canasta en que has puesto las frutas, vegetales, lechugas, espinacas y berros. Nuestro huerto está colmado de plantas y arbustos, de flores bellas y granos de trigo dorados que mañana se han de cosechar. Es el tiempo de recoger lo que esté listo, de llenar las reservas que sostienen nuestro invierno.

Deja a un lado esos tomates y ven junto a mí, vamos a recordar lo que era esta tierra antes de las esperanzas y semillas que pusimos en ella. Hoy ya no son simples pastos, tu mano, mi mano se hacen presentes en cada fruto que desprendes de su planta.

Aquí crecieron los proyectos, nuestros hijos y el amor que nos une tras cientos de atardeceres. Cada noche que refresca pone más coloradas las manzanas que después en nuestra mesa saben a dulce tarta.

Es un regalo contemplar esta tierra y besar los pequeños zurcos junto a tus ojos, esos que me dicen que hemos envejecido juntos, que nos sorprenden los amaneceres despegando los párpados que necesitan más descanso y que al abrirlos no te has ido, que me acompañas sabiendo que sin tí no podría vivir.

He viajado tu piel de norte a sur como dice aquella canción y ahora me escuchas mirando cómo se oculta el sol en el oeste. Equilibrio de puntos cardinales donde indiscutiblemente tengo la fortuna de encontrarte, destacando entre las flores que delicadamente cuidas y el extenso campo que se nos pierde a pie de la montaña.
No insistas colocando más cosas en tu canasta, ven conmigo y dime que soy todo esto también para tí.

Tere García Ahued

viernes, 25 de abril de 2008

Para los de más de 40



Para los de más de 40

(Eduardo Galeano)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; lo planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar.

¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores.

Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por donde se entra. Lo más probable es que lo de ahora está bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡Nos están fastidiando!¡ ¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!!
Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.

El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡ Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡ ¡ Lo juro!! ¡Y tengo menos de...........años ! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon. La goma solo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el "guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo "pasarse al "compre y tire que ya se viene el modelo nuevo".

Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!!

¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos...¡¡Como guardábamos!! Las cosas no eran desechables. Eran guardables.

¡¡ Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden "matarlos" apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. Ah ¡No lo voy a hacer!

Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.

Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí
Eduardo Galeano


jueves, 24 de abril de 2008

Cuando Internet te salva





Hago caso a mis corazonadas, confío en ellas. Esto es algo que siempre me he dicho y que hoy ha sido afortunadamente acertado cuando decidí escribirle a alguien. Ella fue mi compañera en los talleres para la depresión a los que asistí hace dos años. Como en todo grupo, siempre se identifica uno más con determinadas personas, aunque nuestras circunstancias personales fueron otras, pero al final estábamos ahí por algo. Necesitábamos ayuda más allá de nuestras propias fuerzas y nulas voluntades. Así nos conocimos, sentadas en un pupitre como quien vuelve a la escuela y escuchamos atentas lo que en cada encuentro nos decía la terapeuta a un importante grupo de gentes que aceptamos que estábamos enfermos de tristeza, que teníamos depresión y que por tal motivo necesitábamos ayuda.

El sentimiento que puse en letras a mi compañera, para recordar esos momentos y preguntarle qué tal se encuentra ahora, me llevó a retroceder la película de una parte triste de mi historia. Ahora creo que no lo era tanto, como tampoco no lo eran mis miedos, no solo a unirme a un grupo de personas aceptando su depresión, sino a conducir media hora por carretera que para mí era una hazaña.

A medida que asistí a los talleres y me fui recuperando, noté por el camino que podía ver muy lejos las montañas, los autos pequeños en el horizonte, los valles y campos. Estaba acostumbrada a ver en metros cuadrados, encerrada en cuatro paredes y de momento hice consciente esa experiencia. Al llegar a la terapia, lo comenté con el grupo para destacar la importancia de descubrir que podemos ver más allá de lo que nos hemos limitado.

Gracias a ese apoyo, hoy me encuentro reconfortada, llena de proyectos y a punto de emprender un radical cambio de vida. Lo que mi amiga quiera contarme, estoy por saberlo, cuando ella conteste a mi mensaje, gracias a la maravilla tecnológica del internet que nos une de alguna manera o hasta nos salva. A mí me ocurrió, navegando por la red encontré la ayuda. Primero por este medio, después acudiendo a los talleres.

En honor y agradecimiento por ello, invito a entrar al oasis de paz de la siguiente dirección:

http://www.ayudaenladepresion.org.mx/

Tere García Ahued.

miércoles, 23 de abril de 2008

Pretendiendo a la vida




Un luminoso reflejo se posa en las blancas paredes del patio de casa. Es noche de luna llena y nada hay que pueda ocultar semejante brillo en el cielo. Las sombras de aquellas macetas de barro suspendidas por hilos desgastados, marcan contornos en los muros y columnas, simulando esos preciosos dibujos que alguna vez me compartió un lejano amor.

Las mejores inspiraciones surgen de una gran alegría o un profundo dolor. Se me confunden mientras intento definir si puedo expresar una cosa u otra y que tan genuino es gozar con ambos sentimientos. Parece que si me quedo estática en la silla, se me desgasta lo que veo. No sirve de nada mirar tanto aunque sea muy bello.

Vamos, ponte de pie me digo, como quien arrastra y convence a un cuerpo envejecido diez años por una gran tristeza repentina combinada con alegría sustanciosa, colmada y suficiente. Las flores también están decaídas tras el calor del medio día. Agua necesitan, agua les ofrezco. Se humedece entonces la tierra que contienen. Atravieso mi mano en los segundos en que cae esa cortina líquida por entre hojas, tallos y flores, como queriendo cruzar el umbral hacia un jardín secreto o aquel mágico mundo detras del armario como sucede en los cuentos.

No puedo evitar colocar en mis días algunos sueños. También los pequeños placeres adornan con grandes pinceladas esos momentos que se vuelven pintura en lienzos. Justificados motivos trascendiendo en el tiempo, como los granos enteros del pan de mi bocadillo, el vapor enriquecido que se eleva de la taza de porcelana con aroma de café sureño, el trozo de papel en el que ahora estoy escribiendo, el sueño de mi hijo al que sigo nombrando como mi pequeño, la oración emitida desde mi corazón y sin escala al cielo, la fe en Dios y en mí misma, el reencuentro con mis padres, mi nueva vida en puerta, mi mejorado aspecto exterior, mi reconfortado espacio interior, la confianza en mis talentos y la humildad por mis defectos, la certeza por mis conscientes decisiones, renuncias y rescate de sueños. Todo parece revuelto, todo se coloca en un orden personal y universal, todo ocurrió, y seguirá ocurriendo, con destino marcado o ayudando un poco a cambiarlo si el viento intentase declinar mis fuerzas mar adentro.

Parece que tras tanta historia ha pasado mucho tiempo, sin embargo apenas la luna ha cambiado ligeramente de posición, aún se reflejan las macetas por las paredes, todavía caen gotas del agua recién vertida en su seco interior, aún humea el café y medio bocadillo espera mientras el garabateo me entretiene en esta captura de ideas, solo por no dejar para después algo que entonces no podrá llevar la misma esencia, porque cada minuto pesa, cada minuto enriquece, resta o aumenta y las mejores cosas deben ser instantáneas, aún cuando algunas veces impulsivas, nos llenen de alegría o dolor.

Dedicado e inspirado en este momento especial de mi noche, de mi vida.

Tere García Ahued.


lunes, 21 de abril de 2008

El carpintero de la montaña



Enclavado en medio de montañas, se encuentra un pintoresco
pueblo venezolano, al que llegamos luego de recorrer una carretera
bordeada de una exuberante vegetación, coronar un páramo que
nos obligó a buscar abrigo y detenernos para saborear una humeante taza de café, para luego continuar el recorrido ya entrados en un poco de calor.

Allí en ese pueblo desconocido por muchos se encuentra un lugar llamado El carpintero de la Montaña. Es un tranquilo recinto que tiene como marco
un hermoso paisaje de la zona rural, con árboles y flores ,un arroyo de agua
cristalina y pájaros que alegran con su dulce trinar. Aquí viven ancianos que se han quedado sin familia.

Pero en ese remanso de paz, esos ancianos han encontrado tanto amor
que hablar con ellos es contagiarse de ese entusiasmo que ellos transmiten.
Es encomiable la labor de las personas encargadas de esa institución.
Hay una entrega total para que los ancianos vivan con serenidad y dignidad
esta etapa de su vida, para que sean más llevaderos sus achaques y más fácil
su recorrido.

Algo digno de resaltar es el interés para que cada uno desempeñe el trabajo
que siempre le gustó, algunos con sus limitaciones pero felices de hacerlo y
de sentirse útiles hasta el atardecer de su vida.

Un anciano nos mostraba orgulloso la siembra realizada por él.
Una señora de acento extranjero y de amable sonrisa
nos dijo que escribía sus memorias, dado que escribir había sido su sueño.

Después de compartir e intercambiar ideas con esos seres maravillosos,
emprendimos el regreso con esa hermosa sensación que da el saber que
aún en medio de la pérdida de valores, hay personas
que reconocen que la presencia de los ancianos en nuestro mundo actual
es una riqueza, porque ellos son poseedores de un legado de conocimientos
y dieron forma a nuevas generaciones, la mayoría de las cuales ha perdido la
noción del valor que tienen los ancianos como pilar familiar y que por consiguiente
deben de ser tratados con el mayor respeto a su dignidad humana.
Nelly Guerrero

jueves, 3 de abril de 2008

Que pasaría si las estrellas americanas cayeran del cielo Holliwoodense o nunca llegaran a ser famosas, vivirían una vida típica americana algo asi tal vez

Miss Adolescente Carolina del Sur

Esta chica se iso famosa por dos razones una es muy linda y otra por la respuesta que dio en el concurso de Mis Adolescente que se realiza en estados unidos ella representaba a Carolina del Sur. Un amigo siempre dice las modelos están hechas para mostrar ropa no para responder preguntas.Es muy buenoEsta es la pregunta:English: why many american people can’t locate USA in the World Map?Español:

martes, 22 de enero de 2008

Requete Sabados

Hoy traigo el video de dos grandes, que marcaron una época en mi vida y en la de muchos otros hombres y mujeres de mi edad, si son ellos, los únicos que hicieron historia, los incomparables. Algunos los intentaron copiar pero la verdad ninguno se asemeja a ellos; no voy a olvidar jamás esas mañanas de sábados que achocolatada mediante, prendía la tele para ver a Horacio y Gabriela.Mil Gracias